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Ignacio Briones y el legado energético de Bachelet: «Fue el primer Gobierno que se lo toma en serio, como un tema de restricción o un cuello de botella para el crecimiento a futuro»

El decano de la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez fue embajador de Chile ante la OCDE y, antes, Coordinador de Finanzas Internacionales del Ministerio de Hacienda, en el equipo de Felipe Larraín durante el primer mandato de Sebastián Piñera.


Ignacio Briones es un economista que sabe que «otra cosa es con guitarra».

El decano de la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez fue embajador de Chile ante la OCDE y, antes, Coordinador de Finanzas Internacionales del Ministerio de Hacienda, en el equipo de Felipe Larraín durante el primer mandato de Sebastián Piñera.

El economista estuvo en el comando del actual Presidente durante la campaña y conoce bien el equipo económico que tendrá como misión recuperar la inversión, avanzar en productividad y volver a crecer sobre 4%.

En una extensa entrevista que da inicio a la cuarta temporada de La Mesa en El Mostrador Mercados, Briones señala que el segundo paso de Piñera por La Moneda deber enderezar las finanzas públicas, pero a largo plazo tiene que gastar el capital político que ahorró para hacer reformas estructurales, en pos de que Chile dé el salto al desarrollo.

Estas incluyen modernizar el aparato estatal y ahondar en lo bueno que se hizo durante el Gobierno de Michelle Bachelet en materias de productividad. “Fue muy positivo», indica Briones sobre la Comisión Nacional de Productividad. «Porque podría haber sido una comisión más y haber quedado en el olvido, pero por el liderazgo de Joseph Ramos y una apuesta de este Gobierno (de Bachelet), esto se posicionó como un referente relevante”, agrega.

Cree que otra prioridad del nuevo Gobierno debería ser una reforma laboral del siglo XXI, que refleje la realidad del mundo actual.

En la entrevista, el economista también hace una radiografía profunda a los cuatro años de Bachelet y su agenda reformista.

Lo bueno del Gobierno de Bachelet: “Si bien no estaba en la agenda, todo lo que se avanzó en materia de probidad y transparencia, liderado por Eduardo Engel. Uno podrá coincidir más o menos con ello, pero el paquete global a mí me parece acertado y eso permitió tener una agenda potente que para el futuro es tremendamente relevante”.

Agrega que “si uno se retrotrae 6, 8, 10 años, es evidente que la separación de dinero y política no era clara.
Esto toda la elite lo sabía. Hoy día nos pegamos un mazazo y se evidenció en todos los sectores. Y nadie puede discutir el hecho de que separar dinero de política es algo deseable y creo que eso es una parte relevante que ha hecho este Gobierno”.

También destaca lo que se realizó en el tema de energía. “Este fue el primer Gobierno que se toma en serio el tema energético, como un tema de restricción o un cuello de botella para el crecimiento a futuro”, sostiene.

Admite que «en el primer Gobierno del Presidente Piñera esto no fue una prioridad y hay que reconocerlo con
todas sus letras. De hecho, si uno recuerda, hubo varios ministros de Energía y eso algo te dice. Hay que reconocerles a la Presidenta Bachelet y al ministro Pacheco el liderazgo en esta materia”.

Y, en tal sentido, plantea que la nueva administración y la ministra Jiménez «lo van a tener que tomar con la misma energía, porque esto generó un momentum que demuestra que se puede, que se puede avanzar, se pueden lograr acuerdos, se pueden limar lomos de toro. Yo creo que eso es súper positivo para Chile”, enfatiza.

Lo malo de Bachelet: “El desempeño económico yo creo que no cabe duda que fue mediocre, por decirlo suavemente. Fue malo. Eso te limita para hacer reformas porque, en el fondo, no tienes recursos para hacerlo. Tuvimos un desempeño económico malo apalancado en una inversión que no dejó de caer, con factores externos e internos, aunque ese debate está un poco trillado. Yo creo que es una combinación de ambos”.

“Lo otro malo es que el Gobierno apostó, legítimamente, por ceñirse muy fuertemente a su programa, que está bien, hay que honrar la palabra, pero en la política uno no puede ser voluntarista, y este Gobierno pecó de eso en muchos temas, en el sentido de pasar la aplanadora aprovechando que tenía la mayoría en el Congreso”, apunta.

Y sentencia que, a pesar de la reforma educacional, «seguimos teniendo el problema de que tu cuna determina tu posición futura. Eso debiera removernos y es un escándalo», afirma.

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