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Valdés sale a enfrentar los fantasmas que dejó Fitch: «Los países no se destruyen ni se crean» por una baja en la calificación Ayer la calificadora bajó la perspectiva de Chile a «negativo»

Valdés sale a enfrentar los fantasmas que dejó Fitch: «Los países no se destruyen ni se crean» por una baja en la calificación

El ministro de Hacienda, que ha debido nadar contra la marea este año para evitar una rebaja de nota crediticia, calmó los ánimos señalando que «todas las semanas hay una subida o bajada de calificación de riesgo». Recordó que la economía marcha «por un camino que no es fácil». La decisión de Fitch justificaría el presupuesto austero que armó para 2017 y la firmeza con la que negoció el aumento con empleados fiscales.


Rodrigo Valdés salió a calmar las aguas tras el balde de agua fría que recibió ayer de Fitch.

La calificadora de riesgo, una de las tres más importantes, recortó este martes la perspectiva crediticia a la economía a «negativa».

Esta mañana el titular de Teatinos 120 salió al paso diciendo que «los países no se destruyen ni se crean porque se aumenta o se baje (la clasificación)».

Agregó ante la prensa que «todas las semanas hay una subida o una baja de clasificaciones de riesgo», aunque recalcó que el mercado mantiene a Chile como la economía mejor posicionada de los emergentes e incluso algunos desarrollados como Italia o España.

Valdés recordó que la economía marcha «por un camino que no es fácil», luego de que la propia calificadora apuntara a la «prolongada desaceleración» que está contribuyendo a un «deterioro relativamente rápido» de su balance soberano.

En ese sentido, reconoció que “un país que crece poco tiene varios problemas y uno es que la situación fiscal se hace más compleja porque los ingresos fiscales crecen más lento».

«Hacer un ajuste fiscal rápido tiene consecuencias complejas para la economía y hacerlo lento también tiene consecuencias para la economía, entonces tenemos que calibrar eso», indicó el jefe de las finanzas públicas.

Agregó que «lo más importante es que el mercado tenga confianza en nuestra estrategia fiscal y nos sigan prestando plata a una tasa de interés baja».

Fitch señaló además que Chile «está experimentando la erosión más rápida de cualquier soberano en la categoría ‘A'».

Cabe destacar que este año Valdés ha tratado contra viento y marea impedir una baja de nota del país, con uno de los presupuestos más austeros en el último tiempo y con un limitado reajuste al sector público como ejemplos.

La decisión de Fitch sería una «tarjeta amarilla» de que el próximo año Chile podría ser golpeado por una rebaja en su nota crediticia si la economía no repunta.

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