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¿Qué celebraba el gerente general de AFP Capital? Sus comisiones son las terceras más altas de la industria

¿Qué celebraba el gerente general de AFP Capital?

Héctor Cárcamo
Por : Héctor Cárcamo Periodista El Mostrador Mercados
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La gestora que dirige el cuestionado Eduardo Vildósola no ha logrado repuntar significativamente en rentabilidad, tampoco en números de afiliados ni en montos bajo administración. Con cambios reiterados en el área de inversiones, solo sus utilidades lograron elevarse en 2016, pero con un factor impositivo determinante.


El complejo momento que vive el gerente general de AFP Capital, Eduardo Vildósola, tiene a la industria tensionada. A tal punto, que el propio presidente de la Asociación de AFP, Andrés Santa Cruz, criticó la conducta del ejecutivo y el Gobierno en masa salió a cuestionar la cuestionar la conducta de la entidad.

El video de Vildósola celebrando en un yate en Cancún, México, gatilló una investigación de la Superintendencia de Pensiones e incluso forzó al presidente de la AFP a salir a hacer un «mea culpa» y pedir disculpas públicas.

Sin embargo, hasta ahora, no se ha indagado en las causas de la celebración, en un contexto en que las entidades privadas están expuestas a masivas críticas en medio de la tramitación del proyecto de ley que modifica el sistema de pensiones y crea un pilar de tipo reparto paralelo al de capitalización individual. Al menos los números parecen no justificar los más de $ 70 millones que –según la propia entidad– desembolsaron en el viaje a Cancún.

Capital se llama así desde que en 2011 el grupo colombiano Sura compró las operaciones de ING en la región, incluyendo a la AFP.

Aunque las perspectivas del negocio parecían prometedoras y, de hecho, las ganancias de la entidad, al igual que sus pares del sector, así lo parecen justificar –en promedio, en la última década, las AFP han ganado casi US$ 500 millones anuales–, lo cierto es que Capital en particular no ha sido precisamente rentable para el grupo colombiano.

Aún más, la evolución de su participación en el negocio de gestión de los fondos previsionales, evidencia una importante caída en su relevancia en el sector. Ni en rentabilidad (con excepción del año 2015), ni en número de afiliados, ni siquiera en activos gestionados, la AFP ha tenido un desempeño destacado.

Y en su último año, sus ganancias fueron explicadas, en su variación, principalmente por efectos tributarios, un «goodwill» antiguo, y en particular el efecto de la disolución de la empresa que administró los fondos de cesantía y que fue reemplazada por otra sociedad de similares accionistas.

Cuesta abajo

AFP Capital es el nombre de la entidad que proviene de la fusión de dos antiguas administradoras: Santa María y Bansander. La última es clave, pues de dicha gestora –cuando estaba en manos del banco español Santander– proviene Vildósola y, en efecto, el actual gerente de inversiones, Francisco Guzmán, fue ejecutivo de dicho grupo.

Santa María estuvo hasta 2011 en manos del grupo ING, aunque en 2007 fusionó sus operaciones con Bansander. Consolidadas en 2008, debutaron en el peor de los momentos. El Fondo A perdió un 40% de su valor en ese año en que el sistema financiero estadounidense colapsó, algunos bancos y compañías de seguros quebraron y el sistema de pensiones administrado por las AFP vio caer, desde casi US$ 110.000 millones hasta cerca de US$ 70 millones, los ahorros de los trabajadores chilenos.

Aunque en el Fondo A mostraron la menor pérdida de todas las administradoras, en los otros fondos sufrieron como el resto y, al cierre del año, los ahorros que manejaban representaban el 22,6%, lo que les permitía instalarse como terceros de mercado, tras Habitat (24,5%) y Provida (30,8%).

De hecho, las rentabilidades también jugaban mayoritariamente a su favor. De los cinco multifondos creados por el Gobierno de Ricardo Lagos en 2002, Capital lideró los rankings de retornos desde septiembre de 2002 a 2008 en los Fondos A y B, los dos más riesgosos del sistema, puesto que invierten entre 60% y 80% de los ahorros en renta variable, típicamente acciones. En los fondos conservadores no eran los mejores (cuarto en el C y tercero en el D y E), pero se mantenían en la parte superior de las cinco AFP, que en 2010 pasaron a ser seis (con la llegada de Modelo, de Andrés Navarro).

Pero la AFP comenzó a bajar su rendimiento. Cuando el grupo colombiano Sura adquiere, a fines de 2011, los activos de ING en Sudamérica, incluyendo a Capital, la AFP cerraba el año amenazada en su posición.

Aunque no se había visto una gran caída en su market share a nivel de fondos bajo administración (cayó a 22%), Cuprum se le acercaba galopante (20,5%) y Habitat se le había escapado (25,4%). Las licitaciones de afiliados iniciadas en 2009 fueron, con los años, limitando el proceso de crecimiento orgánico de las gestoras, al entregar todas las nuevas afiliaciones al sistema por dos años a quienes presentaran la comisión más baja en una licitación.

Capital no solo no ha participado en los procesos sino que jamás ha bajado su comisión de 1,44%, la tercera más alta del mercado.

