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Un mejor futuro energético: renovable, eléctrico, eficiente y sustentable Opinión

Un mejor futuro energético: renovable, eléctrico, eficiente y sustentable

Como industria de generación estamos preparados para enfrentar los nuevos y profundos desafíos que aún tenemos por delante para seguir promoviendo una energía eléctrica segura, confiable, resiliente y competitiva, lo que deberá seguir siendo una prioridad central para un nuevo gobierno y nuestra industria.


Qué duda cabe, el futuro energético será cada vez más renovable. Para ello debemos recuperar oportunamente nuestra vocación como país rico en recursos naturales, y aprovechar al máximo nuestra diversidad y riqueza de fuentes energéticas renovables locales.

Gracias a la innovación tecnológica y la drástica reducción de costos es posible hoy sumar a nuestra principal fuente renovable histórica, la hidroelectricidad, nuevas fuentes como la energía eólica, solar y también la geotermia.

Especialmente en materia solar estamos viviendo una verdadera revolución, aprovechando las inigualables condiciones naturales de radiación de nuestro país en el desierto de Atacama, pero que también poseemos en el resto de Chile.

Aspiramos en nuestra Política Energética que al 2050 la mayor parte de la electricidad generada provenga de estas fuentes, pasando de los actuales 40% a al menos el 70% de energía renovable.

Para contribuir a este objetivo ya se han concretado avances relevantes, como la reforma a la transmisión; las licitaciones de suministro; el inicio de operación del nuevo Coordinador Eléctrico; la próxima interconexión histórica entre el SIC y el SING; y la ampliación de capacidad de nuestro sistema de transmisión nacional.

Para continuar avanzando en esta línea, como Generadoras de Chile nos planteamos como una de nuestras prioridades estratégica el trabajar junto a otros actores en el desarrollo de un sistema eléctrico más flexible, que permita incorporar de manera ágil y masiva las fuentes de Energía Renovable Variable (ERV), proveniente de plantas solares fotovoltaicas y eólicas, y hacia el futuro ojalá también marina, de manera de asegurar a la vez eficiencia y confiabilidad.

Para ello debemos desarrollar de manera urgente un mercado competitivo y potente para un nuevo producto: la flexibilidad, incentivando servicios que permitan almacenar gran cantidad de energía o responder de manera rápida y eficiente a las variaciones de oferta o demanda, como baterías de gran escala o distribuidas en hogares o vehículos eléctricos, hidroelectricidad de embalse o bombeo; o bien fuentes termoeléctricas, ya sea tradicionales o renovables como la biomasa, la concentración solar de potencia y la geotermia, remunerando de manera transparente todos los costos asociados para promover mayor competencia y oferta.

En síntesis, para aprovechar al máximo nuestra riqueza y diversidad de fuentes renovables debemos continuar con el mismo sentido de urgencia que hemos tenido hasta hoy en la modernización de nuestro mercado eléctrico, lo que sin duda es uno de los más grandes desafíos futuros de esta industria.

Un futuro más eléctrico y eficiente

Hoy en Chile y el mundo solo cerca del 20% de la energía que consumimos es electricidad, siendo el 80% restante principalmente combustibles fósiles y leña, ambos, las fuentes más importantes de contaminación en nuestras ciudades, y el mayor desafío ambiental del país según la 2ª Encuesta Nacional del Medio Ambiente, que contribuye a generar cerca de 4.000 muertes prematuras al año debido a la mala calidad del aire.

Por ello definimos como otra de nuestras prioridades estratégicas la necesidad de avanzar en la electrificación de la matriz energética, para un futuro más eficiente energéticamente, competitivo, menos contaminado y que contribuya a nuestro esfuerzo en materia de cambio climático.

Hoy menos del 1% del consumo energético del transporte es electricidad, siendo el 99% restante sobre la base de derivados del petróleo. En 2010 en el mundo había menos de 1.000 automóviles eléctricos, en 2015 ya eran un millón, 2016 ya son dos millones y en 2030 se espera que alcancemos cerca de 150 millones. El futuro del transporte público y privado es eléctrico, con buses, bicicletas, metro, teleféricos y autos eléctricos.

Veremos también un mayor uso de electricidad en nuestros hogares en reemplazo de otras fuentes de energía, con más artefactos eléctricos para calefacción, agua caliente y cocina, pero también más eficientes, como lo han demostrado las ampolletas LED.

Así por ejemplo una calefacción con bomba de calor eléctrica es en operación la más barata de las fuentes de calor residencial, con el beneficio adicional que produce cero emisiones de contaminación intradomiciliaria, beneficiando la salud de las personas, especialmente de niños y adultos mayores.

Finalmente, también en materia de mitigación de cambio climático la principal oportunidad pasa por la electrificación del consumo de energía. Un reciente estudio sobre los costos de abatimiento de gases de efecto invernadero nos muestra que la electromovilidad junto con la conversión de la industria a la electricidad son oportunidades de ahorro energético y reducirían enormemente y de manera costo efectiva nuestras emisiones globales. A modo de ejemplo, un análisis del Ministerio del Medio Ambiente muestra que pasar de un vehículo a gasolina a uno eléctrico hoy reduce las emisiones de CO2 entre un 85% y un 90%.

Es ahí donde debemos poner el foco, y donde está el desafío futuro.

Como industria de generación estamos preparados para enfrentar los nuevos y profundos desafíos que aún tenemos por delante para seguir promoviendo una energía eléctrica segura, confiable, resiliente y competitiva, lo que deberá seguir siendo una prioridad central para un nuevo gobierno y nuestra industria.

Estamos convencidos de que la electrificación de la matriz energética es probablemente la mayor oportunidad ambiental y de productividad que tenemos como país. Debemos aprovechar al máximo nuestra riqueza y diversidad de fuentes de energía renovable y que sus beneficios en menor contaminación, mayor eficiencia energética y productividad puedan llegar a todos y avanzar así hacia un desarrollo mucho más inclusivo y sustentable de Chile.

Claudio Seebach
Vicepresidente Ejecutivo
Generadoras de Chile

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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