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Inversores huyen de bonos mundiales por perspectiva de estímulo

Inversores huyen de bonos mundiales por perspectiva de estímulo

Los operadores de mercado están aumentando rápidamente las apuestas a una subida de tipos por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos antes de final de año por la fortaleza de los datos económicos. Al mismo tiempo, crecen las especulaciones de que el Banco Central Europeo y el Banco de Japón van a reducir sus respectivos programas de compra de activos.


Los inversores de bonos, que ya han tenido que abandonar las esperanzas de una mayor divergencia en las políticas monetarias mundiales este año, están teniendo que volver a plantearse la dirección en la que los principales bancos centrales van a converger.

Los operadores de mercado están aumentando rápidamente las apuestas a una subida de tipos por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos antes de final de año por la fortaleza de los datos económicos. Al mismo tiempo, crecen las especulaciones de que el Banco Central Europeo y el Banco de Japón van a reducir sus respectivos programas de compra de activos. El mes pasado, el consenso en el mercado era que las autoridades monetarias mantendrían las políticas expansivas durante más tiempo. Un índice de deuda soberana de mercados desarrollados se ha desplomado desde un máximo de casi tres semanas el 26 de septiembre al nivel más bajo desde julio, antes de que el BCE publique las actas de la reunión de septiembre.

“Podemos decir con una confianza razonable que los mínimos cíclicos de la rentabilidad de los bonos han quedado atrás”, dijo Andrew Sneddon, gestor de carteras en Sídney de Russell Investments, la cual administra unos activos de más de US$247.000 millones. Sneddon dijo que “el fortalecimiento del impulso de la inflación” obligará a los inversores a fijarse en el nivel de rentabilidad absoluta que proporcionan los bonos del Tesoro de Estados Unidos a 10 años y se plantearán si ésta tiene sentido ajustada por inflación.

La deuda soberana estadounidense a 10 años alcanzaba una rentabilidad del 1,71 por ciento a las 7:23 hora de Londres el jueves, frente a un mínimo de 1,53 por ciento a finales de la semana pasada y un mínimo récord de 1,318 por ciento en julio. La rentabilidad del bono del Tesoro a dos años era de 0,84 tras tocar 0,85 por ciento el miércoles por primera vez desde el 3 de junio.

Un indicador del mercado de bonos del Tesoro de Estados Unidos sobre las expectativas de inflación dentro de 10 años -conocido como tasa de inflación implícita- llegó a subir a 1,649 por ciento el miércoles, un nivel no visto desde el 19 de mayo. El objetivo de inflación por parte de la Fed es del 2 por ciento.

Apuestas a la Fed

La probabilidad implícita en el mercado de una subida de tipos para finales de año ha aumentado al 62 por ciento, el nivel más alto desde el 26 de agosto, luego de que el miércoles se publicara un informe que mostró que las empresas del sector de los servicios de los Estados Unidos se expandieron en septiembre al ritmo más veloz en casi doce meses. La probabilidad de un cambio de tasas en noviembre ha aumentado del 17 por ciento a principios de la semana al 24 por ciento.

Las rentabilidades también soportan una presión alcista debido a la preocupación creciente sobre la sostenibilidad de las medidas de estímulo monetario mediante la compra de bonos en Europa y Japón.

El gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, ha negado que un cambio de la atención hacia la curva de rentabilidad en lugar de la expansión monetaria implique una reducción del programa de compras, pero no ha logrado convencer a analistas e inversores. Cálculos de Bloomberg indican que el banco central podría comprar el menor volumen de deuda del Gobierno japonés a largo plazo este mes desde el comienzo de su programa de compra de activos en octubre de 2014.

Esta misma semana Bloomberg News ha informado que el BCE probablemente disminuya gradualmente la adquisición de bonos antes de finalizar el programa de compras de activos, citando a autoridades de bancos centrales de la zona euro.

“Cualquier sugerencia de una reducción del potencial tendrá sin lugar a dudas un efecto bajista” sobre los bonos mundiales y los activos de riesgo, dijo Ian Lyngen, analista independiente afincado en Nueva York, que fue elegido uno de los principales analistas de estrategia de 2016 en un sondeo de Institutional Investors en julio. En el caso de los bonos del Tesoro estadounidense, “la tendencia bajista de los precios que ha tenido lugar desde el viernes sigue bien afianzada y no vemos razón para insinuar que esa tendencia ya ha llegado a su fin”.

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