Doctor en Economía de la Universidad de Barcelona, planteó por primera vez, en 1998, que los estados deberían pagar una renta universal que asegure la subsistencia material de sus ciudadanos. Algo que tiene ensimismadas a las personas: vivir para intentar cubrir sus necesidades más básicas. Asegurar un «piso» para garantizar esa máxima modificaría, a su juicio, todos los esfuerzos del aparato público por promover una economía más igualitaria.