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Reino Unido, el socio esquivo de la Unión Europea


¿Cómo se ajusta Reino Unido a los planes de la Unión Europea (UE) de mayor integración económica y política?

Muchos eurodiputados británicos quisieran que el primer ministro, David Cameron, convocara un referendo de permanencia o retiro de la UE.

Las encuestas de opinión sugieren que muchos de los votantes británicos están desilusionados con el bloque.

La BBC conversó con varios políticos y analistas europeos sobre el papel de Reino Unido dentro de la UE y sobre un eventual retiro de los británicos del bloque.

Reino Unido debería permanecer dentro de la UE, pero no debería interferir o criticar a otros países miembros desde los márgenes, sin asumir un compromiso completo.

La membresía de Reino Unido es de interés para británicos y europeos. El mercado único beneficia enormemente a la economía británica y la UE es de lejos el más grande socio comercial de los británicos, recibiendo más del 50% de las exportaciones de este país.

Sin embargo, los británicos se han asegurado acuerdos de inclusión o exclusión en varios aspectos de la UE, como el euro, el acuerdo de Schengen o cuestiones de justicia y política interna, algo que demuestra que el país no están del todo cómodo con lo que hace la UE y que en algunas áreas continúa siendo un socio renuente.

Respecto a un posible referendo, está claro que Reino Unido tiene que cambiar su actitud sobre la integración europea y decidir si quiere seguir siendo un participante desde afuera o asumir compromisos integrales. Para algunos, su participación bajo esas condiciones lo convierte en un agente externo.

Respecto al presupuesto de la UE, estoy totalmente en desacuerdo con el punto de vista británico. Al igual que ese país, el resto de la UE desea impulsar el crecimiento económico y desarrollar una economía basada en bajas emisiones de carbono. Es precisamente por ese interés que la UE financia la investigación y la protección del medio ambiente, e invierte en economía digital y ayuda al desarrollo.

En un mundo globalizado, Reino Unido arriesgaría mucho quedándose solo. Su influencia podría decaer si se separa geográfica y políticamente de sus aliados continentales.

Herve Mariton, conservador francés, eurodiputado

Jugar con la idea del referendo es peligroso. La gente puede hablar de la salida de Reino Unido sin en realidad medir las consecuencias que implicaría. Si son cada vez más las decisiones que se toman sobre la base europea, Reino Unido tendrá que admitir que se retiró sin que la gente tomara la decisión con claridad.

Estoy de acuerdo con Reino Unido en el tema de la devolución de poderes desde Bruselas. Son varios los asuntos que deben tratarse a nivel nacional. Hay temas que no llegan a tener la dimensión internacional que se les da.

Por ejemplo, ¿qué tiene que ver con Europa que los agricultores franceses tengan que lidiar con los lobos en los Alpes franceses? Ese no es un asunto europeo.

La eurozona tiene una lógica federalista, debemos admitirlo ahora. Eso nos ayudará a ajustar las cuentas de nuestras democracias. La situación de Reino Unido es peligrosa; no son tantos los países que quieran que la EU sea una zona exclusivamente de comercio.

Emma Bonino, vicepresidenta del Senado italiano

Reino Unido no es el único país de la UE que tiene la idea de hacer un referendo sobre Europa o sobre la devolución de poderes desde Bruselas. Pero ciertamente es el caso más sonado y, sobre todo, el más obstinado. Al punto que muchas veces niega sus intereses nacionales.

Un hecho destacable es que la mitad de las exportaciones de Reino Unido van a la UE.

No hay que contar con que reemplazar la membresía británica con un tratado de comercio podría mejorar la situación. Cualquier acuerdo tendrá un precio; hay que preguntarle a Noruega o a Suiza sobre sus contribuciones a los fondos de cohesión de la UE para acceder al mercado único.

Reino Unido tiene mucha influencia en Europa. Serán sus líderes quienes decidan cuál es el mejor uso que le pueden dar. No está solo en su deseo de preservar el mercado único.

