A Andrés Santa Cruz le tocó ser el presidente de los empresarios justo cuando las relaciones del gobierno con el sector privado viven uno de sus momentos más difíciles desde el retorno a la democracia.
Habla fuerte y dice lo que piensa. A ratos enoja al gobierno, como por su discurso en la Enade, y en otros momentos molesta a los empresarios, que lo acusan de blando por su amistosa relación con la Presidenta Michelle Bachelet y ahora con Bárbara Figueroa, la timonel de la CUT.
"Me cae bien la Presidenta Bachelet y me cae bien la presidenta de la CUT. Humanamente, cero problemas", dijo en una entrevista con la revista Qué Pasa hace algunas semanas.
Santa Cruz es de campo. Es un ex defensor de la dictadura de Augusto Pinochet; ahora se describe como un liberal de centro. Dice no estar interesado en entrar a la política y está entusiasmado con volver a sus negocios una vez que termine su periodo como líder de los empresarios.
En una extensa entrevista en ‘La Mesa’ de El Mostrador Mercados, el presidente de la CPC habla sobre la relación del empresariado con el gobierno, por qué a pesar de los esfuerzos de La Moneda aún hay tanta incertidumbre, y el peligro de no entender que estamos ante un sociedad en permanente cambio. También habla de cómo el Pentagate puso la lupa en la relación dinero y política.
La relación con La Moneda
Defendió con su característica vehemencia el rol del sector privado, explicó en detalle por qué el empresariado se siente atacado y explicó las razones detrás del clima crispado que actualmente sigue dominando la relación entre La Moneda y los gremios que él representa.
"Yo creo que lo que ocurre es lo siguiente: hoy en día en la sociedad están presentes una serie de reformas, todas en forma simultánea. Y eso, sin ninguna duda, en cualquier sociedad causa incertidumbre, causa inquietud. Aparte de eso, hemos visto que algunas de estas reformas… si bien nosotros en el sector empresarial concordamos con los fines de estas reformas, y me voy a referir una a una… Cuando se habla del tema tributario, nosotros desde el primer día dijimos que aquí nosotros tenemos que preocuparnos de tener mayores recursos para poder invertir en educación, y de calidad, y que al haber una reforma tributaria que apunta a recaudar para este objetivo, sea una reforma que tenga el menor impacto posible en la inversión y, por ende, en el empleo, y nos topamos con una reforma que era a mi juicio y a juicio de gran parte de los técnicos y economistas y distintos analistas, era una reforma que tenía un impacto mucho más grande en inversión, en crecimiento, en ahorro y también en empleo", señala.
Y prosigue: “Además de los problemas operativos. Nos topamos con una mala reforma, que si bien en el Senado se mejoró, no estamos hoy en día con una buena reforma en términos operativos. Porque el día que esta reforma se lleve a la práctica de forma completa, que va a ser el año 2017 o 2018, yo creo que vamos a ver demasiados problemas. Los técnicos me dice quen (Servicio de) Impuestos Internos va a tener que emitir más de 100 circulares aclaratorias. Eso habla a mi juicio de la poca prolijidad con que se hizo este tema y, por lo mismo, ahí ya tuvimos una primera diferencia que causó inquietud, con una reforma a mi juicio mal planteada, mal hecha en términos prácticos… primera inquietud”.
Santa Cruz añade: “Segundo: cuando se habla de la reforma educacional, todos pensamos que había que abordar una reforma educacional que se preocupara de los temas de la calidad, y aquí el país está entrampado en copago, selección, lucro, y propiedad de los colegios. Del tema de la calidad no conversa nadie".
Al respecto, se explaya: "Para mejorar la calidad, todo el mundo sabe que es fundamental lo que se hace en educación los primeros años de la vida escolar, qué se hace con el tema de los profesores, cómo podemos tener mejores profesores, cómo podemos ayudar a los que están, cómo podemos pagarles más a los que están, pero también evaluarlos, y ese tema no está", afirma, y ahonda sobre el particular: "Cómo podemos fortalecer la educación pública, que es el gran desafío, y no está. Entonces qué es lo que ha pasado: fuera de haber en forma simultánea reformas, nos damos cuenta de que además las reformas a nuestro juicio están mal planteadas. Y para coronar este panorama, se habla de reforma constitucional. ¿Y qué es lo que quiere la reforma a la Constitución?, porque nadie sabe lo que quiere cambiar".
