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Opinión: En el día del trabajador, dimensionemos el salario mínimo


Cristian Carvajal, Gerente comercial de GrupoExpro

Cuando hablamos de salario mínimo, cabe preguntarnos cuál es la dimensión actual de la fuerza laboral involucrada y a quiénes beneficia el alza que se discute anualmente.

El salario mínimo es un parámetro de protección para decir cuál será el ingreso a partir del cual se puede comenzar a contratar a empleados y que es ilegal hacerlo por valores inferiores.

Según cifras publicadas por la Superintendencia de Pensiones, de un total de 4.871.832 cotizantes a diciembre de 2012, 868.205 cotizaban por un ingreso imponible inferior a $ 200.000, representando el 17,8 %. En este porcentaje también están incluidas cotizaciones inferiores a esa cifra, ya sea porque son trabajadores independientes que cotizan hasta ahora de manera voluntaria y personas que lo hacen por cantidad de días trabajados en el mes, aunque estén contratados por el salario mínimo.

A quienes perciben menos del salario mínimo, pero trabajan de manera informal y sin contrato, la discusión legal no les toca mayormente. Bajo este supuesto, la intensa discusión acerca del salario mínimo no afecta a la proporción real de personas que lo perciben.

Dadas la condiciones económicas actuales con tendencia al pleno empleo, el aumento del ingreso mínimo solo afecta a las pequeñas empresas formales, que por condición y estructura de costo, están pagando sueldos cercanos al salario mínimo. Por ejemplo, negocios de abarrotes con uno o más empleados, pequeñas empresas de transporte, bazares y paqueterías con dependientes, administración de edificios y condominios, y empleados de oficios menores que trabajan formalmente.

La fijación del sueldo mínimo es relevante a ese nivel, pues su monto final puede generar incentivos para tener cada vez empleados informales y no incorporarlos al sistema previsional o de protección. De ahí, la relevancia de la discusión que se realiza cada año.

El aumento del ingreso mínimo a $ 200.000 o más es meramente referencial para las medianas y grandes empresas, pues éstas pagan sueldos muy por encima de este valor.

Cuando la economía funciona como lo ha hecho en los últimos años, en que se ha presentado tasas de crecimiento importantes y desempleo a la baja, el mercado laboral presiona naturalmente los salarios y lo hace al alza, ya que al estar cerca del pleno empleo, escasea la mano de obra y se hace más cara.

Las empresas que tienen empleados, los cuidan más; se anticipan a que la competencia se los lleve, elevan los salarios, mejoran las condiciones y protegen el empleo.

Como empresa proveedora de Recursos Humanos a medianas y grandes empresas, puedo dar testimonio real que un 23,9 % ha sido el alza de salario promedio en puestos de trabajo de nivel operativo entre enero 2012 y enero 2013. Por otra parte, el sueldo en medianas y grandes empresa para puestos a nivel operativo es un 47,6 % superior al salario mínimo.

Para estos trabajadores que perciben más del salario mínimo, la discusión sobre éste les afecta marginalmente, porque la base de cálculo para el pago de gratificaciones legales aumenta, pues la gratificación anual es un 25 % del sueldo con un tope de 4,75 ingresos mínimos.

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