Ulf Sverdrup, jefe del Instituto de Asuntos Internacionales de Noruega

El retiro de Reino Unido de la UE es poco probable, pero la discusión de las alternativas es desafortunada para Europa y para los británicos.

Para la UE, un Reino Unido constructivo e influyente ha sido un gran elemento. En sus mejores momentos ha traído buenas perspectivas, métodos y enfoques.

El debate europeo en Reino Unido es también potencialmente destructivo para ellos. En lugar de discutir la forma de garantizar sus intereses en Europa, parece que la discusión pone demasiado énfasis en la importancia de los lazos formales con la UE.

La verdadera lección que debemos aprender -por ejemplo- de Noruega como país no miembro es que quizá para una nación europea moderna, con una economía abierta, no hay escapatoria al influjo de la integración europea.

La alternativa de una membresía no formal de Reino Unido en la UE es difícil de imaginar. El modelo noruego, compartido con Islandia y Liechtenstein, es complejo y costoso. La solución noruega no es la que yo recomendaría para otros países.

Derk-Jan Eppink, conservador belga, eurodiputado

Desde la perspectiva de un holandés elegido en Bélgica, es muy importante contar con Reino Unido en la UE, porque sin él el liberalismo económico estaría muerto en el continente. La UE estaría dominada por le corporativismo alemán y el estatismo francés, y habría mucho más proteccionismo.

Reino Unido está usando un momento de crisis para plantear una nueva relación con la UE, para recuperar algunos de los poderes. Algo con lo que estoy de acuerdo, Bruselas trata de ocuparse de muchas cosas la mismo tiempo.

La UE debería concentrarse en el mercado único, el comercio internacional, el medio ambiente y la política exterior. Me preocupa particularmente la unión fiscal porque generará una economía de transferencias en la eurozona, con una parte subsidiando permanentemente a la otra, y no hay apoyo público para eso.

Dejar la UE no sería bueno ni para Reino Unido ni para la UE, ya que ésta es de lejos su socio comercial más importante.

Hugo Brady, investigador irlandés del Centro para la Reforma Europea

Reino Unido cumple un papel equilibrador natural entre los grandes países. Ataja el afán del pensamiento en grupo, no tiene miedo de poner sobre la mesa verdades incómodas y en ocasiones su torpeza resulta constructiva. La República de Irlanda jamás podría hacer eso.

Irlanda es probablemente el país que más coincide con la posición de Reino Unido; estamos de acuerdo con el 80% de los puntos de su agenda europea.

Si los británicos se retiran, no será cómodo para Irlanda. La UE sería menos liberal desde el punto de vista económico sin Reino Unido. Es, además, el mayor socio comercial de Irlanda. Tenemos una zona común de tránsito, y aunque el euro es irreversible para Irlanda, sería complicado lograr una relación comercial más flexible con Reino Unido.

Radek Sikorski, ministro de Relaciones Exteriores de Polonia

Confiamos en que la genialidad de los británicos para crear instituciones ayude a la UE a construir unas instituciones más sólidas.

La posición polaca sobre el euro difiere de la británica, nosotros tenemos una derogación en el tiempo, mientras ellos tienen una opción de no ratificarlo. Nosotros suscribiremos el Tratado Fiscal, tenemos derecho a ser incluidos en esas discusiones, porque algún día seremos miembros del euro.

Nos gustaría tener a Reino Unido a bordo porque es un país importante; un guardián de las reglas liberales dentro del mercado común. Polonia lamentaría mucho perderlo porque hemos sido amigos y aliados por muchos años y valoramos sus aportes.

Sería preferible que los políticos británicos construyeran un argumento patriótico sobre la utilidad de la UE para Reino Unido, porque sus patrones de comercio y sus intereses políticos están en Europa. Podemos lograr mucho juntos.

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