Publicidad

Bancos desde HSBC hasta BBVA alarmados por economía brasileña a medida que se acercan elecciones


El plan de la presidenta Dilma Rousseff de aumentar el gasto antes de las elecciones de octubre pone a Brasil más cerca de su primera baja de calificación de deuda en una década, según HSBC Holdings Plc y Banco Bilbao Vizcaya Argentaria SA.

Los bonos de Brasil con denominación en dólares han bajado 11,4 por ciento este año, casi el doble de la declinación promedio de los mercados emergentes, según JPMorgan Chase Co. Los costos crediticios de la mayor economía de América Latina han subido 1,75 puntos porcentuales este año, a 4,75 por ciento, conforme Moody’s Investors Service y Standard Poor’s reducían sus perspectivas de calificación. Eso ha elevado los rendimientos por encima de los de países deudores de calificación BBB-, un nivel más baja, indican datos que recopiló Bloomberg.

HSBC dice que la probabilidad de una reducción de nota antes de las elecciones es “muy alta”, dado que Rousseff baja impuestos para impulsar la economía brasileña y mantiene los subsidios a los combustibles para contener una inflación que supera el objetivo del banco central desde hace más de tres años. Una ley que aprobaron este mes comisiones del Senado facilita el endeudamiento de los estados que el gobierno rescató en 1997, lo que indica que Rousseff no hará lo necesario para evitar una baja de calificación, según BBVA.

“No han abordado la preocupación respecto de un deterioro fiscal”, dijo Enestor dos Santos, un economista de BBVA, en entrevista telefónica desde Madrid. “Lo principal es ver si harán ajustes de la política fiscal”.

La oficina de prensa de Rousseff no contestó un llamado telefónico en el que se solicitaban declaraciones, como tampoco lo hicieron funcionarios del Ministerio de Hacienda.

Recaudación impositiva

El ministro de Hacienda, Guido Mantega, dijo el 11 de diciembre que la recaudación impositiva aumentó en noviembre al nivel más alto en 10 meses, 110.000 millones de reales (US$47.400 millones) y que el gobierno está “corrigiendo” la situación fiscal.

S&P y Moody’s, que bajaron la calificación del país por última vez en 2002, mencionaron el deterioro de las finanzas brasileñas al reducir sus perspectivas sobre la calificación crediticia del país. Brasil, cuya calificación está dos niveles por encima de basura, en BBB de S&P y en una nota Baa2 equivalente de Moody’s, dio a conocer un déficit presupuestario equivalente a 3,4 por ciento del producto interno bruto en octubre, el mayor desde 2009.

Si bien Brasil tiene un superávit presupuestario primario, que excluye los pagos de intereses, de 1,4 por ciento del PIB en el año hasta octubre, su calificación depende de la capacidad del gobierno de alcanzar su objetivo de 1,8 por ciento en 2013 y de mostrar progresos en lo relativo a política fiscal, dijo Sebastian Briozzo, un director del grupo de calificaciones soberanas de S&P, en una conferencia online el 10 de diciembre.

Moody’s y S&P se negaron a hacer más declaraciones a través de sus oficinas de prensa.

Publicidad

Tendencias