Sobre este punto, Santa Cruz señala que "uno debería decir, 'mire, yo encuentro estas falencias en la Constitución', y yo concuerdo, por ejemplo, con lo que dice relación al sistema electoral, ese es un tema importante, el tema de financiamiento a la política también es un tema importante. También es importante cómo avanzamos más con la regionalización. Pero esos temas no están arriba de la mesa. Algunos incluso dicen que partamos de cero. Si todo este panorama que yo te he descrito no causa inquietud, no causa incertidumbre, no lesiona las confianzas, entonces no se qué las lesiona", se pregunta.
-El gobierno ha intentado tender puentes, pero se dice que cada vez que le tienden la mano, le ha llegado un cachetazo. ¿Qué puede hacer el gobierno, en términos concretos, para generar algún tipo de confianza?
-Nosotros no le hemos cerrado ninguna puerta al gobierno. Ninguna. Y quiero ser bien honrado. Una cosa es plantear francas, directas y en buenos términos cuáles son la aprensiones que nosotros tenemos y cómo vemos el panorama. Pero a todo lo que nos han convocado, de agenda público privada, reuniones, siempre estamos disponibles, y vamos a estar disponibles en cualquier circunstancia. Aunque me cierren la puerta, mil veces yo voy a ir a golpear la puerta porque a Chile le va bien cuando Chile dialoga. Cuando los chilenos buscamos el entendimiento, cuando privilegiamos los acuerdos. Así le va bien a la sociedad, así les va bien a todas las instituciones, les va bien a las familias, a los matrimonios, a las juntas de vecinos, a los clubes deportivos.
El presidente de los empresarios de Chile vuelve en varios momentos durante la entrevista al tema del diálogo. Cree firmemente que es la única forma en que se sale de la actual encrucijada, pero asegura que el gobierno dice querer tender puentes, pero manda señales confusas.
"A ver, diálogo aquí siempre ha habido. Nosotros hubiésemos preferido que nos llamaran más a conversar, si cuando uno dice a conversar, yo no le estoy pidiendo a nadie que acoja mis ideas, sino que oiga nuestros planteamientos", dice.
Y añade: "En el tema de la reforma tributaria no hubo ningún diálogo. Nosotros estábamos dispuestos a poner a disposición los mejores técnicos para que ojalá las cosas las hicieran bien. Estuvimos de acuerdo en que recaudaran las 8.300 millones de dólares, además de eso estábamos 100% de acuerdo en que los que tenían que pagar más son los que tienen más, pero de la noche a la mañana nos topamos con que había un proyecto. Esa es la verdad. Entonces el tema del diálogo no ha sido un tema nuestro. 'Vamos a conversar el tema del proyecto de aguas', y nos topamos con que el proyecto se manda", afirma.
"Entonces hay una serie de señales de que, en verdad, no somos nosotros los que no estamos dispuestos al diálogo. Nosotros vamos a estar siempre dispuestos al diálogo y, como dije, en toda circunstancia. Aunque me cierren la puerta y no me llamen", enfatiza.
Admite, no obstante, que él ha cometido errores y acepta a ratos que "el vocabulario no ha sido el correcto, en orden de propiciar un clima de diálogo y por tanto de entendimiento".
Confianza en Bachelet
Santa Cruz dice que ve señales de que se puede pasar a un escenario de mayor confianza. "Yo veo que hay una buena disposición y yo confío principalmente en la Presidenta de la República, donde estoy convencido de que ella quiere lo mejor para Chile. Puedo tener discrepancias respecto de los instrumentos de política para llevar a cabo las transformaciones que Chile requiere, todos queremos un país con menor desigualdad, todos queremos un país con menor pobreza, todos queremos un país con más educación y de calidad, todos queremos enfrentar el problema de salud. Donde están las diferencias es en los instrumentos, pero esas diferencias se conversan, se analizan, se ponen los antecedentes técnicos", precisa.
Sobre lo anterior, detalla: "Yo veo ahora que hay una disposición favorable del gobierno y una disposición favorable también de nosotros. Yo creo que faltan más caminos de encuentros y juntar más a la gente que entiende en cada materia, para buscar cuáles son las mejores políticas públicas para que afrontemos los desafíos de Chile".
El presidente de la CPC estima que es importante no demonizar a nadie para generar un mejor diálogo. "Yo no demonizo a nadie, yo creo que todos somos actores válidos. Reitero, todos tenemos parte de la verdad, nos falta más voluntad de diálogo, pero lo que hay que dejar de lado son las caricaturas, de lado y lado".
La Nueva Mayoría y el empresariado no se conocen
Santa Cruz reconoce que uno de los factores detrás de la desconfianza que existe actualmente entre el gobierno y el sector privado radica en que las nuevas generaciones de empresarios y de políticos de la Nueva Mayoría que acompañan a la Presidenta en su segundo mandato no se conocen. Son el reflejo de la sociedad segregada en que vivimos, sostiene.
