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Pena e indignación por no cumplimiento de los protocolos en funeral de Bernardino Piñera

Por: Familia Morales Canio


Señor Director:

El día 27 de mayo del presente año, la señora María Juana Canio Aillapán, nuestra amada madre,
abuela y esposa, nacida el 24 de noviembre de 1935, ingresó al Hospital Félix Bulnes por
recomendación del médico de su consultorio en Cerro Navia, ya que presentaba síntomas de
neumonía y, debido a su edad, la posibilidad de una complicación que comprometiera aún más su
salud, confiamos en que ésta era la mejor decisión.

Luego de varios días con escasa información, ya que tanto presencial como telefónicamente no
logramos saber cómo se encontraba, el día 1 de junio nos confirman que su examen arrojó Covid
positivo, y que debía permanecer internada. Para nosotros fue un golpe durísimo ya que nunca
esperamos que ella se pudiera contagiar ya que estuvo junto a su esposo en cuarentena sin salir de
su casa desde marzo.

El día 8 de junio recibimos la noticia más desgarradora y terrible que una familia puede recibir, sobre
todo cuando el país lleva tantas semanas en una situación de crisis sanitaria que además de ser un
problema de salud pública tiene a la población bajo intensas condiciones de estrés, ansiedad e incluso
depresión producto de las malas gestiones del gobierno en todos los ámbitos relacionados con la
dirección de un problema sanitario como el que estamos enfrentando. 

Nuestra mami falleció, y nos dejó el desgarro del duelo, pero peor aún, nos mostró la cara de un sistema monopolizado y perverso que son los cementerios y funerarias.

Se nos informaron los protocolos a seguir. Tristemente nuestra mami no podía ser despedida rodeada
de toda su familia, sus hijos, nietos, bisnietos y vecinas de toda la vida, como a ella le hubiese gustado
y debimos conformarnos con una pequeña y breve despedida, sin ceremonia, donde solos su viudo
e hijos pudieron despedirla en un cementerio vacío y frío.

Hoy, vemos con indignación cómo el señor Sebastián Piñera Echeñique, Presidente de
Chile y su familia, realizan un funeral con más de 30 personas, entre ellos músicos y fotógrafos,
despidiendo a su familiar y rompiendo los supuestamente estrictos protocolos que el Ministerio
ha indicado deben cumplirse en casos de fallecidos producto de Covid.

Vemos con rabia cómo el presidente sigue burlándose de los chilenos, saltándose los protocolos y
usando su posición de poder para hacer lo que realmente se le antoja, cuando gran parte del
sufrimiento que miles de familias tenemos actualmente producto de la pérdida de nuestros seres
queridos es precisamente por su gestión. 

Se despide con pena desesperada e indignación,

Esposo, hijos e hijas, nietes y bisnietes de María Juana Canio Aillapán. Familia Morales Canio. Nos
quedamos con su amado recuerdo y su espíritu de lucha.

(*) Carta editada.

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