El plan de amnistía impositiva de la presidente Cristina Fernández de Kirchner destinado a atraer dólares ocultos para reactivar la economía y frenar la caída de las reservas fracasó en tanto sólo se declaró el 0,2 por ciento de los US$ 160.000 millones que se estima tienen los argentinos en el exterior.
Los argentinos trajeron al país US$ 341,5 millones para suscribir certificados de inversión en el sector inmobiliario desde que se inició el plan el 1º de julio, según un funcionario del Banco Central de la República Argentina que pidió no ser identificado conforme a la política de esa entidad. La cifra no incluye el monto invertido en un bono de 4 por ciento con vencimiento en 2016 cuyos resultados no se anunciaron. La última vez que el gobierno buscó traer a la Argentina los dólares ocultos fue en 2009, cuando se declararon unos US$ 4.000 millones.
Fernández, de 60 años, está tratando de alentar a los argentinos a declarar los ahorros en moneda extranjera que se guardan fuera del sistema bancario dado que las reservas, fuente principal para el pago de la deuda, caen al ritmo más veloz desde 2002. Con la caída de las reservas a US$ 34.800 millones, o sólo el 30 por ciento de la deuda vigente en moneda extranjera, el temor respecto de la capacidad de Argentina para cumplir con sus obligaciones llevó a los inversores en bonos a exigir un 13,02 por ciento para comprar sus pagarés, la tasa más alta de los mercados emergentes.
“La caída de las reservas se ha convertido en una de las mayores preocupaciones y no pueden permitirse tener otra baja de esta magnitud el año que viene”, dijo Hernán Yellati, responsable de investigación de BancTrust Co., en una entrevista telefónica desde Miami. “Lo único que va a detener el drenaje de reservas y fomentar la entrada de capitales es un cambio en las expectativas para un nuevo gobierno”.
El titular del organismo impositivo de la Argentina Ricardo Echegaray le dijo a infobae.com que el plan “no dio el resultado que esperábamos” y agregó que hay un alto porcentaje de argentinos que están acostumbrados a evadir impuestos. Fernández probablemente no busque extender el plan de blanqueo que terminó ayer, señaló.
El gobierno ofreció a los argentinos traer al banco central los dólares depositados en cuentas bancarias del exterior o guardados en los colchones a cambio de certificados llamados Cedin, que podían usarse para comprar propiedades, o comprar un bono denominado en dólares con vencimiento en 2016 que pagará una tasa de interés anual del 4 por ciento.
Norma Madeo, portavoz del Ministerio de Economía, no devolvió un llamado telefónico y un correo electrónico en los que se le pedían comentarios sobre el éxito del plan de blanqueo o los resultados de la venta de bonos.
El gobierno calcula que los ciudadanos tienen fondos no declarados que ascienden a tres veces las reservas del país en moneda extranjera. Los argentinos poseen aproximadamente uno de cada quince dólares en circulación en el mundo, según los cálculos de la Reserva Federal, el Tesoro de los Estados Unidos y el Servicio Secreto.
“El gobierno no generó incentivos para que esto funcionara”, expresó Yellati de BancTrust. “El hecho de que el titular de la agencia impositiva reconociera que fue un fracaso lo dice todo. Eso no es algo que estemos acostumbrados a oír de los funcionarios del gobierno”.
