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APEC, la cita que reúne a las 21 economías más poderosas de Asia Pacífico y que ahora corre peligro MERCADOS

APEC, la cita que reúne a las 21 economías más poderosas de Asia Pacífico y que ahora corre peligro

Natalia Saavedra Morales
Por : Natalia Saavedra Morales Editora periodística El Mostrador Mercados
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Un día antes del estallido social del pasado viernes, el foro de la APEC nuevamente había ocupado páginas de la prensa. La avanzada de Trump llegaba al país y las autoridades locales se anotaban otro paso para que la Casa Blanca confirmara la presencia del mandatario. Rusia, que ya ha confirmado su asistencia al señalado foro, había hecho lo propio ratificando a Vladimir Putin para el encuentro. Y también trayendo a sus equipos de seguridad al país. Pero luego de las tres jornadas de movilización social, graves incidentes de alteración del orden público, saqueos, muertos en las calles y la ciudad sitiada por tanques militares, la expectación no es la misma y tampoco las garantías.


Todo parecía perfecto para el foro de la APEC, que reunirá en Chile –entre el 16 y 17 de noviembre de este año– a las 21 naciones más poderosas del Asia-Pacífico. Al menos en el papel. Una cita que el país no vivía como sede desde 2004 y que tiene la meta de lograr una declaración conjunta de interés. Eso luego que no se lograra acuerdo en la anterior versión de Papúa-Nueva Ginea.

La cita tendrá su paralelo empresarial: la APEC Ceo Summit. El mayor encuentro de gerentes generales corporativos del mundo privado que se une a la cita de líderes políticos y que está encabezada por Jean Paul Luksic.

Todo andaba sobre ruedas, al menos a ojos del Gobierno, pero en cosa de horas toda la eficacia de la cita y sus confirmaciones se puso en jaque: el movimiento social, el viernes negro, la agitación y la violencia han mostrado la cara más álgida de Chile, que quería caminar, precisamente, para el otro lado.

Solo horas antes del descontento social que comenzó a manifestarse el viernes 18 de octubre, el país había «celebrado» el haber sido previamente sede de la cumbre de seguridad más importante antes de la APEC y la COP25.

«A un mes de que comiencen en Chile las citas internacionales en que se espera la masiva visita de líderes mundiales, la APEC (entre el 16 y 17 de noviembre) y la COP25 (entre el 2 y 13 de diciembre), de manera reservada se realizó esta semana en Santiago una cumbre de los jefes de los servicios de Inteligencia de siete países de Sudamérica. El objetivo es intercambiar información sobre amenazas y riesgos a nivel regional».

No había sido el único triunfo de seguridad previo al encuentro de corte económico. La semana pasada la posibilidad de que el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se sumara a la cita parecía más cercana. Esto luego de que la Casa Blanca iniciara acercamientos con China para debatir sobre la Guerra Comercial.

Chile se convertía en un «árbitro» para ambas potencias. Todo, ofreciendo a los líderes más poderosos del mundo negociar en un «oasis». Un calificativo que el Presidente de la República, Sebastián Piñera, insistió en darle a la marcha económica del país en varias entrevistas.

Un día antes, la APEC nuevamente había ocupado páginas de la prensa. La avanzada de Trump llegaba al país y las autoridades locales se anotaban otro paso para que la Casa Blanca confirmara la presencia del Mandatario. Rusia, que ya ha confirmado su asistencia a APEC, había hecho lo propio ratificando a Vladimir Putin en el encuentro. Y también trayendo a sus equipos de seguridad al país.

La promesa de seguridad –que será en solo cuatro semanas– a los 17 líderes que ya han confirmado su presencia en Santiago, incluye a 4.300 efectivos de Carabineros para resguardarlos en los puntos establecidos: La Moneda, Espacio Riesco, Casa Piedra, Palacio Cousiño y los 15 hoteles en que se hospedarán los presidentes y autoridades.

Pero la prensa internacional llenaba de inquietud a las naciones que tendrían que debatir en el «oasis» chileno los lineamientos que ha trabajado la Cancillería con actividades hace más de un año: la participación femenina en la economía, la integración más profunda de sus economías y la sociedad digital.

En empresas transnacionales varios ejecutivos plantearon consternados a sus sedes en Chile que requerían información de qué estaba sucediendo en el país y si era seguro viajar a Santiago. Las noticias de la “agitación social” surgen luego que, además, la APEC enfrentara varias críticas.

En un inicio, se puso en la palestra que los personeros a cargo de la cumbre, Mathias Francke, Benjamín Salas Kantor y Rodrigo Yáñez, no tenían la formación diplomática que una planificación de esta envergadura requería. Lo anterior tensionó los ámbitos en Cancillería.

También se le criticó a la reunión su poca visibilidad. En efecto, hace pocos meses el Gobierno reclutó a la agencia de comunicación Etcheverry para “colocar” en la pauta de los medios a la APEC, no sin antes medir que la temperatura frente a la cumbre denotaba que gozaba de poca popularidad.

Sumado a lo anterior, la pista no estaba fácil antes de ser el blanco de la observación mundial. La cumbre bautizada como “austera” ha debido lidiar con un presupuesto totalmente ajustado para este tipo de eventos.

Se trata de US$40 millones que fueron transferidos a la Corporación Cultural de la Cámara Chilena de la Construcción y que allegados aseguran “ya se acabaron”. No queda claro cómo el Gobierno ahora –con la reconstrucción de espacios públicos y los gastos generados por los actos de destrucción– “fabricará” plata para todo eso, además de para la COP25 y la APEC.

¿Cuál es la apreciación del exterior? La portada del Financial Times de ayer decía mucho. «Chile flames Soldiers quell Santiago strife», en español, «Chile en llamas, los soldados sofocan el fuego en Santiago».

La publicación referente del empresariado en Estados Unidos añadía lo que más impresiona a ese público: el estado de emergencia, las calles bajo violentas protestas y que «tres personas murieron cuando un supermercado propiedad de Walmart se incendió, mientras algunos vuelos fueron suspendidos o cancelados a Santiago, dijo el Gobierno ayer. El viernes, las protestas prendieron fuego a las oficinas corporativas de Enel Chile, subsidiaria de la productora italiana».

No existe registro en la historia de una sede de APEC que haya tenido hechos de agitación social y violencia tan cercanos a una cumbre donde se espera que representantes de 21 poderosas economías reflexionen sobre el devenir del poder global.

A ojos de los allegados a Relaciones Internacionales, va ser un arduo trabajo transmitir tranquilidad a los equipos de seguridad. Muchos líderes aprovecharían esta visita para realizar encuentros de Estado con Piñera, pero hoy toda la agenda del Presidente deberá cambiar. Un fuente reservada de La Moneda agregó en horas de ayer que estaban estudiando incluso suspender la COP, por razones de seguridad, y así no arriesgarse a un ridículo en caso de que ningún presidente de relevancia quisiera venir, precisamente por razones de seguridad».

También será relevante cómo Chile explique a los líderes internacionales a qué se debe el descontento que ha gatillado el descontento social y que es, precisamente el modelo económico.

Otro punto de especial sensibilidad es cómo la sociedad civil se quiera mostrar ante los líderes de estas 21 economías y qué tanta represión o resistencia encontrarán en las fuerzas de orden, con el fin de garantizar la seguridad de los asistentes. Asegurar la paz y la tranquilidad durante el encuentro, parece lo más difícil.

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