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Fidelity y Schroder dicen que inversionistas en deuda venezolana no tienen nada que temer


Si a usted le gustó el retorno de bonos de 692 por ciento que ofreció Hugo Chávez durante sus catorce años como presidente de Venezuela, Fidelity Investments y Schroder Investment Management Co. dicen que no tiene nada que temer de su sucesor.

El vicepresidente Nicolás Maduro, que se hará cargo del gobierno como presidente interino y es el favorito en las encuestas para ganar las elecciones de emergencia, prometió continuar con el plan de su mentor socialista al anunciar ayer que Chávez había muerto después de una batalla de dos años con el cáncer.

Sus políticas, que incluyeron controles monetarios y la expropiación de más de mil empresas, disuadieron a muchos inversores en bonos y mantuvieron los costos de endeudamiento del país en un promedio del 12,39 por ciento durante su presidencia, o 3,78 puntos porcentuales por encima de la deuda soberana de los mercados emergentes. Aunque Venezuela corre el riesgo de que se produzcan luchas políticas intestinas y agitación social, Fidelity y Schroder afirman que Maduro seguirá los pasos de su antecesor y continuará pagando a los bonistas para asegurarse las exportaciones de petróleo que financian la mitad del presupuesto del país. Chávez nunca incumplió un pago, entregando retornos que llegaban a más del doble del promedio regional.

“Maduro seguramente seguirá el modelo anterior y los rendimientos probablemente sigan siendo elevados a menos que haya un cambio de régimen”, declaró en entrevista telefónica Luis Martins, gerente de cartera de Fidelity en Boston que colabora en la gestión de US$16.500 millones e invierte en Venezuela desde hace casi veinte años. “Invertir en Venezuela es una cuestión de gestión del riesgo. Si, en un mundo con tasas de interés del cero por ciento, estos tipos pagan 9 o 10 por ciento, hay muy pocas cosas que lo superen”.

Envían al ejército

Maduro, que fue ministro de Relaciones Exteriores durante seis años antes de ser nombrado vicepresidente en octubre, envió al ejército y la policía para evitar estallidos de violencia luego de anunciar que Chávez había muerto en un hospital de Caracas ayer a la tarde. Maduro se hará cargo del gobierno como presidente interino hasta que se celebren elecciones dentro de treinta días, informó anoche el ministro de Relaciones Exteriores, Elías Jaua. En su último discurso público pronunciado el 8 de diciembre, Chávez pidió a Maduro que representara a su gobierno en esos comicios.

Los bonos venezolanos en dólares, cuya calificación está cuatro escalones por debajo del grado de inversión para Standard Poor’s, subieron 26 por ciento en el último año, incrementando su retorno a 692 por ciento desde la asunción de Chávez en 1999.

Los aumentos, equiparables a un 14,7 por ciento anual, superaron a los de países con grado de inversión como Brasil, cuya deuda rindió 656 por ciento, y al promedio de 370 por ciento de los mercados emergentes en ese período, según los datos que reunió JPMorgan Chase
Co.

“El punto clave es que Venezuela seguirá pagando su deuda”, dijo en entrevista telefónica desde Nueva York James Barrineau, director de América Latina en Schroder, que administra US$327.000 millones en activos. “Lo último que quieren los chavistas es crear una crisis en la economía. En la medida de los posible, tratarán de mantener las cosas como las dispuso Chávez”.

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