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Invertir en propiedades gana por goleada el retorno de los «hedge funds»


“¿Por qué alguien invertiría en el mercado accionario?”

Hamilton “Tony” James levantó la vista de sus notas y miró al público por sobre el borde de sus lentes. Los inversores sentados en la sala de reuniones iluminada por arañas del hotel Waldorf-Astoria de Nueva York llevaban allí horas. Pero James hizo una pausa para que tomaran conciencia de lo que estaba preguntando. Alguien se rió. La cara de James, presidente desde 2005 de Blackstone Group LP, parecía de piedra.

La ocasión era el tercer día anual del inversor de Blackstone. La firma es la mayor administradora mundial de las llamadas inversiones alternativas, ya que gestiona US$ 218.000 millones. Dirige fondos de capital riesgo y fondos de cobertura, invierte grandes sumas en títulos de crédito y posee gran cantidad de bienes inmuebles. Una de sus propiedades es justamente el Waldorf.

Cuando James finalmente respondió su propia pregunta sobre las acciones, les dijo a los presentes que estas eran un juego de tontos comparadas con los fondos de inversión de Blackstone, que rindieron por lo menos un 15 por ciento anualizado durante los últimos 26 años, según la firma. Una buena inversión últimamente es Blackstone. Las acciones de la empresa rindieron 89,4 por ciento durante los doce meses que terminaron el 10 de junio, aunque todavía se cotizan por debajo del precio de la oferta inicial de 2007.

Las inversiones alternativas como las que gestiona Blackstone han ganado popularidad en los últimos veinte años debido a que los inversores buscaban alfa, rendimientos no correlacionados con los ofrecidos por los mercados accionarios y de bonos generales o más altos que estos.

Inversores famosos

Las personas que dirigen compañías que se especializan en inversiones alternativas como los multimillonarios Steve Cohen, Henry Kravis, John Paulson y el cofundador de Blackstone, Steve Schwarzman se han convertido en celebridades. Los activos que gestionan los fondos de cobertura se elevaron de US$ 118.000 millones en 1997 a US$ 1,87 billones este año. Gran parte de ese monto proviene de los fondos de pensiones, las donaciones de activos financieros, las administradoras del patrimonio de grupos familiares y los fondos de riqueza soberana.

Prácticamente todas las categorías alternativas sufrieron una debacle en la crisis financiera de 2007-2009, pero ninguna más grave que la de las propiedades, en tanto los precios de las viviendas y los inmuebles comerciales cayeron 40 por ciento.

Sin embargo, al recuperarse los mercados, fueron las propiedades las que tomaron la delantera. El sector inmobiliario se impone en la clasificación de alternativas de Bloomberg Markets, que muestra que los fondos comunes de inversión cerrados en bienes inmuebles (REIT, por sus siglas en inglés) que agrupan el dinero de los inversores para comprar propiedades y se venden como acciones treparon más que cualquier otra categoría alternativa en los últimos tres años. Los REIT de gran capitalización rindieron 17,3 por ciento anualizado en los tres años comprendidos entre el 31 de marzo de 2010 y el 28 de marzo de 2013, superando al capital riesgo, que rindió 15,2 por ciento.

Para encontrar las inversiones no convencionales de mejor desempeño, Bloomberg revisó sus propios índices de fondos de cobertura, fondos de fondos, materias primas y REIT. El equipo de Bloomberg Rankings también tomó en cuenta índices externos en busca de los fondos de capital riesgo de mejor desempeño, como los autos antiguos, las estampillas, el arte contemporáneo y el vino.

Las mejores apuestas iban desde los futuros de maíz y plata, que rindieron 33,8 por ciento y 20,5 por ciento anualizados en tres años, al Chateau Pavie Bordeaux y una Ferrari 250 Testarossa 1957, que hace poco se vendió por US$ 16,4 millones.

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