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ANFP, Fiscalía Nacional Económica y TLDC:  el fútbol hoy se tiñe de incertidumbre Opinión

ANFP, Fiscalía Nacional Económica y TLDC: el fútbol hoy se tiñe de incertidumbre

El tema a analizar no es necesariamente si Barnechea está en lo correcto o no, sino que, finalmente, puede que la industria termine siendo regulada y con ello se afecten los derechos económicos de los clubes. Si Barnechea persiste en su acción, existe la posibilidad de que finalmente sea el TDLC el que sancione el actuar de la ANFP, así como también la exculpe –no lo sabemos– y con ello la cuota de incertidumbre gire en torno a un ente como la ANFP y los clubes, que no se han acomodado a los nuevos tiempos.


Finalmente, un club de fútbol acudió a sede de competencia ante algo que ciertamente obedece a ese ámbito. Temores, muchos de ellos infundados, impedían que la industria del fútbol fuese conocida, o por el TDLC o bien la FNE, y se amparaban en reglamentos FIFA o bien la exclusividad de competencia en torno al tribunal patrimonial.

Para el caso de autos, y sin entrar al problema de fondo, en torno a un gravamen, que no por ser conocido es justo, se erigió una barrera de entrada, léase pagar una suma de dinero imposible –en torno a UF 50.000–, que impide en definitiva que nuevos actores participen de la industria. Conceptualmente, esto es lesivo al Decreto Ley N° 211.

Y en eso, quien acude está en todo su derecho. Agrava la falta, para peor porque abusa de su poder dominante, el hecho de que la ANFP retenga los dineros por concepto de CDF. Por su parte, el club tendrá que explicar en el proceso si estaba presente y cómo votó cuando la administración de Sergio Jadue sometió a aprobación en Consejo la modificación las bases del campeonato que avaló este ignominioso gravamen, así como también cuál fue su postura interna respecto del caso de Deportes Valdivia y cómo se ha comportado la corporación al respecto.

Pero el tema a analizar no es necesariamente si Barnechea está en lo correcto o no, sino que, finalmente, puede que la industria termine siendo regulada y con ello se afecten los derechos económicos de los clubes.

Por una parte, si Barnechea persiste en su acción, existe la posibilidad de que finalmente sea el TDLC el que sancione el actuar de la ANFP, así como también la exculpe –no lo sabemos– y con ello la cuota de incertidumbre gire en torno a un ente como la ANFP y los clubes, que no se han acomodado a los nuevos tiempos.

Pero, por otra parte, existe la posibilidad de que la FNE, que hoy analiza la industria, decida intervenir en autos o por su cuenta. Y las consecuencias son igualmente tanto acotadas como insospechadas. Acotadas, porque puede archivar la investigación hoy en curso de parte de la Unidad de Carteles; e insospechadas, porque podría requerir a la ANFP ante el TDLC por ejercer, esta, prácticas lesivas a la libre competencia y, en su extremo, pedir su disolución si considera, entre otras, prácticas de cartel.

Lo anterior, genera finalmente un cuadro insospechado en torno a la venta de CDF, porque hoy no se puede prever el alcance ni profundidad de la investigación de la FNE. Sería irresponsable prever hacia dónde va, pero sí es plausible ponerse en distintos escenarios de regulación en la industria y el mismo canal. Tan solo un ejemplo, ¿qué ocurre si la ANFP pasara a mejor vida, como la APA, con los derechos federativos de los clubes; quién sigue siendo dueño del porcentaje mayoritario de CDF? ¿Y si decide entrar a regular este último?

Son muchas las preguntas y pocas las respuestas porque la claridad, vital en todo esto, hoy es objeto de incertidumbre. En un mes, la cosa cambió, quien sabe si para seguir todo igual, o bien lo será radicalmente. Hoy por hoy, la mayor incertidumbre gira en torno al destino e investigación de la FNE, porque si la ANFP y Barnecha transan, la sede TDLC queda acotada.

Gonzalo Cruzat Valdés
Abogado

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