Paulmann: el hombre que quiere vivir 25 años más

Su cuarto hijo acaba de cumplir un año. Lo relató varias veces el viernes 28, cuando, visiblemente emocionado, el empresario fundador de la cadena de retail Cencosud, Horst Paulmann, protagonizó la apertura a bolsa de una nueva división de su compañía.

Está al frente de uno de los hitos más importantes de la firma. Lo acompañaron sus ejecutivos y los representantes del mercado, los gerentes del Banco de Chile y LarrainVial, la entidad bancaria y el agente colocador que apoyaron la apertura a bolsa de su división –junto con BCI como bookrunner– de Shopping Centers, en la más grande apertura de una empresa nacional en la historia del país. Pero a la vez está solo, porque ninguno de sus hijos lo escolta en la testera, no salen en la foto en ese momento clave que el empresario recibe –incluso– con lágrimas en los ojos.

Paulmann sabía que estaba viviendo un momento histórico, tanto para la rueda como también para su empresa, que podrá respirar con mayor holgura. Cencosud –compañía que controla a Jumbo, Easy y Paris, entre otras– ha sido criticada por dos temas: primero, haberse quedado un tanto atrás en medio de la vorágine por la carrera digital y, segundo, por haber hecho malos negocios, como sus inversiones en Brasil, algo que él mismo ha reconocido.

Lo anterior le valió la constante presión del mercado en los últimos dos años por bajar sus niveles de duda, algo que el empresario de origen alemán sabía que no era fácil. Por eso, sumar todos sus activos inmobiliarios en una apertura, incluyendo a Costanera Center, era la mejor salida.

[cita tipo=»destaque»]Paulmann repite tres veces la misma anécdota en el evento, parte de un discurso aprendido o quizás nerviosismo. Relata que le llegó un mail anónimo donde le contaban que al elefante le cuesta andar, pero que una vez que corre nadie lo para. Se mofa de su eternidad, dice que todos le señalan «don Horst, usted se va pero siempre vuelve» y luego hizo una promesa: que vería a su hijo de 1 año graduarse. «Así que tienen Paulmann para 25 años», aseguró.[/cita]

Cencosud shopping mantiene una deuda de unos US$1.900 millones, de los cuales US$1.000 millones son deuda intercompañía. Así, la firma quedaría con una deuda financiera en relación con su Ebitda de 2,8x, versus un 4,7x y 3,2x de Parque Arauco y Mall Plaza, respectivamente.

Previo a la apertura, Paulmann no vivió un año fácil. Todo su equipo ejecutivo se alejó de la empresa, incluido el CEO de la firma, Jaime Soler. La salida de todos los emblemáticos tiene hoy a la compañía gerenciada casi en su totalidad por argentinos, con excepción de su gerente general corporativo, Andreas Gebhardt.

La salida de Soler el 2018 sacó a colación la «soledad» que Paulmann experimenta ante la sucesión de la firma. Por eso, la ausencia de sus hijos en la apertura cobró significado. «Claro que los eché de menos», dijo el octogenario empresario consultado al respecto, aunque aclaró que almorzaría con ellos más tarde. Repitió entonces palabras que ha venido pronunciando en sus últimas apariciones públicas: los hijos toman su propio camino, no puede obligarlos a seguir su senda.

Hoy, en el directorio de la empresa participan dos de sus hijos, Peter y Eike. Esta última, comentan fuentes, no quería continuar en la firma como directora por razones personales, pero allegados al empresario lograron convencerla de continuar tras la renovación de marzo de este año.

Con su otro hijo, Manfred, mantiene relaciones de cordialidad, pero ya hace años, cuando tuvo conocidas diferencias con Paulmann en la mesa de Cencosud, separaron aguas. Su cuarto hijo es menor de edad. Así, ninguno de ellos ha tomado un rol preponderante en la firma, algo que, pese a que la apertura se calificó como exitosa, podría haber disparado el valor de la acción, todo si el plan sobre quién liderará Cencosud cuando no esté Paulmann al frente estuviera algo más claro.

El empresario sigue teniendo una muy activa participación en la compañía, algo que sucedió también en esta apertura. Estuvo hasta último minuto en gestiones por la salida a bolsa, lo que implicó que martes, miércoles y jueves estuviera en Perú y Colombia conversando con los bancos. «Algunos no nos creen», expresó en la campanada, con su tono desafiante, asegurando que la empresa volverá a crecer a paso acelerado.

Hombre de armas tomar, en ello radica su fortaleza y debilidad: «Es genial», aseguraron quienes trabajan o han trabajado con él, pero se entromete en todo tipo de decisiones y, a pesar de su profundo conocimiento, no será eterna su presencia en el conglomerado. Es una pregunta que se hace el mercado en la última década.

El problema –comentan conocedores de la interna del retail– es que la empresa se ha demorado en mover su modelo de negocios: desde el foco de atención al cliente a la digitalización. Y se han tomado malas decisiones en ese contexto, que implican, por ejemplo, que los flujos de caja de la firma se hayan ajustado. Algo que ser vería más holgado con la apertura.

Paulmann repite tres veces la misma anécdota en el evento, parte de un discurso aprendido o quizás nerviosismo. Relata que le llegó un mail anónimo donde le contaban que al elefante le cuesta andar, pero que una vez que corre nadie lo para. Se mofa de su eternidad, dice que todos le señalan «don Horst, usted se va pero siempre vuelve» y luego hizo una promesa: que vería a su hijo de 1 año graduarse. «Así que tienen Paulmann para 25 años», aseguró.

Cencosud Shopping, ahora de todos los chilenos 

La apertura de su división inmobiliaria está a años luz de lo que recaudó en el año 2004 la salida a bolsa de Cencosud a secas, la otra división de la empresa que cotiza en el Ipsa.

Tras el «campanazo», la valorización de los bienes ligados al negocio de los shoppings se elevó hasta los US$3.800 millones (en la apertura se recaudaron US$1.050 millones, de acuerdo al porcentaje de la empresa que se colocó en bolsa) y los principales socios de Paulmann son, ahora, todos los chilenos.

Esto, pues el 58% de la demanda quedó en manos de las AFP, que reclamaron 2,7 veces más acciones de las que había disponibles. Tras ello, se ubicaron los clientes institucionales locales, con 11,7% de participación. Y el extranjero no le creyó tanto a la propuesta: solo en 8,3% de los accionistas son actores extranjeros. En la Bolsa calificaron esto último como algo habitual en aperturas en Chile.

Con todo, con las AFP con presencia en sus dos compañías abiertas en el mercado, Paulmann ya no tiene solo un compromiso familiar para definir su sucesión, sino uno relevante con sus otros accionistas: todos los chilenos.