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Economía brasileña creció 1% en 2017 tras dos años de profunda recesión

Economía brasileña creció 1% en 2017 tras dos años de profunda recesión


La economía de Brasil, impulsada por el aumento del consumo y de la producción agropecuaria, creció un 1 % en 2017, con lo que puso fin a la profunda recesión de los dos años anteriores, informó hoy el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE).

El resultado representa el fin de la grave recesión de los dos años anteriores, después de que la economía brasileña se contrajera un 3,5 % en 2015 y otro 3,5 % en 2016, con lo que encadenó dos resultados negativos por primera vez desde la década de 1930.

La previsión de los economistas del mercado es que esa recuperación se mantenga y que la mayor economía de Sudamérica alcance un crecimiento del 2,89 % en 2018 y del 3,0 % en 2019.

La expansión de 2017 fue la mayor en los últimos cuatro años, desde el 3 % en 2013, ya que en 2014 la economía brasileña tan sólo creció un 0,5 %. El índice, sin embargo, aún está lejos del 7,5 % alcanzado en 2010, cuando Brasil era considerado como una de las grandes promesas entre las economías emergentes.

Según el organismo estatal, el Producto Interior Bruto (PIB) de Brasil sumó 6.559,9 billones de reales (unos 2.049,9 billones de dólares) en 2017, con lo que la renta per cápita del país se ubicó en 31.587 reales (unos 9.870,9 dólares), con un aumento del 0,2 % en términos reales (ya descontada la inflación).

La recuperación económica de Brasil fue impulsada principalmente por el sector agropecuario, cuya producción se expandió el año pasado en un 13 % gracias a la cosecha récord de granos alcanzada por el país, seguida por el sector servicios (+0,30 %).

La industria se mantuvo estable (0,0 %) pero la retomada de la producción en las fábricas tras casi tres años de contracción es señalada como una de las razones que ayudaron a la economía brasileña a recuperarse.

El fuerte crecimiento del sector agropecuario fue impulsado principalmente por el aumento del 19,4 % de la cosecha de soja y del 55,2 % de la de maíz, que son, en ese orden, los dos granos más sembrados en el país.

El otro factor que permitió la recuperación de la economía brasileña el año pasado fue el consumo de las familias, que aumentó un 1 % en comparación con 2016 (cuando cayó un 4,3 %), facilitada por la caída de la inflación a su menor nivel en varios años, la reducción de las tasas de interés a niveles históricos, el aumento del crédito y la elevación de la renta de los trabajadores.

El consumo de las familias es el responsable por el 63,4 % del PIB brasileño cuando se mide por la demanda.

También ayudó a impulsar la economía el superávit comercial récord registrado por Brasil el año pasado.

La tasa de inversión en el país, cuyo bajo nivel es señalado por los analistas como una de las razones que impiden a Brasil crecer con todo su potencial, bajó desde el 16,1 % del PIB en 2016 hasta el 15,6 % en 2017.

En el último trimestre de 2017 la economía de Brasil creció un 2,1 % en comparación con el mismo período de 2016 y un 0,1 % frente al tercer trimestre del año pasado, con lo que acumuló su cuarto resultado positivo consecutivo y dejó claro el fin de la recesión.

En el último trimestre la industria creció un 0,5 %, los servicios un 0,2 % y la agropecuaria se mantuvo estable en la comparación con el tercer trimestre.

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