"Yo creo que eso es un buen análisis. Aquí falta que todos nos conozcamos más. Eso es verdad, aquí se crean estereotipos. De que hay segregación en la sociedad chilena, hay segregación; el que diga que no, está faltando a la verdad. Pero todos los mundos tienen cosas muy valiosas. Aquí lo importante es hacer conversar a todos los mundos y tratar de entender la realidad del otro. Ponerse en el asiento del otro", manifiesta.
Y agrega, asimismo, lo siguiente: "Yo hoy día tengo la suerte de tener una muy buena relación con la directiva de la CUT, y he podido apreciar la capacidad, la inteligencia de actores sociales que no estaban dentro de lo que yo veía regularmente. Tengo puntos de vista muy diferentes en muchas partes. Tengo diferencias con ellos, pero también hemos encontrado puntos de encuentro y eso es valioso, por eso yo te digo, la esencia de todo esto es que nosotros nos demos cuenta de que no somos poseedores de la verdad, que la verdad la construimos entre todos, que la inteligencia la tienen todos los chilenos, independiente de su condición social o económica y que la manera de sacar adelante al país es de que nos oigamos y que no tengamos uno o dos monólogos".
El empresariado y el Nuevo Chile
-Todas las instituciones en Chile están siendo cuestionadas por una sociedad más empoderada, y el empresariado chileno no se escapa a las críticas que partieron con la Iglesia, con los políticos, etc. ¿Cómo ve al empresariado enfrentando a este Nuevo Chile?
-Lo más importante aquí es que yo creo que no hay una sociedad que cambió, sino que es una sociedad que está en permanente cambio. Eso es muy importante, porque hay gente que dice que la sociedad cambió… ¡No, mi amigo! La sociedad está en permanente cambio, la foto de hoy no es la foto de mañana.
Santa Cruz cree que las empresas están avanzando en ese sentido y se están dando cuenta de que "es fundamental para poder ser empresario y para poder desarrollar su negocio… hay que estar consciente de mucho más que la relación empresario-trabajador. Hoy día en los llamados 'stakeholders', influye el empresario, el trabajador, el proveedor, el cliente, el vecindario, la comunidad donde está inserta, es decir, hoy día hay que considerar mucho más de lo que se consideraba años atrás para hacer un negocio, es decir, hay que considerar muchas más variables, muchas más personas, muchas más comunidades. El respeto por el medio ambiente es algo fundamental, el respeto por las comunidades es fundamental, el oir qué piensan nuestros clientes, nuestros proveedores es fundamental", afirma.
Pentagate y el rol de la plata en la política
En esta entrevista de El Mostrador.TV, el presidente de los empresarios también abordó el tema del financiamiento de campañas que explotó con el caso Penta.
Hace unas semanas causó revuelo cuando dijo en una entrevista en TVN que “¡hay un desfile de políticos por las empresas para que les donen dinero!”.
En la conversación con El Mostador Mercados volvió a opinar que no es partidario de que empresas donen a políticos, pero sostiene que Chile no está preparado para eliminar el carácter reservado de las donaciones.
"Yo creo que los que tienen que aportar a la política, pero también en forma reservada, porque en este país se arman altiro interpretaciones, son las personas particulares, y por qué no soy partidario de que las empresas donen, es porque hay muchos accionistas y muchos dueños, y en un tema tan sensible", explica.
-¿Y por qué tiene que ser reservado?
-Lo que pasa es lo siguiente, en Estados Unidos es así, pero aquí si tú apareces dándole plata al político X, no te digo lo que te va a costar. En la práctica nadie lo va a hacer porque todo el mundo te va a estigmatizar. No hay todavía esa cultura. Entonces yo digo que hagamos un primer paso, saquemos a las empresas y dejemos a los privados, que yo con mis lucas hago lo que estimo conveniente. Ahora, el financiamiento público lo encuentro fundamental, que es una postura personal que la he manifestado públicamente, no estoy diciendo que sea una postura general, estoy diciendo que es mi postura personal. Creo que hay que ver a futuro, pero hoy día, para serte bien honrado, cuando te vean a ti, o a ti a quién le pusiste, mañana se van a hacer un picnic contigo porque le diste a tal y a cual, y eso va a inhibir todos los aportes. Esa es la verdad. Y el resto es música.
Para ver la entrevista completa haga clic aquí a partir de las 10:30 a. m. o entre a El Mostrador.TV.
