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Agresividad de Keller para reducir costos y sus planes para Chuquicamata habrían gatillado su salida de Codelco

Iván Weissman S
Por : Iván Weissman S Editor El Mostrador Semanal
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La salida de Thomas Keller de Codelco podría calificarse como una tragedia griega.

El argumento de la tragedia es la caída de un personaje importante y generalmente por un exceso de "orgullo" o arrogancia.  Y al parecer eso fue lo que habría gatillado la remoción de Keller de la presidencia ejecutiva de la minera de cobre más grande del mundo.

Fuentes que conocen la interna de Codelco, afirman que la agresividad de Keller para reducir costos y sus planes para Chuquicamata habrían gatillado su salida.

Las mismas fuentes afirman que su actitud molestó a parte del directorio y a los sindicatos.  Óscar Landerretche, presidente del Directorio, deslizó en entrevista que su remoción se produjo por desgaste.

El voto para sacarlo fue de 5 a 3, con la abstención de Landerretche.  A favor votaron   los directores Laura Albornoz, Raimundo Espinoza, Blas Tomic, Dante Contreras y Augusto González. En contra de sacarlo votaron Marcos Lima, Gerardo Jofré y Marcos Büchi.

La polémica salida de Keller generó acusaciones de que era el resultado de presiones de La Moneda y Hacienda.

"Codelco requiere un nivel de unidad que, honestamente, no observo", dijo el economista de la Universidad de Chile en La Tercera.

Afirmó que no tenía diferencias con Keller. "Me parece que Thomas Keller ha hecho un gran trabajo: detuvo una tendencia de alza en los costos, que también hay que decir, no era solamente de Codelco, sino que se produjo en toda la industria de la minería. Y algunas compañías, sólo algunas compañías, han logrado en el último año romper esa tendencia y quebrarla. Me parece muy destacable el legado de Thomas Keller en términos de lograr colocar a Codelco en el grupo de las compañías que han logrado quebrar esa tendencia (…). Sin embargo, es evidente que cuando alguien hace una contribución a una organización, se desgastan las relaciones personales. Necesariamente se tensan, se producen a veces heridas, cosas que quedan pendientes de resolver, y esa es la lógica que tienen todas las organizaciones humanas: el recambio. En Codelco enfrentamos un escenario de desafíos de inversión muy grandes y necesitamos enfrentarlos con una compañía unida. Los plazos y la dimensión de los desafíos son demasiado grandes como para que tengamos una situación tensa.

También explicó por qué se abstuvo: "Me parece que el mandato más importante del presidente del directorio es fortalecer no solamente la legalidad, sino la legitimidad del gobierno corporativo de Codelco y en particular del directorio. Me parecía que no debía manifestarme con un voto hasta que no esté resuelto el tema de Contraloría. Eso no significa que no participe en las discusiones y haga ver mi punto de vista.

Dice estar completamente consciente de que Codelco enfrenta serios problemas fiscales. "Es crítico para el país. Codelco tiene este problema de que es una fuente muy importante de financiamiento del Estado, pero a la vez necesita estas inversiones y tiene estas dificultades con el tema del endeudamiento. Necesitamos encontrar una manera de financiarlo, cómo financiarlo en el tiempo y de qué manera, con qué instrumentos. A mí me pareció eso un desafío interesante y creo que puedo contribuir a eso".

Thomas Keller, “Mr. Killer”

Keller se incorporó a Codelco en 2010. Es ingeniero comercial de la Universidad Adolfo Ibáñez, tiene un MBA de la Universidad de Chicago y ha ocupado cargos ejecutivos en el área de los recursos naturales del Grupo Shell en Chile y en el extranjero y fue presidente ejecutivo del proyecto Collahuasi por 5 años.

