Turbas de maleantes han atacado durante las últimas horas los sectores residenciales de esas ciudades y otras comunas de la Región del Bío Bío, debiendo los propios vecinos repelerlos premunidos de palos, palas y escopetas. Efectivos militares, por el Estado de Catástrofe que rige en la zona, han debido efectuar disparos al aire y han detenido a varios saqueadores. La alcaldesa Jacqueline Van Rysselbergue pidió al ministro Vidal que cumpla con el envío de 10.000 efectivos que prometió desplegar en la zona.
Varios sectores residenciales de las ciudades de Concepción y Talcahuano y otras comunas de la Región del Bío Bío han sido atacadas en las últimas horas por turbas de saqueadores, lo que ha obligado a los propietarios de las viviendas a organizarse para repeler a los maleantes con palos, palas y escopetas.
Situaciones como estas seguían produciéndose durante la presente jornada, más de dos días después del terremoto de 8.8 grados Richter y el posterior tsunami que afectó el litoral de las regiones del Maule y El Bío Bío, y luego que la tarde del domingo la Presidenta Michelle Bachelet decretara Estado de Catástrofe, uno de los estados de excepción contemplados en la Constitución a través del cual el control de toda esa zona quedó a cargo de las Fuerzas Armadas.
De hecho, en la provicnia de Concepción se está aplicando toque de queda entre las 21:00 y las 06:00 horas, situación que se mantendrá este lunes y que se extenderá ahora a toda la Octava Región.
Pese a estas medidas, igualmente la acción de los saqueadores generó el caos en las ciudades antes mencionadas. Imágenes difundidas por los canales de televisión mostraron esta tarde cómo efectivos militares procedían a detener a varios saqueadores.
La propia alcaldesa de la comuna, Jacqueline Van Rysselbergue, confirmó que los vecinos han debido organizarse cerrando los accesos a sus poblaciones y villas y sólo permitiendo el paso a quienes portaban un brazalete identificatorio.
La jefa comunal dijo que la situación es a ratos insostenible y le cobró la palabra al ministro de Defensa, Francisco Vidal, para que cuanto antes despliegue en la zona los 10.000 efectivos militares que prometió para resguardar el orden.
