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Banco Central de Argentina cuadruplica emisión diaria de billetes en los últimos dos meses

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Cada día hábil que pasa el Banco Central de Argentina emite cerca de seis millones de billetes de pesos de ese país. Esto, ya que en los últimos dos meses cuadruplicó el ritmo de impresión, desde las 1,4 millones de unidades que liberó al mercado el 15 de mayo pasado.

Según cifras de la entidad emisora, a esa fecha circulaban 1.523,5 millones de unidades de billetes de 100 pesos -el de mayor valor del mercado-, mientras el viernes 13 de julio alcanzaron los 1.731,7 millones.

La emisión de estos papeles, en desmedro de otros de menor valor, se explica porque el nivel de inflación ya alcanzaría el 24% según cifras de IPC Congreso -promedio de las consultoras privadas informado por parlamentarios opositores-, lo que se traduce en que sean estos billetes los más utilizados.

La inyección de liquidez que está realizando el gobierno de Cristina Fernández ha llevado a que el total de papel moneda en circulación supere en 5,8 veces el que existía en 2003, cuando Néstor Kirchner asumió la Presidencia, según el diario La Nación de Argentina.

En otras palabras, la base monetaria del país se ha incrementado en cerca de 33% hasta un 35% si se compara con junio del año pasado, según cifras de expertos argentinos. Y prevén que continuará creciendo.

Sólo que, por primera vez, el Banco Central no cuenta con un respaldo de divisas para apoyar la emisión.

Financiar el déficit

Según analistas, el principal objetivo de esta medida es monetizar el déficit del fisco.

«¿Cómo financiar el mercado argentino sin acceso a los mercados de capitales y el déficit público? Con emisión de pesos», explica Lorenzo Sigau Gravina, economista jefe de Ecolatina.

Ante ello, comenta, la fórmula que ha aplicado el gobierno argentino hace pensar que no detendrá la impresión de billetes en el mediano plazo, ya que la reforma del Banco Central implementada en marzo pasado elevó la capacidad legal de éste para entregar «avances transitorios» de dinero al Tesoro público por 18 meses, que estarían próximos a comenzar.

Lo anterior preocupa a los expertos. «Genera un doble efecto: presiona los precios, y el dinero que no se va en consumo trata de cambiarse por dólares, lo que presiona al circuito del tipo de cambio informal o dólar blue «, comenta Federico Cohen, economista senior de Fundación Capital.

Pero además de aumentar la inflación, esta medida podría minar la confianza que queda en el Banco Central de Argentina como un organismo independiente, según destaca la consultora internacional Capital Economics.

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