Cuando Keller fue nombrado como Presidente Ejecutivo para reemplazar a Diego Hernández, causó sorpresas al interior de la minera. Es una persona muy resistida en general por su forma de relacionarse. “Es arrogante, una persona que siempre cree tener la razón”, comentan dentro de la minera estatal. Haciendo un juego de palabras con su apellido, en Codelco lo apodaban "Mister Killer" en vez de Keller.

Desde que asumió, su actitud con los sindicatos fue "ustedes están para trabajar y nosotros para mandar", afirma un ex ejecutivo que hasta hace 10 meses era parte de la plana ejecutiva de la minera y que tiene a Keller en alta estima y cree que su salida es un error, a pesar de estar de acuerdo con las críticas que se le hacen a su personalidad. "Desde antes que asumiera como presidente, él ya era el único que le paraba el carro a Espinoza", explica, refiriéndose a Raimundo Espinoza, el representante de los sindicatos en el directorio.

Espinoza es conocido por sus contactos políticos y es cercano a la Nueva Mayoría. 

Agrega que "no tiene en su ADN el compromiso y sentía una responsabilidad enorme de garantizar el futuro de Codelco como líder y eso molestaba mucho a los sindicatos y algunos miembros del directorio que poco sabían del negocio minero".

Esa veta se vio la semana pasada cuando, en una entrevista con El Mercurio, Keller dijo no estar dispuesto a hacer inversiones en las cuales el pueblo chileno va a perder plata.  Señaló que los beneficios y remuneraciones actuales de los empleados no son consistentes con las promesas de rentabilidad que tiene la minera, refiriéndose a Chuquicamata.

El problema de Chuqicamata

En particular, explica que Keller les dejó claro que Chuquicamata tendría que cambiar radicalmente.

La minera de cobre a tajo abierto más grande del mundo se convertirá en una mina tradicional bajo tierra que necesitará muchos menos trabajadores y con otro tipo de habilidades. 

"Operadores de grúa, choferes de camiones, son sólo dos ejemplos del tipo de trabajadores que ya no serán necesarios. La nueva operación bajo tierra será altamente automatizada y en parte operada en forma remota. Las habilidades necesarias para esos trabajos son mucho más técnicas y especializadas. Para los sindicatos eso es difícil de tragar", afirma el ex ejecutivo de la empresa.

Agrega que la estrategia de los sindicatos era fusionar Chuqui y hacerla parte de Codelco Norte y "ahí esconder el problema y proteger a sus empleados".

Cifras gruesas indican que el costo laboral aceptando exigencias de trabajadores en Chuqui implicaría elevar en US$ 350 millones plantilla, lo que haría inviable la nueva Chuqui. Eso lo tenía claro Keller, pero en el directorio no había unanimidad y tampoco entre algunos de los ejecutivos con mejor llegada a los sindicatos.

Futuro de Codelco

En las próximas semanas el gobierno deberá decidir el plan de financiamiento para Codelco y esto podría ocurrir sin que se haya nombrado un reemplazo para Keller.

La minera necesita US$ 20 mil millones en inversiones para los próximos seis años. Sin ellas, la producción caerá en más de la mitad.

Bloomberg cita a Nic Brown, analista de Natixis en Londres, diciendo que en el mercado es sabido que ha habido tremendas tensiones entre Codelco y el gobierno chileno.

"Codelco tiene que invertir enormes montos para mantener la producción a mediano plazo y para eso necesita la ayuda del gobierno. El gobierno depende fuertemente en los ingresos del cobre. Bachelet quiere aumentar los impuestos para financiar programas sociales", dice Brown, agregando que ser el "capo" de Codelco ahora es un desafío que no muchos querrán aceptar. 

Durante el gobierno de Sebastián Piñera Codelco invirtió más de US$ 4 mil millones en los últimos dos años, usando deuda y reteniendo utilidades.

El Ministerio de Hacienda ha deslizado que una fórmula para capitalizar a la empresa sería utilizar plata de los fondos soberanos, los que ascienden a US$ 23 mil millones.

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