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DGA anticipa déficit de lluvias de hasta 70% y Meteorología prevé que sequía empeorará


Se estima que habrá menores precipitaciones desde La Serena a Valdivia, con déficit que fluctúan entre un 70% en La Serena y un 27% en Valdivia”, es el pronóstico que entregó la Dirección General de Aguas (DGA) en su último informe trimestral de marzo, respecto de las estimaciones de lluvias para el periodo marzo-mayo.

De esta forma, la DGA confirma una previsión que se daba por sentada: la sequía permanecerá en el país. De hecho, las lluvias caídas en el año así lo demuestran. Según datos de la misma entidad, junto con la Dirección Meteorológica de Chile, al 3 de mayo pasado existe déficit de precipitaciones en las principales ciudades del país.

Y el escenario se puede poner aún peor. Según el análisis de la Dirección Meteorológica de Chile, en su último boletín oficial, la temperatura superficial del mar (TSM), que influye directamente en la evaporación del agua y, por ende, de las precipitaciones, se estima que las temperaturas se encontrarán cercanas a la Fase La Niña (según el modelo estadístico, el más usado). Esto significa que serán más bajas que en años anteriores, y que se mantendrán en ese nivel hasta por lo menos febrero de 2014.

Respecto al trimestre abril-junio de este año, el informe señala que “las zonas norte, central y sur, entre las Regiones de Atacama y de Los Lagos, esperan precipitaciones bajo lo normal”.

Sin embargo, el gobierno tiene mejores estimaciones para el resto del año. “Los modelos en estos minutos predicen sólo (…) hasta junio, que es el periodo de mayores lluvias y ahí tendremos que el modelo que predecirá el término de la temporada de lluvia. Lo que dicen los modelos hasta la fecha es que va a ser un año normal y eso nos tiene tranquilos”, dice Felipe Martin, secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Riego (CNR).

Nivel de embalses


Así las cosas, según el mismo reporte, existe menor agua embalsada, para prácticamente todos los usos, con una merma a nivel nacional de un 58%, con datos a marzo pasado. “El volumen total disponible representa sólo un 25% de la capacidad total de almacenamiento”, dice el informe. Respecto de los embalses dedicados a la generación y al riego, disminuyeron un 12% sus recursos, con un déficit de un 68% con respecto a sus promedios y almacenando sólo un 20% de su capacidad total. Con respecto a marzo de 2012 se tiene un déficit de un 17%.

Un dato que grafica la falta del recurso es el hecho de que el nivel actual de la laguna del Maule es del orden de los 316 mil millones de mt3, cifra que según expertos del sector es inferior a la que se registró en 1998, año en el que se vivió un blackout de energía por escasez hídrica.

Efectos sectoriales


Con este escenario de menores previsiones de lluvias, la idea de menor generación eléctrica con base hidro ya está instalada en la industria. Según el último informe de Electroconsultores, “la energía embalsada se aproximó, a finales del mes de abril, a los 994 GWh, lo que (…) resulta menor en un 50% al valor registrado a fines del mismo mes del año anterior”.

Pero habrá otros efectos. Fuentes del CDEC-SIC ya anticipan que con menos lluvias habrá que generar con centrales termo, como carbón e incluso mayor diésel.

Esto, finalmente, se traducirá en mayores costos marginales de la energía, especialmente en la zona norte del SIC, hasta donde no podrá llegar la generación más eficiente en base a carbón -de centrales nuevas como Santa María o Bocamina 2- producto de las limitaciones en la transmisión, explica Francisco Aguirre, de Electroconsultores.

Otro sector altamente afectado por la falta de agua será el agrícola. Según Ema Budinich, gerente de estudios de la SNA, “la pequeña agricultura es la que más se ha visto afectada. A nivel regional, las más golpeadas son Atacama, Coquimbo y Valparaíso (especialmente La Ligua Petorca). Estas regiones producen más del 15% del PIB sectorial. También se han afectado las zonas de los secanos costero de las regiones Metropolitana, O’Higgins y El Maule”.

En todo caso, el gobierno dice estar trabajando con una mirada de largo plazo. Para ello, tienen en carpeta la construcción de cuatro embalses nuevos, dentro de un millonario plan para construir nueva infraestructura hídrica, entre otras medidas. En el corto plazo, el plan de siembra de nubes ha probado ser efectivo también.

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