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Semana griega en Wall Street


Grecia acaparó todas las miradas en Wall Street en una semana en la que los mercados celebraron sus victorias y sufrieron sus derrotas, aunque terminaron con notables ganancias y con la esperanza de recuperar la forma por primera vez en 2015.

No obstante, el país helénico lastró hoy las esperanzas del Dow Jones de reconquistar los 18.000 puntos, pues la agencia de calificación S&P bajó un escalón la deuda griega (hasta B-) por falta de liquidez en sus bancos y provocó que los índices acabaran igualmente "degradados".

Era el corolario de una semana en la que el tira y afloja entre el Banco Central Europeo y el Gobierno de Grecia para reestructurar la deuda del país tuvo en vilo a Wall Street.

Las negociaciones no llegaron a buen término, pero se dejó la puerta abierta a la renegociación y el primer ministro de griego, Alexis Tsipiras, aseguró que los depósitos de los bancos "están completamente garantizados" a pesar de que el Banco Central Europea dijera que no aceptará bonos helenos como garantía.

Por su parte, el petróleo de Texas, el otro frente de conflicto de las cotizaciones en Wall Street este nuevo y, de momento, bastante insatisfactorio año, cerraba hoy a 51,69 dólares el barril, un crecimiento semanal superior al 4 % y con la barrera psicológica de los 50 dólares superada.

Al margen de estos dos epicentros de tensión bursátil internacional, los operadores de bolsa volvieron hoy a mostrar los primeros síntomas de una enfermedad que dura ya varios años: la de entender las buenas noticias para la economía como una amenaza para los mercados, pues hacen a la Reserva Federal de Estados Unidos aflojar sus políticas de estímulo.

Así, hoy se publicó un informe de empleo mejor de lo esperado y, en vez de lanzarse hacia el optimismo, cundió el miedo a una subida de los tipos de interés antes de lo previsto.

La congelación de los tipos de interés es el último reducto del banco central estadounidense en su política de protección de la economía nacional tras la crisis financiera de 2008, y los inversores siguen con un temor intermitente a reemprender el vuelo sin el amparo del dinero público, por mucho que sigan en niveles altísimos de cotización.

En cualquier caso, el Dow Jones cerró la primera semana de febrero con un 3,84 % de progreso, lo cual es un cambio de tendencia después de haber sido enero el peor mes de la bolsa en los últimos doce meses.

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