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Destacado de la semana: Raphael Bergoeing hace ruido a seis meses de su debut: Ahora ‘pautea’ al BC para regular al retail

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Héctor Cárcamo
Por : Héctor Cárcamo Periodista El Mostrador Mercados
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Raphael Bergoeing, superintendente de Bancos e Instituciones Financieras está pisando algunos callos en el sector. Desde que asumió en enero pasado ha hablado poco, pero cuando lo ha hecho, ruido hubo.

En forma inédita fue activo la semana pasada, tirándole las orejas a Andrónico Luksic por las fallas del Banco de Chile en el envío de cartolas a sus clientes y lo multó con $ 50 millones.

Su rol de sheriff financiero hizo reaccionar al ‘sheriff’ del consumidor, el director del Sernac, Juan Antonio Peribonio, quien no quiso ser menos y obligó al banco a compensar con $ 1.300 millones a los más de 50 mil afectados.

Antes había denunciado a la justicia a Cumplo.cl, del ex asesor de Gobierno, Nicolás Shea, por intermediar créditos, sin ser banco y también llevó a los tribunales a Manuel Cruzat por no traspasar a Falabella lo que pagaban los clientes de la multitienda en sus cajas.

La semana pasada agregó otra joyita. Se adelantó al Banco Central, diciendo que éste anunciará en un mes nuevas atribuciones para la Superintendencia de Bancos para regular al retail financiero, desempolvando una disputa entre ambas entidades que se desató hace un año a propósito del escándalo de La Polar.

El 18 de julio de 2011, el entonces vicepresidente del Banco Central, Enrique Marshall asistió a la comisión de la Cámara de Diputados que investigaba el caso La Polar y refutó al superintendente de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF), Carlos Budnevich, quien había dicho que no tenía atribuciones para fiscalizar a la multitienda más allá de los informes de la auditora externa.

«La Superintendencia tiene facultades de fiscalización, más allá del informe que se exige de un auditor externo, porque una labor de fiscalización tiene varias etapas… la fiscalización va más allá de lo que puedan estar aportando los auditores externos, por la vía de emitir un informe o de verificar los estados financieros”, afirmó Marshall, desatando el enojo de Budnevich, quien meses después dejó el cargo.

La semana pasada, Bergoeing, reabrió el capítulo al ‘adelantarse’ al BC, anunciando las nuevas atribuciones que le dará para supervisar a la industria del retail, según dijo, en un mes más.

La jugada de Bergoeing no pasó inadvertida, ni para el Central ni para el retail. Tras el caso La Polar todos los reguladores trataron de liberarse de responsabilidades.

Y los anuncios de Bergoeing reabren las dudas sobre la calidad de la normativa dictada por el BC en marzo de 2006 en concomitancia con la Superintendencia de Bancos.

De hecho, es sintomático que Marshall fuera justamente titular de la SBIF hasta agosto de 2005, por lo que integró el trabajo de elaboración de tales disposiciones.

Esta vez Bergoeing reveló que el Central decidió ampliar el perímetro de supervisión de la SBIF para los emisores de crédito no bancarios y que se aplique uno similar a las instituciones reguladas por la Ley General de Bancos (LGB); en simple, que les supervise como a los bancos.

Hasta ahí todo bien. Incluso, tras el estallido del Caso La Polar, Budnevich pudo meter a sus fiscalizadores a las oficinas de todas las multitiendas por tres meses, algo inédito en la industria, sin encontrar nada raro.

Pero Bergoeing tiró el tejo más allá y aventuró que además de realizar supervisión in situ ( en las oficinas) del retail, podrían realizar exigencias de capital y liquidez, evaluar el nivel de provisiones de cada empresa, aunque eso, reconoció se verá “caso a caso”, dependiendo del análisis que realicen de la gestión de riesgo de cada emisor de tarjetas del retail.

Las alarmas se encendieron no sólo en los pasillos del retail. Algo de ruido circuló por las oficinas del Central.

Fuentes que conocen la negociación señalan que el BC y la SBIF llevan más de tres meses trabajando en los cambios a la normativa. El primero ya envió un borrador, que en lo esencial dice que los emisores de crédito no bancario quedarán bajo el paraguas fiscalizador de la Superintendencia.

Esto vendría a corregir las diferencias de interpretación que plantearon Marshall y Budnevich en el caso La Polar, por lo que no es cómodo para el BC, recalcan fuentes que conocen del trabajo realizado, ya que evidenciaría que la norma anterior no era clara.

El borrador del Central, afirman las fuentes, apuntaría a ajustes en las exigencias de capital y reservas técnicas al retail y eliminaría la distinción entre emisores que paguen al comercio asociado antes o después de tres días.

Para el caso de emisores de tarjetas extranjeras exigiría ciertos niveles de liquidez para cubrir los días de desfase hasta que paga al comercio

La SBIF ya respondió a dicho borrador y ahora se espera que el Central zanje el tema y ambos hagan públicos los cambios a la normativa para comentarios del mercado.

Con todo, las intenciones de la SBIF parecen ir más allá de las pretensiones del Banco Central. Al decir Bergoeing que pretendía hacer exigencias de capital y provisiones a las empresas de retail, generó la duda en la industria del retail sobre cuáles son sus intenciones.

Cercanos a la SBIF reconocen que al quedar las multitiendas bajo su alero, abren una puerta de autonomía para Bergoeing, que es justamente lo que preocupa al retail.

En dicha industria han reiterado que no captan dineros del público, por lo que no se les pueden aplicar las mismas exigencias de capital y liquidez que a un banco.

Sin embargo, una de las ideas que estaría estudiando Bergoeing es obligar a las multitiendas a castigar (poner provisiones) para deudas que superen un período determinado (180 días, por ejemplo), lo que podría significar costos adicionales para este sector.

La línea entre lo que el Central está dispuesto a ceder en atribuciones para la SBIF y lo que la Superintendencia pretende obtener de atribuciones para supervisar a las multitiendas, hoy parece más delgada que nunca, lo que genera suspicacias.

Fuentes cercanas al Central, no obstante, niegan que les incomode el posible ‘pauteo’ de Bergoeing y que incluso el trabajo entre ambos ha avanzado de forma positiva.

En un comunicado, el instituto emisor indicó que “tal como se ha expresado previamente y como se señaló en el Informe de Estabilidad Financiera de diciembre de 2011 el Consejo dispuso la revisión exhaustiva de la normativa para efectos de incorporar, dentro de un plazo prudente, los ajustes o perfeccionamientos necesarios que guarden relación con su mandato legal y con las facultades que le han conferido en esta materia”.

Aunque no es la única fuente de potencial conflicto para la autoridad con el retail. La Superintendencia está estudiando una propuesta para realizar modificaciones a la Ley General de Bancos, a fin de robustecer las facultades fiscalizadoras frente al retail, lo que vendría a potenciar los anuncios del Central.

No está claro hacia donde apunta dicho trabajo, pero inicialmente estaría dirigido a hacer algunas exigencias adicionales para asegurarse de que las multitiendas, en su negocio financiero, tengan un nivel de solvencia suficiente, que impida que puedan caer en incumplimientos.

Sobre todo hoy que empresas como Falabella han desarrollado un negocio crediticio en conjunto con tarjetas de crédito que tradicionalmente usan los bancos, como Visa (en el caso de CMR Falabella) por lo que aumentan su relación con entidades vinculadas a los bancos como Transbank y extienden sus actividades de financiamiento a terceros.

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