A pesar de que el ministro en visita aclaró que los delitos cometidos entre 1975 y 1983 fueron acreditados y que el religioso tuvo responsabilidad en la entrega de recién nacidos a padres sustitutivos en casos registrados en 1975 y 1983, la causa fue prescrita.
Mario Carroza, ministro en visita, determinó el sobreseimiento «parcial y definitivo», de la investigación por presuntas adopciones irregulares en las que participó el sacerdote Gerardo Joannon.
A pesar de dicha decisión, el magistrado determinó que el religioso tuvo responsabilidad en la entrega de recién nacidos a padres sustitutivos en casos registrados en 1975 y 1983.
Pero que «si los hechos acreditados fueron ejecutados en los años 1975 y 1983, y los delitos que ellos configuran se encuentran sancionados con penas de simples delitos, ha de concluirse que la acción penal en ambos casos se encuentra prescrita», según indica el fallo. Por lo que la responsabilidad penal que correspondería a Joannon «se extinguiría».
«El plazo legal para perfeccionar el término de la responsabilidad penal del imputado se encuentra en exceso cumplido, por lo que se tienen por suficientes los antecedentes para el cumplimiento de lo previsto en el artículo 100 del Código Penal», agrega.
Si embargo, el ministro Carroza aclaró que los delitos cometidos entre 1975 y 1983 fueron acreditados.
Cave recordar que en enero el Vaticano determinó que el sacerdote Gerardo Joannon no cometió faltas que configuren un delito canónico, conclusión a la que llegó luego de examinar los antecedentes que le envió en agosto de 2014 la congregación de los Sagrados Corazones (SS.CC.), después de una investigación en la que concluyó que el ex párroco de la iglesia La Anunciación de Providencia había participado en al menos dos adopciones irregulares de recién nacidos y que había mantenido una relación “impropia” con una de las madres afectadas.
