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El aumento del precio del Malbec revela una inflación argentina del 24%


La inflación de Argentina, que es la más alta de la región, está elevando los costos de producción y encareciendo las exportaciones, del vino Malbec a los textiles, alimentando las versiones de que la presidente Cristina Fernández de Kirchner devaluará la moneda para impulsar el crecimiento económico.

El costo de una botella de Malbec vendida en los Estados Unidos aumentó alrededor de un 10 por ciento en el último año, según Alex Guarachi, máximo responsable ejecutivo de TGIC Importers de Woodland Hills, California, lo que refleja el incremento de los costos para los productores y una inflación estimada en el 24 por ciento. Los fabricantes de todo el país se enfrentan a aumentos salariales negociados por el gobierno del 26 por ciento, lo que torna menos competitiva la industria nacional.

Los pronósticos que anunciaban el menor crecimiento económico desde 2009 contribuyeron a llevar el rendimiento adicional que exigen los inversores para comprar bonos argentinos en dólares en lugar de bonos del Tesoro estadounidense a 11,08 puntos porcentuales ayer, el más alto entre los grandes mercados emergentes cuya evolución sigue el índice EMBIG de JPMorgan Chase Co. Fernández debe devaluar el peso un 35 por ciento para que las exportaciones vuelvan a ser competitivas, explicó Daniel Volberg, economista de Morgan Stanley.

“Las autoridades tienen que ajustar la política y el ajuste más probable será uno nominal del tipo de cambio”, opinó ayer Volberg en una entrevista telefónica desde Nueva York. “Hay un número limitado de políticas insostenibles que uno puede manejar al mismo tiempo”.

Volberg redujo la semana pasada su pronóstico de crecimiento para Argentina de 3,1 por ciento a 2,4 por ciento este año, el más bajo desde que el gobierno informó una expansión de 0,9 por ciento hace tres años. Rebajó su cálculo para 2013 de 3 por ciento a 0,5 por ciento.

Precios más altos

Las ventas de vinos argentinos que habían tenido un precio de US$10 o menos en los EE.UU. se están estancando en tanto los productores elevan los precios para compensar el aumento de los costos, explicó Guarachi. Los viñateros absorben márgenes de ganancia más bajos por las botellas de vino más caras, que siguen vendiéndose bien, agregó.

“El consumidor dice: ‘Un momento, esto lo compraba por US$9,99 y ahora está a US$11. Voy a probar otra cosa’”, dijo Guarachi en una entrevista telefónica. “Empezamos importando vinos argentinos hace unos 18 años y siempre significó cierto desafío por la locura de inflación que tienen”.

Aunque el peso se debilitó 32 por ciento en los últimos cinco años frente al dólar, la mayor caída de América Latina, ese descenso no ha seguido el ritmo de la inflación que, según los políticos y los economistas, comenzó a alejarse de los datos oficiales en enero de 2007. El gobierno el 13 de junio informó que los precios al consumidor subieron un 9,9 por ciento anual, menos de la mitad del 24 por ciento anual que calcula Morgan Stanley.

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