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Déficit de talento dificulta extracción de litio para baterías en Argentina y hace más difícil que compita con Chile

Déficit de talento dificulta extracción de litio para baterías en Argentina y hace más difícil que compita con Chile

Los proyectos han enfrentado dificultades climáticas y de financiamiento impredecibles. Pero la mayor barrera al desarrollo es quizá la escasez de trabajadores cualificados.


En la carrera mundial por apoyar la revolución de los autos eléctricos, Argentina, zona activa para el litio, enfrenta un déficit de talento.

Los fabricantes de baterías dependen de los salares de altura del país sudamericano como nuevo suministro clave del metal, en tanto enormes depósitos y un gobierno abierto a la inversión atraen a buscadores y desarrolladores. Con el presidente Mauricio Macri, Argentina tiene ambiciones de convertirse en una superpotencia en litio, abasteciendo un 45 por ciento del mercado, en comparación con un 16 por ciento en la actualidad.

Los proyectos han enfrentado dificultades climáticas y de financiamiento impredecibles. Pero la mayor barrera al desarrollo es quizá la escasez de trabajadores cualificados.

“En Argentina, todos quieren ser abogados o médicos”, dijo Miguel Ángel Persoglia, que ha trabajado en proyectos relacionados con el cobre y la plata y ahora encabeza las operaciones piloto en Minera Exar SA, una empresa conjunta entre Lithium Americas Corp. y Sociedad Química y Minera de Chile SA. “No hay personal técnico” para el litio.

Esta escasez de experiencia local puede considerarse un problema creciente en una industria nueva, que se ve exacerbado además por la competencia de otros sectores, como el gas no convencional, en tanto la desregulación bajo la presidencia de Macri contribuye a hacer arrancar la economía.

Hasta hace dos años, la única compañía que extraía litio a escala comercial de los salares argentinos era FMC Corp., con sede en Estados Unidos, que comenzó la explotación en el salar Hombre Muerto en 1997. Orocobre Ltd. de Australia se convirtió en el segundo productor del país en 2015.

El emprendimiento SQM-Lithium Americas en los salares de Caucharí-Olaroz a unos 4.000 metros (13.000 pies) sobre el nivel del mar en la provincia de Jujuy proyecta comenzar a producir carbonato de litio a un ritmo anual de 25.000 toneladas en 2019. Decenas de otros proyectos se encuentran en etapa inicial.

Argentina se propone tomar cuota de mercado de su vecino Chile, donde los potenciales productores necesitan la autorización de la comisión de energía nuclear debido a una decisión de 1979 de declarar “estratégico” al litio.

Extraer litio del agua salada es más barato y fácil que la minería en roca dura. Los productores perforan buscando salmuera, luego extraen el líquido mediante mangueras gigantes y lo descargan en lagunas de evaporación color turquesa. Lo que queda se procesa como carbonato de litio.

Pero empresas como Orocobre comprobaron que el proceso es más difícil de lo que creían. La compañía con sede en Brisbane, Australia, que opera en Caucharí-Olaroz en asociación con Toyota Tsusho Corp., menciona la falta de conocimientos y experiencia de ingeniería como un factor que no le permitió alcanzar una meta de producción de más de 15.000 toneladas durante el año anterior a junio. Dado que el tiempo nuboso también dificulta la evaporación y las tormentas de nieve impiden el arribo de sustancias químicas importadas clave, la producción alcanzó unas 11.900 toneladas.

“No se puede generar know-how de la noche a la mañana”, dijo Cristian Saavedra López, un chileno que dirige la explotación de litio de Orocobre en Argentina. La compañía lleva alrededor de dos años trabajando con la Universidad Nacional de Jujuy para capacitar a los empleados actuales y a estudiantes que puedan solicitar empleo en la mina, dijo Saavedra López.

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