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El vínculo entre el pasado aristocrático del director del SII y la cena de bienvenida de la cumbre Celac-UE


Hoy, a las 20:30, la casona Santa Rosa de Apoquindo, en Colón con Padre Hurtado, recibirá a los invitados a la Cumbre Celac-UE. En esta tradicional construcción de campo chileno de imponente belleza —con galerías y patios interiores—, nació, se crió y vivió hasta que se casó el director del Servicio de Impuestos Internos, Julio Pereira Gandarillas.

Su madre Paz Gandarillas y su tía Yolanda la heredaron de su padre, y cuando formaron sus familias siguieron residiendo allí. Cada hermana en un ala. Por un lado, Julio Pereira Larraín, agricultor, Paz y sus dos hijos, uno de ellos la cabeza del SII; por la otra, el corredor de Bolsa, Gustavo de la Cerda, su señora Yolanda y sus hijas María Luisa y Josefina.

Los cuatro primos tenían un enorme parque para jugar de siete hectáreas con palmeras y cerdros del Líbano de dos siglos, el que impresionaba a los amigos que debían atravesarlo a pie en un largo trecho para llegar a la puerta de entrada.

Declarada Momumento Nacional en 1981 cuando Pereira cursaba la enseñanza media, fue donada a la Municipalidad de Las Condes a mediados de los 90. Hace cinco años abrió sus puertas como un centro cultural y en las que fueran las caballerizas —nunca ocupadas por los Pereira ni De la Cerda Gandarillas— está ahora el Museo de la Chilenidad.

La casona es pura historia. Fue construida en 1795 por la familia Coo Ureta y tuvo entre sus ilustres dueños al Presidente Manuel Blanco Encalada y a una de las hijas del Presidente Manuel Montt.

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