Era un sistema heredado de la concesión anterior, en manos de la familia Urenda, pero que los actuales concesionarios del Aeropuerto de Santiago, los franceses de Nuevo Pudahuel, no han podido recepcionar del todo conformes.
Era un sistema heredado de la concesión anterior, en manos de la familia Urenda, pero que los actuales concesionarios del Aeropuerto de Santiago, los franceses de Nuevo Pudahuel, no han podido recepcionar del todo conformes.
Esto, porque la cinta de equipajes del aeropuerto adolece de algunas fallas, heredadas del diseño previo, que fue elaborado por los controladores anteriores en acuerdo con el Ministerio de Obras Públicas (MOP).
Dentro de los cuellos de botella que se han detectado, es que esté diseñado para soportar en condiciones óptimas hasta 6 mil maletas. Hasta ahora, el pack ha sido de solo 3 mil, pero es ahí cuando se generan algunos problemas. La posición de las maletas, la revisión manual de las mismas por parte de la entidad encargada de ello, la Dirección General de Aeronaútica Civil (DGAC), los equipos de rayos X y la coordinación de todo ese proceso con la salida de vuelos de las aerolíneas, ha implicado que se haya viralizado un aumento de reclamos por pérdidas de equipaje.
Desde Nuevo Pudahuel aclaran que en rigor “lo cierto es que, si una maleta entra en el sistema de manejo de equipaje, no se va a perder, dado que este sistema es un sistema de transporte que integra las maletas que las aerolíneas le entreguen y que envía, después de haber hecho los controles de seguridad de la DGAC, estas maletas a cintas en las cuales las aerolíneas las recuperan para llevarlas al avión. Lo que puede ocurrir de manera excepcional es que por razones de saturación puntual o de tiempo adicional de control por las reglas aplicables en la seguridad de la aviación, una maleta se puede quedar más tiempo en el sistema y no llegar a tiempo para alcanzar el avión”.
Los problemas, en todo caso, se remontan a cuando recibieron la concesión por parte del MOP. El sistema de equipajes que debía ser entregado por los anteriores administradores no estaba listo. Así, lo recepcionaron oficialmente en diciembre de 2016, con un año y medio de retraso. “Se acordó con las autoridades que operaríamos el sistema y revisaríamos si su funcionamiento se apegaba a las capacidades técnicas comprometidas”, explican desde Nuevo Pudahuel.
Pero como no operaba del todo bien, entonces la diferencia se resolverá mediante una auditoría por parte de peritos independientes. “Como se detectaron algunas dificultades se tomó la decisión de recurrir a un experto independiente para evaluar el sistema a la luz de sus especificaciones originales y emitir recomendaciones para mejorarlo”, añaden desde el aeropuerto.
Desde la Coordinación de Concesiones del Ministerio de Obras Públicas explican que el sistema que está actualmente operativo es un upgrade desarrollado por la concesión anterior y que se encargó dicha auditoría con la finalidad de revisar el funcionamiento del sistema de manejo de equipajes en el Terminal 1 y proponer medidas de corto, mediano y largo plazo para optimizar el sistema. Se espera que las conclusiones del trabajo estén listas de acá a diciembre.
Mientras tanto se está tratando de reducir el nivel de fallas de la cinta de equipajes, mediante coordinaciones con las aerolíneas, Nuevo Pudahuel y la DGAC.
¿Quién se hará cargo de los costos de tener que inyectarle recursos al sistema? Pues bien, será una negociación que deberá darse entre el MOP y Nuevo Puhaduel, dado que no era una obra contemplada originalmente en las bases de licitación.