Junto con ello, en afiliados la torta tampoco le ha dejado más. Al cierre de 2008, la AFP tenía 22,28% de los afiliados del sistema con 1,87 millón de ellos. Al término del primer año de Vildósola como gerente general, la cifra había bajado al 20,48% y, al cierre de 2016, apenas superaba el 16%. No ha sido la única AFP en esta situación. La arremetida de Modelo primero y AFP Planvital después, quitaron un tercio del mercado de afiliados a la competencia.

Sin embargo, esto no ha sido factor para que algunas AFP resistieran en sus cifras el cambio del mercado.

Mientras Capital redujo de 22% en 2008 su participación en el monto total de activos administrados por las AFP a 19,5% a septiembre pasado, Habitat subió de 24% a poco más de 25% entre 2008 y 2011 y, desde 2012 a la fecha, ascendió a más del 27%. En la misma línea, Cuprum tuvo un alza relevante desde 19% a más de 21% al 2014, aunque en el último año ha retrocedido a niveles cercanos a Capital, al igual que Provida, que perdió cinco puntos de mercado en una década.

Tampoco su oferta de retornos permite más atractivo. En rentabilidad, en 2008 tenía los mejores rendimientos desde la creación de los multifondos en 2002, considerando el acumulado del rendimiento de Santa María y Bansander hasta 2007 y en 2008, ya como Capital propiamente tal.

Al cierre del dramático 2008, Capital lideraba en rentabilidad desde 2002 en los fondos A y B, pero quedaba rezagada en los fondos C (cuartos), D y E (ambos terceros). Sin embargo, en los siguientes tres años, hasta el cierre de 2011, Capital ve desplomarse su rentabilidad, cayendo al último lugar en el trienio (2009-2011) en los tres fondos más grandes (A, B y C) y resistiendo mejor en el D y el E (tercero y segundo, respectivamente).

A esas alturas, la gerencia de inversiones había sufrido cambios. Entre 2010 y julio de 2012, Rodrigo Nader estuvo a cargo del área, la que dejó para incorporarse a BTG Pactual Chile, asumiendo en su reemplazo Ricardo Morgovejo, quien era gerente de renta variable en ese momento y había trabajado con Vildósola en los tiempos en que este era gerente de inversiones de Bansander.

Pero las cosas no mejoran tanto. Morgovejo deja la compañía a mediados de 2014 y, al cierre de ese año, el registro del trienio 2012-2014 lo deja en el quinto lugar de seis AFP en los fondos A, B y D, y en el cuarto en los C y E.

Vildósola juega su siguiente carta con Francisco Guzmán. Este, también ex ejecutivo del grupo Santander en Chile de los tiempos de Vildósola, quien asume el desafío de reposicionar a la AFP. Y 2015 marca el año en que esta mejora ostensiblemente su rendimiento administrando fondos de pensiones. A diciembre de 2015, Capital se ubica en el tercer lugar en rentabilidad, detrás de Cuprum y Habitat, en los fondos A y B, aunque se mantiene más rezagado en los otros.

Sin embargo, el año pasado la gestora volvió a caer al cuarto lugar en casi todos los fondos, aunque en el año en curso ha ido repuntando.

En productos voluntarios tampoco ha habido grandes éxitos. En APV, en los fondos A y B la gestora redujo su participación en saldo acumulado en los últimos cinco años desde que Vildósola asumió la gerencia general a comienzos de 2012. Entre ese año y 2016, en ambos fondos Capital bajó su market share de 22% a entre 14% y 15%.

El «goodwill» de Capital

En la última línea la AFP, eso sí, no ha decaído. En el primer semestre de 2017 aumentó en casi un 40% sus ganancias gracias al efecto del encaje, por el alza de rentabilidad en el año. Sin embargo, en 2016 dio otro salto, esta vez de 25%, en sus ganancias, aunque la causa fue tributaria.

Las utilidades de la AFP al cierre del año pasado fueron de casi $ 15 mil millones más que en 2015 y gran parte del efecto a favor estuvo dado por una disminución en los gastos en impuestos por $ 17 mil millones.

Según explica la empresa en sus estados financieros, el 23 de septiembre de 2016 la Superintendencia de Pensiones emitió una resolución que autorizó la liquidación de la sociedad que manejaba el seguro de cesantía, donde es accionista Capital y cuya gestión fue relicitada recientemente. Producto de ello, dice la gestora, recibió el monto de la inversión contable por $ 465 millones.

Sin embargo, la operación trajo aparejadas consecuencias impositivas. «En términos tributarios, el costo de la inversión ascendía a M$ 73.301.626, por lo que producto de la liquidación de la inversión se reconoció una pérdida tributaria de M$ 72.835.935», explica la AFP.

Y añade lo siguiente: «Este mayor costo tributario se produce por la asignación de un porcentaje del goodwill tributario a este activo no monetario, a raíz de la Fusión por Absorción entre las sociedades Administradora de Fondos de Pensiones Capital S.A. y Bansander S.A. de fecha 1 de abril de 2008, aprobada por la Superintendencia de Pensiones mediante Resolución N° E-197-2008”, revelando la causa de su alza en ganancias en 2016.

En abril pasado, Capital acordó, en junta de accionistas, distribuir más de 22 mil millones de pesos en dividendos.

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