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Muere un factoring, nace un cementerio


Hace ocho meses José Schachner cerró Profactoring, la primera firma no bancaria que integró la asociación de empresas de factoring.

Creada en 1995, tuvo como fundadores a Schachner —ex socio del Banco Internacional— y a León Paz, el dueño de La Polar, creador del eslogan “llegar y llevar” y quien debió venderla a Southern Cross a raíz de una fuerte expansión impulsada por su hijo Roberto en medio de la crisis asiática. En ese momento Paz también salió de la propiedad de Profactoring.

Profactoring no es la única que bajó la cortina; hay, al menos, otras cinco que sucumbieron a la competencia de los bancos que están ofreciendo tasas de descuento promedio del 1%. Muy bajas comparadas con el 3 y 4% que se cobraba antes, lo que pone en peligro el negocio, ya que cualquier cliente que no cubra un instrumento por $100 millones deja a un factoring con pérdidas mensuales. En este giro hay un riesgo no menor de estafas.

Murió el negocio de factoring Schachner, pero nació el cementerio Parque Quilicura en dos hectáreas en el sector de Lo Echevers que Schachner mantenía desde hace años y que pronto crecerán a cinco.

Schachner es socio de Jorge Rosenblut, Raimundo Onetto y Patricio Kreutzberger —dueños de la inmobiliaria Terra Group en Miami— en la cadena de hot dogs gourmet Franktitude, cuya gracia es ofrecer salchichas de soya o vacuno con todo tipo de agregados. El clásico completo mereció un artículo de portada del Wall Street Journal.

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