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Opinión: Chile, el modelo finlandés


La "copiomanía" es una dolencia emparentada con la "eurolatría", en materia de educación son notorias ambas patologías.

Los síntomas son temor a pensarnos a nosotros mismos y la búsqueda de "bastones ortopédicos" del Viejo Mundo. Mientras en el siglo XIX los "modelos" son Francia, Inglaterra y Alemania y en el XX se impone la norteamericanización, ahora –sin considerar que Singapur, China, Corea o Japón obtienen los mayores puntajes en las pruebas académicas de la OCDE– se opta insistentemente en imitar a Finlandia.

Ortega y Gasset, en Misión de la Universidad, comenta que si a Napoleon lo derrotan en Waterloo, se atribuye tal éxito al colegio británico de Eton. Si Prusia pone de rodillas a Francia, en 1870, ipso facto, se cree que tal victoria se debe a la docencia alemana. Tales conclusiones –afirma– son erróneas, pues confieren a la escuela un influjo del cual carece. La grandeza de un pueblo –añade– es la sumatoria de varios factores. Las entidades escolares –concluye– son intransferibles porque corresponden al país que las crea y mantiene.

Es un "tiro al aire" recomendar un análisis del texto citado. Si cito a Ortega y Gasset soy descalificado como anticuado. Si al filósofo hispano se le desecha, ¿qué suerte correrán Platón o Aristóteles? No se me ocurra mencionar La educación económica y el liceo de Francisco A. Encina. Lo desconocen, será juzgado demodé y por ser criollo lo devaluarán. Los "expertos" están engolosinados con Piaget, Vigotsky, Feuerstein… Somos incurables imitadores e idolatramos a Europa. Hasta la ENU fue calco de la RDA.

Pedro Godoy 
Centro de Estudios Chilenos CEDECh

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