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El rol desde las sombras de “Fra Fra” Errázuriz en el conflicto entre Corfo y SQM

El rol desde las sombras de “Fra Fra” Errázuriz en el conflicto entre Corfo y SQM

Enrique Elgueta
Por : Enrique Elgueta Periodista y consultor senior en Comsulting.
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El enemigo número uno de Julio Ponce fue clave en advertir los presuntos incumplimientos de contratos en que estaba incurriendo SQM ante Corfo. Fue este quien terminó por configurarle el caso a la Fiscalía de la estatal y desde entonces no ha cesado en aportar material. ¿Autor intelectual del conflicto? En la Corfo lo descartan, pues una parte importante de sus acusaciones responde a investigaciones y auditorías propias, pero Errázuriz fue el que advirtió de irregularidades en los dos contratos en disputa con sendas comunicaciones a Eduardo Bitran y al resto de consejeros de la estatal, incluido Rafael Guilisasti, hoy presidente de las sociedades Cascadas, a través de las cuales su archirrival aún mantiene control del directorio de la minera no metálica.


Julio Ponce tiene muchos enemigos, pero hay uno que supera a todos: “Fra Fra” hijo. Con su padre en un estado delicado de salud, Francisco Javier Errázuriz Ovalle parece haber emprendido una verdadera cruzada en contra del principal accionista de SQM –empresa de la cual posee acciones y es, a la vez, competidor–, siendo las controversias con Corfo un capítulo más de una larga historia de enfrentamientos.

Es que el hijo de “Fra Fra” no pierde de vista a Ponce. Nunca se ha demostrado, pero es él a quien sindican como el responsable de la primera querella que hubo en el caso Cascada, a nombre de un misterioso accionista llamado Roberto Lobos Cerda, quien habiendo alegado que sufrió un perjuicio económico por $1 millón, levantó la arista penal de este sonado escándalo financiero con el patrocinio del abogado Mauricio Daza. Y ahora es la pugna entre Corfo y SQM el frente que estaría quitándole el sueño al hoy mandamás del grupo Errázuriz.

Historia de una rivalidad

La enemistad tiene larga data. Cosayach –la minera no metálica del grupo Errázuriz– y SQM son los mayores productores de yodo y nitrato de potasio en el mundo y, de acuerdo a una reportaje de Revista Capital, solo en la Fiscalía de Calama se tramitan más de 500 juicios entre la empresa de Errázuriz y la de Ponce Lerou. Y fue “Fra Fra” el que se querelló contra SQM por ocultar la existencia de litigios con el Estado para ganar la fallida licitación del litio en 2012. Su grupo fue uno de los que participó y perdió.

La enemistad se acrecentó en el Gobierno de Sebastián Piñera. Corfo ya tenía sospechas de que podría haber irregularidades en los contratos de arriendo en favor de SQM, pero no fue sino hasta 2013 que terminó de hacerse una idea clara de la película. Buscando pertenencias mineras para Cosayach, “Fra Fra” dio cuenta de que terrenos del Salar de Atacama –cuya propiedad son del Estado– estaban a nombre de SQM. Así fue como irrumpió en el asunto.

Cuando la SEP delegó en Corfo la administración de esas áreas, la estatal ya estaba advertida de que algo raro ocurría con las pertenencias mineras del Salar, pero mucho antes de que el caso se llevara al arbitraje vigente de la Cámara de Comercio de Santiago, “Fra Fra” se reunió con el entonces fiscal de la Corporación, Marco Riveros, y desde entonces no ha cesado de aportar material contra su archienemigo.

“Fra Fra viene con el tema desde hace muchos años y nadie lo escuchó. Pero a partir del informe de la Contraloría se gatillan investigaciones propias de Corfo, Aduanas y otros organismos. La propia Comisión Chilena de Energía Nuclear ha reconocido problemas para monitorear las actividades de SQM en el Salar”, sostienen conocedores del proceso que lleva adelante la Corporación.

En mayo de 2013, Errázuriz ya apuntaba a una de las principales aristas del caso. A través de una carta, este se dirigía a la Corporación así: “Es nuestro deber informarle que al día de hoy, SQM se encuentra en proceso de constitución de más de un millón de hectáreas de pertenencias mineras, precisamente alrededor del Salar. La tramitación de dichas pertenencias se está haciendo a su nombre y no a nombre de Corfo, destruyendo la exclusividad e integridad de las pertenencias de Corfo, las que, como se sabe, tomó en arrendamiento y que se encuentra en obligación y mandato legal de defender en todos y cada uno de sus aspectos”.

