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Opinión: Tenemos un mundo con mucha liquidez pero no exento de riesgos


Europa con su Alivio Cuantitativo y Japón con el suyo, están tirando literalmente toda la “carne a la parrilla” (y la última que les queda) para levantar a sus economías.

Al mismo tiempo Estados Unidos aún tiene sus tasas en cerca de 0%, China ha bajado en 2 oportunidades los últimos meses las suyas y varios bancos centrales han recortado, también en los últimos meses, sus tasas a mínimos históricos. A eso se suma un precio del petróleo bajo, lo que representa un estímulo de corto plazo enorme para el mundo. Sin embargo, aún existen riesgos de escenarios de alta volatilidad. Grecia y el alza de tasas esperada en EE.UU serían las amenazas que hoy se ven como más peligrosas.

Sobre Grecia, durante estas semanas, hemos sido testigos de la evolución del tan esperado acuerdo entre este país y la Troika (disculpe don Yanis, las “Instituciones”), y las declaraciones de dicho país y la Zona Euro, el FMI y el BCE con reproches y ataques cruzados. ¿Ha cambiado algo la situación de Grecia desde la última columna?.

La situación ha empeorado y solo se está “pateando” el problema. Grecia ha enfrentado una cuasicorrida bancaria que tiene a los bancos prácticamente sin liquidez y donde el BCE ha dado algunas “migajas”, con un aumento de la línea de emergencia por 500MM de euros la semana antepasada, y la semana pasada Grecia consiguió 550MM de euros más de un fondo de emergencia. La situación es muy precaria en el país helénico, sin embargo, el mercado ha optado por mantener aún la tasa del bono a 10 años en la vecindad de 10% u 11% debido a la voluntad de diálogo de la zona euro con Grecia para analizar las cifras de este país y esperando a ver si Grecia pasa las reformas a que se comprometió.

El 11 de Marzo comenzó una serie de reuniones entre Grecia y la Zona Euro pero, hasta ahora, son solo eso, reuniones, diálogos, promesas confusas, etc. A todo lo demás constante, y haciendo una estimación gruesa del escenario probable que Grecia podría tener, quizás este país se quedaría sin fondos en pocas semanas (o días) y/o el mercado anticipe que finalmente la Troika no dará más fondos del “bailout” a Grecia y, en ese escenario, el bono a 10 años podría escalar, como lo hizo el 2011, a 30% o más. En paralelo o posterior a eso, habría una última corrida masiva de depósitos de los bancos que duraría unos días, donde el Gobierno, para controlarla, no tendría otra opción que hacer un “corralito”. Esto traería aún más malestar social con expresiones probablemente violentas de su país y vamos a ver si el Presidente Alexis y su Gobierno (que hasta ahora ha estado “jugando a 2 bandas”), resisten en el Ejecutivo esta inestabilidad. Sin fondos en los bancos ni en las arcas fiscales y sin aprobación en el Parlamento griego de las reformas que exige la Troika, es probable que, al quedarse sin fondos, un default “a la Griega” esté a la vuelta de la esquina. También es probable que, en ese escenario, el Banco Central Griego tome la función de política monetaria y comience a imprimir Drachmas u otra moneda. Todo lo anterior, se podría revertir con un tercer rescate a Grecia, pero sin reformas aprobadas por el Parlamento Griego, que al menos impliquen una promesa de cambio, no se ve la voluntad política en la Zona Euro para hacerlo. Grecia tampoco ha manifestado en la práctica interés en pasar las reformas por su Parlamento y, aúnque lo hiciera, tampoco habría suficiente quórum para aprobarlas.

Sobre el alza de tasas esperada desde la Fed, la última cifra de desempleo en Estados Unidos publicada el 6 de marzo, de 5.5%, está en el rango de lo que varios economistas y miembros de la Fed consideran como pleno empleo. Si bien el aumento en los salarios no ha sido un factor de peso aún en el aumento de la inflación en Estados Unidos, donde la inflación subyacente en 12 meses es de 1.6% a enero y la inflación efectiva de -0.1% (básicamente por la caída del petróleo), con una tasa de desempleo que podría llegar a menos de 5% durante este año o el próximo (a todo lo demás constante), y un petróleo recuperándose, es razonable esperar que la Fed suba la TPM en torno a 0.5 – 1% a fines del 2015. Esto traería repercusiones en la liquidez en dólares y traería volatilidad a las bolsas en general y a la de Estados Unidos en particular (sobre todo a las acciones con múltiplos más altos). El mundo tendrá, de todas formas, un piso o colchón debido al programa de QE de Japón y de Europa, lo que ayudaría a eventuales crisis que puedan presentarse en Grecia o en países emergentes como Rusia (pero no las podrían prevenir).

En el escenario anterior de una eventual crisis griega y el escenario expuesto en Estados Unidos, es probable que el euro siga cayendo y, en el clímax, pase la paridad hacia abajo largamente y el dólar toque nuevos máximos. En Chile, con una inflación en 12 meses sobre 4% y la última cifra de febrero de 0.4%, el Banco Central debe estar mirando con mucha atención la divisa norteamericana por el impacto que tendría en las expectativas de inflación vía importaciones, al menos en el corto plazo. Ese fenómeno pondría una nota de cautela al incipiente repunte del crecimiento de la economía que se ha visto en los últimos dos meses.

El petróleo paró de caer y en un escenario de alta liquidez en el mundo (Europa y Japón), y con sus factores fundamentales augurando un probable equilibrio o incluso déficit para el 2016, va a ser un factor que podría sumar a tener aún más inflación. Más inflación, implicaría menos flexibilidad en política monetaria. Es probable que, si lo anterior pasa y el dólar se dispara a $660 – 680 o más, el Central tenga que intervenir al menos de forma verbal a la divisa norteamericana.

Rusia salió por ahora de los titulares, pero los fundamentos de su economía siguen empeorando y el conflicto bélico, si bien ha amainado un poco, aún no termina. Aunque Estados Unidos terminó sus programas de estímulo cuantitativo el año pasado, aún tiene sus tasas en 0% y recién las subiría para el segundo semestre y el resto del mundo tendría bastante liquidez. No obstante, hay que estar atento a los riesgos mencionados, que podrían provocar crisis no menores en el corto plazo.

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