Las sociedades Cascadas controladas por Julio Ponce hicieron un pago anticipado de US$ 145 millones a CorpBanca y redujeron su deuda con el banco de Álvaro Saieh en casi la mitad.
Oro Blanco, Potasio y Norte Grande efectuaron un prepago que deja a Ponce con mayor flexibilidad financiera y le devuelve un poco de control sobre las acciones de las sociedades. A fines del año pasado las Cascadas adeudaban alrededor de US$ 1.175 millones a los bancos y tenedores de bonos, monto cuyo pago tienen garantizado con acciones. En total, tenían prendados papeles por alrededor de US$ 3.185 millones.
A través de hechos esenciales que enviaron a la SVS, tres de las sociedades Cascadas con las que Ponce controla SQM, informaron la importante reducción de deuda.
Oro Blanco hizo un prepago de US$ 100 millones por concepto de capital, que financió Pampa Calichera con un préstamo a una tasa de 4,20% anual.
Por separado, Norte Grande informó que hizo un prepago de US$ 15 millones, también financiado por Pampa Calichera.
Potasio pagó US$ 30 millones en forma anticipada, que lo financió con US$ 10 millones de fondos propios y el resto igualmente con un préstamo de Calichera.
Durante la peor parte de la crisis de las Cascadas, cuando no estaba nada claro si Ponce lograría concretar los aumentos de capital de Oro Blanco y Norte Grande, el polémico empresario estaba perdiendo cada vez más control sobre las acciones que posee a través de las Cascadas, ya que las tenía prendadas para garantizar los millones que les deben a los bancos.
Por ejemplo, Sandra Radic escribió en El Mercurio, en noviembre del año pasado, que Oro Blanco tenía el 42% de las 1.597 millones de acciones de Calichera-A garantizadas, debido principalmente a dos préstamos de CorpBanca por US$ 140 millones, los cuales tienen acciones prendadas en una relación de 250%, y a otro bono por US$ 100 millones, que tiene una proporción de 200%.
El prepago anunciado ayer es para cerrar ese crédito y retomar control sobre esas acciones que estaban en garantía.
Eso sí, dice la nota de El Mercurio, también es cierto que las mismas sociedades mantenían libres de toda prenda alrededor de US$ 2.142 millones en acciones en ese momento.
Las Cascadas dependen de los dividendos que reparte SQM –que es la compañía que genera ingresos a través de la venta de potasio– para que las sociedades que tienen aguas arriba paguen sus pasivos y, a su vez, distribuyan dividendos a sus respectivas controladoras. Si SQM disminuye el monto que reparte a sus accionistas, se limita el flujo hacia arriba y se requieren aumentos de capital para afrontar las obligaciones. Eso fue lo que pasó y lo que forzó a Ponce a llamar a los polémicos aumentos de capital de Oro Blanco y Norte Grande que, finalmente, logró que se aprobaran.
La nota explica que uno de los problemas es que las sociedades Cascadas tienen deudas contraídas con los bancos o los tenedores de bonos que se encuentran garantizadas con acciones de SQM o con acciones de otras sociedades, cuyos activos subyacentes son acciones de SQM.