En la Corfo desconocen si fue “Fra Fra” o la intermediación de algún político lo que gatilló la orden de la Contraloría dirigida a que la Corporación revise los cumplimientos de contratos por parte de SQM. Sin embargo, Errázuriz estaba absolutamente claro de ese hecho, instando a la nueva administración dirigida por Eduardo Bitran a que se hiciese cargo de las denuncias que él le presentaba.

En noviembre de 2013 se produjo el pronunciamiento del contralor, obligando a la Corfo a tomar cartas en lo que ocurría en el Salar de Atacama. Tras ello, ya instalado el actual Gobierno, en junio y julio de 2014, “Fra Fra” le aportaba información adicional a la estatal denunciando irregularidades en los dos contratos con SQM, precisamente los mismos que están en disputa.

Corfo tiene dos contratos con la minera: uno de Proyecto, que establece el marco de la asociación para la explotación del salar por SQM y, otro, el contrato de arrendamiento en que se establecen las condiciones del mismo. De este último surgió el juicio arbitral con SQM y su filial SQM Salar en que Corfo pidió el término anticipado del contrato por graves y reiterados incumplimientos en el pago de las rentas de arrendamiento. Una auditoría interna cifró un perjuicio económico de unos US$18 millones. Pero mucho tiempo después –más precisamente en mayo de este año–, la Corfo acusó nuevas irregularidades por “diversos y graves incumplimientos de las obligaciones establecidas en el indicado Contrato de Proyecto, en particular, la obligación de resguardo e integridad de las pertenencias mineras de propiedad de Corfo”.

Las comunicaciones de “Fra Fra” iban dirigidas a Bitran y el resto de consejeros de la Corfo, incluido Rafael Guilisasti, actual presidente de las sociedades cascada de SQM, muchas de las cuales contenían estudios técnicos financiados por el propio Errázuriz, así como material relevante de Aduanas y de la CChEN.

Más y más denuncias

Su insistencia en el asunto ha sido permanente desde 2013. El año pasado el empresario nuevamente acudió a la Corporación para denunciar que SQM estaba informándole a la SEC de EE.UU. que las pertenencias mineras las estaba poniendo a su nombre.

A fines del mismo año le advertía a la Corfo que la minera estaba exportando salmueras a China, nuevamente violando los contratos establecidos, con tal de producir carbonato de litio en ese país, un asunto que fue abordado por este medio. Según denunció “Fra Fra”, estas ventas presuntamente ilegales se las hacía a Ganfeng Lithium, empresa que procesaba dichas salmueras, producía carbonato de litio y luego solo le ponía el logo de SQM para comerciarlo en otros mercados. Por supuesto, la Corfo está al tanto de estos hechos, pero hasta ahora no ha podido corroborarlos, según publicamos hace unas semanas.

De acuerdo al registro público que lleva la Corfo, la última reunión que sostuvo “Fra Fra” con Bitran fue en marzo de este año. La Revista Capital consignó ello en junio, aunque sin mayores detalles.

En el entorno de Errázuriz les restan importancia a sus actuaciones en el caso y sostienen que dicha reunión tuvo que ver con la comercialización de residuos de la producción de la minería no metálica, pero poco antes de ello “Fra Fra” ya había advertido a la Corfo respecto de supuestas improcedencias en el comercio de bischofita por parte de SQM, situación que derivó en una denuncia de la FNE por colusión contra Rockwood y SQM.

¿Autor intelectual?

En el ámbito cercano a Ponce no incomoda que “Fra Fra” figure como el autor intelectual de la denuncia de Corfo. De hecho, es una forma de personalizar el conflicto y de esta manera deslegitimarlo; sin embargo, en la entidad estatal, si bien reconocen el aporte de Errázuriz, tienen claro que está lejos de ser el “ideólogo” del caso.

No solo por la orden de la Contraloría que le instruyó monitorear los contratos con SQM y rendirle cuentas de ello, sino porque sus propias auditorías dan cuenta de diferencias relevantes con SQM. A la minera no metálica la auditaron por un breve período y llegaron a la convicción de que esta, a través de ventas a entidades relacionadas, estaba perjudicando los intereses económicos de la estatal. Por lo demás, Bitran ha actuado con el apoyo unánime del resto de los consejeros y del Consejo Directivo compuesto por ministros de Estado.

En el entorno del directorio de SQM están sorprendidos, eso sí, por la vehemencia con que Bitran ha llevado adelante la disputa y hay voces en el mercado que opinan que el titular de Corfo la ha transformado en una cruzada personal.

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