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La extraña conexión entre un departamento en el edificio donde vivía John Lennon y la crisis portuguesa

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La venta de un departamento en el emblemático edificio Dakota situado frente al Central Park de Nueva York no cae bien al otro lado del Atlántico en Lisboa.

El gobierno portugués planea obtener 30 millones de euros (US$38,9 millones) con la venta de un total de ocho propiedades mientras trata de evitar seguir los pasos de Grecia y pedir un segundo rescate internacional. Lo que resulta molesto no es la pérdida de un activo en un edificio entre cuyos antiguos residentes estaban John Lennon y Joko Ono sino el momento elegido, en tanto los aumentos de impuestos por valor de 3.700 millones de euros propuestos para el año que viene provocaron protestas en todo Portugal.

“¿Recién ahora el gobierno piensa en vender departamentos de varios millones de dólares?” preguntó Antonio Pires, de 55 años, propietario de un restaurante ubicado cerca de la Avenida da Libertade, la más importante de Lisboa. “Todo esto es ofensivo para los contribuyentes.”

Conforme la crisis de deuda de Europa entra en su cuarto año, los países en peligro de más debacles financieras siguen tratando de demostrar a los inversionistas y los electorados castigados por las medidas de austeridad que sus acciones para reactivar la economía no son sólo cosméticas. El costo del endeudamiento a diez años casi se duplicó a 8,02 por ciento en Portugal desde fines de 2009.

El primer ministro Pedro Passos Coelho elevará los impuestos por tercer año para intentar cumplir con las metas de déficit en tanto la deuda del país será igual al 122 por ciento del producto interno bruto en 2014. Aunque planea reducir el gasto en 4.000 millones de euros en los próximos dos años, este aumentará a 46,8 por ciento del PIB en 2013, frente a un 34 por ciento en Irlanda, país que también solicitó un rescate.

‘Mejor tarde’

“Es fundamental que el gobierno les muestre a los portugueses cómo planea lograr que el Estado sea sostenible”, señaló el 6 de noviembre Ricardo Salgado, máximo responsable ejecutivo de Banco Espirito Santo SA de Lisboa, el mayor banco portugués que cotiza en bolsa por valor de mercado. “Mejor tarde que nunca”.

Lo que está en juego es la posibilidad de que el país escape al destino de Grecia y evite tener que renegociar con los bonistas o aumentar el paquete de rescate de 78.000 millones de euros acordado con la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional en mayo de 2011. Aunque los avances en el logro de las metas impulsaron los bonos portugueses, el peso de la deuda del Estado en la economía persiste.

“Desde el punto de vista estructural, Portugal está más cerca de Grecia que de Irlanda, que tenía una situación muy centrada en el sector financiero”, explicó André Pinheiro, que colabora en la gestión de 100 millones de euros de bonos en Orey Financial IFIC de Lisboa. “No puede excluirse ninguna posibilidad, aunque en este momento un nuevo rescate parece más probable que una reestructuración de la deuda”.

Recuperación de los bonos

Los bonos portugueses, considerados como grado de no inversión por las tres principales compañías calificadoras de crédito, arrojaron un 50 por ciento, incluido interés reinvertido, este año, el nivel más alto entre 26 mercados rastreados por índices compilados por Bloomberg y la Federación Europea de Sociedades de Analistas Financieros.

Esas alzas, que se comparan con el 30 por ciento en el caso de la deuda irlandés, ocultan la fragilidad de las finanzas de Portugal, según Azad Zangana, economista de Schroders Investment Management.

«En términos generales, Portugal va a requerir un segundo rescate», dijo Zangana en una entrevista en Lisboa. «Portugal tendrá el respaldo del FMI, de la Comisión Europea y del BCE para prolongar la austeridad pero también para reducir el ritmo de la austeridad. Ha tenido que haber cierto espacio para recortes del gasto».

El ministro de Finanzas, Vitor Gaspar, ha estado vendiendo activos para ayudar a frenar la deuda. Estas ventas incluyen participaciones en la empresa de servicios públicos EDP-Energias de Portugal SA y en el operador de la grilla energética REN-Redes Energéticas Nacionais. También tiene planeado vender el operador de aeropuertos ANA-Aeroportos de Portugal SA así como la aerolínea nacional TAP SGPS SA.

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