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Los avances y temas pendientes en las políticas de Emprendimiento & Innovación en Chile


Marcos Rivas, Director de Proyectos de Emprendimiento & Innovación de la Asociación Chilena de Empresas de Tecnología de Información A.G. (ACTI)

En los últimos dos años se han creado en Chile más de 100.000 nuevos negocios, los que han logrado salir al mercado gracias a los programas de carácter público, junto con la inversión privada, que ha alentado a los chilenos a convertirse en sus propios jefes. Asimismo, según se informó a través del último reporte Global Entrepreneurship Monitor Chile (GEM Chile), durante 2012 se crearon en nuestro país 67.000 nuevas empresas, más de 290.000 personas participaron en actividades de difusión y formación de emprendimiento e innovación, y el aumento de postulaciones a los programas de emprendimiento creció de 187 en el año 2008 a más de 2.800 durante el año pasado.

En ese sentido, y desde el punto de vista de la ACTI, encontramos positivo que el actual gobierno haya continuado los programas de emprendimiento que venían ejecutándose desde las administraciones anteriores, lo que demuestra un real interés por construir una cultura donde el emprendimiento y la innovación tienen un lugar importante en la sociedad.

Asimismo, celebramos que el gobierno de Sebastián Piñera decidiese nombrar al 2012 como el año del emprendimiento y 2013 como el de la innovación, lo que refuerza el real interés del ejecutivo por este tema, alejándolo de cualquier matiz político. Sin dudas este hecho hizo que durante el año pasado se generaran bastantes expectativas con respecto a lo que podía suceder, ya que sabíamos que el ecosistema del emprendimiento estaba en pleno desarrollo y que tendría que seguir siendo estimulado por el gobierno.

En ese sentido, observamos una tardanza en la mejora de instrumentos y creación de nuevas líneas que logren cubrir las expectativas generadas en los emprendedores e innovadores nacionales. Por su parte el programa Start-Up Chile de Corfo, que lleva operando poco más de dos años y que cuenta con un presupuesto aproximado de USD 18 millones, fue un real aporte para el ecosistema, ya que ayudó a validar estas iniciativas y trajo a Chile a emprendedores de otros países, los que aportaron a cambiar la mirada del emprendedor nacional y la forma en la ellos se relacionaban.

Asimismo, la llegada de startups extranjeras sirvió para desmitificar el hecho de que en Chile no había un ecosistema importante y por tanto no había un verdadero flujo de calidad. Pero a pesar del éxito de esta iniciativa, lo concreto es que el impacto en términos de negocios que han logrado levantar capital aún es acotado considerando la cantidad de seleccionados y los costos que le significa al gobierno, asignándoles US$40.000 por emprendimiento.

De los 323 proyectos que han sido seleccionados para participar en el programa, en los últimos dos años sólo 26 de ellos ha logrado levantar capital durante su paso por Chile, llegando a la cifra de US$9,4 millones. Creemos que esto no solo fue un hecho aislado en el ecosistema del emprendimiento chileno, sino que más bien se sumó a una lista de temas por hacer que hemos evidenciado en el último tiempo. Problemas como la creación de incentivos para los inversionistas ángeles y la creación de políticas tributarias especiales siguen siendo un anhelo que se espera se concrete a la brevedad.

Igualmente, estamos seguros que se han dado señales erradas al indicar que en Chile es fácil emprender, que todos los ciudadanos deberían emprender, y que los emprendedores van a encontrar los apoyos necesarios para consolidar sus proyectos. En cuanto a Corfo, como ente ejecutador de las políticas creadas por el gobierno, hay que destacar que la institución ha logrado ser más eficiente, acortando los plazos de entrega de subsidios y tratando a los postulantes como clientes más que como beneficiarios. Pero aún es necesario avanzar en la capacidad de selección de los proyectos y los criterios de evaluación que se utiliza para este proceso.

En ese sentido, a juicio de ACTI, una de las grandes deudas de la actual administración radica en los equipos evaluadores de proyectos, los que están conformados por especialistas con un alto grado técnico, pero carentes de expertiz en el área de los negocios. Producto de lo anterior, es necesario que exista en Corfo una mirada más equilibrada que integre los elementos técnicos y la visión de negocios como un todo, ya que también es fundamental orientar a los nuevos emprendedores en la ardua tarea de intentar levantar fondos de capital. Por ese motivo es fundamental que quienes evalúen proyectos de emprendimiento o de innovación sean personas que hayan vivido el proceso de crear empresas o procesos innovadores y que entiendan la real problemática.

Sin lugar a dudas, el balance del actual escenario del emprendimiento es positivo, pero con deudas que deberán ser resueltas a la brevedad, o nuevamente Chile verá pasar frente a sus ojos el tren del crecimiento sin que nuestro país tenga un lugar asegurado en el carro del desarrollo.

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