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Pionera de los mercados: mujer que trabajó más tiempo en Wall Street muere a los 101 años

Pionera de los mercados: mujer que trabajó más tiempo en Wall Street muere a los 101 años

Irene Bergman, que inició su carrera en 1942, después de llegar de Europa como refugiada, murió el jueves a los 101 años en su hogar en Manhattan. Su último trabajo fue en Stralem, una firma de gestión de activos con sede en Nueva York. Como vice presidente sénior, Bergman ayudó a supervisar alrededor de US$1.000 millones. Se graduó de la preparatoria en 1934. Dos años después, la familia se mudó a Holanda. Bergman pasó su tiempo en los Países Bajos compitiendo en espectáculos de doma. Los caballos siguieron siendo su pasión y ella siguió montando hasta la edad de 80 años. La invasión alemana de los Países Bajos en 1940 obligó a la familia a huir de nuevo, esta vez a Nueva York. La abuela de Bergman, quien se quedó atrás, fue enviada al campo de concentración de Auschwitz y nunca más la volvieron a ver.


Irene Bergman, asesora financiera de Stralem & Co. y la mujer que más tiempo trabajó en Wall Street, ha muerto.

Bergman, que inició su carrera en 1942, después de llegar de Europa como refugiada, murió el jueves a los 101 años en su hogar en Manhattan, de acuerdo con Hirschel B. Abelson, jefe de Stralem, una firma de gestión de activos con sede en Nueva York.

Como vice presidente sénior, Bergman ayudó a supervisar alrededor de US$1.000 millones y manejó cuentas para clientes en Estados Unidos y en el extranjero. Ella se incorporó a la compañía en 1973, venía de Loeb, Rhoades & Co, donde trabajó por seis años como administradora de inversiones en el departamento internacional. Anteriormente pasó una década como asistente de gerencia en el departamento extranjero de Hallgarten & Co., trabajando en arbitraje de fusiones y escribiendo una carta semanal sobre el mercado.

Bergman inició su carrera siendo secretaria de un banquero poco después de haber llegado a Nueva York desde una Europa destrozada por la guerra. Su sueldo inicial era de US$35 semanales. «En 1942, eso era una fortuna», dijo en una biografía en el sitio de internet de Stralem.

«Nunca había visto el interior de una oficina», dijo Bergman. «Todo lo que sé de inversiones, lo aprendí ahí».

Sueño de adolescente

La carrera de Bergman fue una realización de las aspiraciones que tenía cuando era una adolescente en Alemania. Ella creció en medio de lujo, hija de un prominente banquero privado que trabajaba en la Bolsa de Berlín. Su sueño, escribió en un ensayo en ese tiempo, era convertirse en la primera mujer banquera de la Bolsa.

El ascenso de los Nazis le puso fin a eso. Su familia judía huyó primero a los Países Bajos, luego a Portugal y finalmente a Estados Unidos con la ayuda de un amigo de la familia en Nueva York. Ahí, Bergman trabajó muy duro para cumplir su ambición profesional.

«Las mujeres en Wall Street no eran muy populares», dijo a Bloomberg en 2015. No fue hasta que se unió a Stralem que la trataron como a un igual, agregó.

Bergman, que hablaba alemán y holandés de forma fluida, dejó de ir a la oficina en diciembre de 2014 y trabajó desde casa hasta el día de su muerte.

«Ella no solo era nuestra vicepresidente, era una importante mentora y una muy buena amiga», dijo Abelson en una entrevista telefónica.

Primeros años

Irene Bergman nació el 2 de agosto de 1915, en Berlín. Hija de Paul Bergman y Charlotte Joseph, según una amiga, Beatrice Treat. La familia vivió en Charlottenburg, una lujosa zona de Berlín y sede de uno de los palacios más grandes de Alemania.

Se graduó de la preparatoria en 1934. Dos años después, la familia se mudó a Holanda. Bergman pasó su tiempo en los Países Bajos compitiendo en espectáculos de doma. Los caballos siguieron siendo su pasión y ella siguió montando hasta la edad de 80 años. La invasión alemana de los Países Bajos en 1940 obligó a la familia a huir de nuevo, esta vez a Nueva York. La abuela de Bergman, quien se quedó atrás, fue enviada al campo de concentración de Auschwitz y nunca más la volvieron a ver.

Bergman aprendió de finanzas e inversiones en el trabajo. Le tomó una década recuperar la riqueza de su familia, la cual había sido congelada por las autoridades holandesas y estadounidenses.

En 2015, Bergman dijo a Bloomberg que el mercado de acciones estaba sobrevaluado «Mientras más tiempo estás en el negocio, más pesimista te vuelves», dijo. Aun así, «soy capaz de ser alcista, porque cuando veo una acción, me puedo imaginar dónde estaba hace 40 años».

Bergman nunca se casó.

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