
Un contradictorio Nicolás Zepeda explica compra de gasolina y pasajes, interés por la asfixia y más
En un extenso relato, Nicolás Zepeda contó detalles de su relación con la desaparecida Narumi Kurosaki, sumando nuevos antecedentes al supuesto viaje que iba hacer la japonesa a Lyon y a las visitas previas que hizo antes de reunirse con ella. Y negó su interés por la asfixia, expuesto por su primo.
Durante el décimo día del juicio de apelación en Francia, Nicolás Zepeda, acusado por la desaparición y muerte de su expareja Narumi Kurosaki, inició su declaración con entereza: “He esperado mucho por este momento, a pesar de la presión, a pesar del estrés, a pesar de que son acusaciones horribles por algo que no hice”.
Prosiguió diciendo, “llegó el momento, estoy listo para responder las preguntas y sobre todo, ya no tengo miedo de responderlas”.
Zepeda, quien previamente fue condenado a 28 años de prisión, expresó su confianza en el sistema judicial francés: “Si hubiera tenido algo que temer y si no hubiera confiado en la justicia francesa, habría escapado. Estuve años en libertad”. En su detallada declaración, abordó varios aspectos clave del caso.
Sobre el término de su relación con Narumi, Zepeda explicó: “Ocurrió en diferentes fases. Teníamos cierta distancia geográfica. Ojalá hubiera ido mejor. No hubiera querido que tuviéramos discusiones a veces estúpidas, adolescentes, nada productivas“. Además, admitió que ambos eran personas celosas.
Cuando se le preguntó por qué le “exigió” a Narumi borrar amigos hombres de Facebook, Zepeda dijo: “Pensé que ella se iba a negar. Y, sin embargo, dudaba. Ella me dijo ¿puedo borrar uno y no el otro? No pensé que lo haría… Eso es tan estúpido”, lamentó.
Luego, se le consultó por un video donde parece darle un ultimátum a Narumi, en el cual el imputado le advirtió: “vas a hacer la mejor niña a partir de ahora”.
“No respetaste mis condiciones, no vas nunca más a mentir ni ocultarme cosas”, le decía Zepeda en un registro borrado que recuperó la policía, cuya fecha es del 6 de septiembre.
Ante dudas del Tribunal, Nicolás explicó su perspectiva sobre el video: “De alguna manera estaba hablando solo. Como en un diario. Es un espejo. Para decirme a mí mismo ¡qué eres estúpido! ¡Mira dónde estás!”.
El supuesto encuentro con Narumi
Durante su larga declaración, que no resultó favorecedora, admitió otra vez haber mentido en el primer juicio sobre su viaje a Francia en 2016, inicialmente alegando motivos académicos: “Sí, me costó mucho admitir que quería volver a ver a Narumi”.
“Sé que es estúpido, pero se utilizó para hacer una acusación que era falsa. Me dije a mí mismo que si admitía eso, lo usarían en mi contra”, defendió.
Sobre los preparativos para su reunión con Narumi, explicó la compra de artículos sospechosos: “El bidón era para no quedar sin bencina en el trayecto”. Sobre los fósforos, dijo: “No vi ningún daño, me dije que de todos modos sería útil. Voy a la iglesia así que compro esto para las velas (…). Me digo que podría servir para algo cuando regrese a Chile”. Sobre el detergente, afirmó, fue para lavar el auto.
Continuando con el día 4 de diciembre, Zepeda dijo que se reunió con Narumi ese domingo y fueron hasta un restaurante en un hotel en Ornans. “No esperaba nada. Sin embargo, las cosas salieron bien. Ella se alegró de verme”.
Según dijo, fue ella quien lo invitó a pasar la noche en su residencia. “¿Qué pasó cuando entraste a la habitación 106?”, preguntó el juez. “Tuvimos una discusión sobre lo que íbamos a hacer a continuación y nos acurrucamos en la cama”, dijo el acusado, quien afirmó que tuvieron relaciones sexuales.
De acuerdo a su testimonio, se quedaron todo el día del 5 de diciembre en la habitación. El chileno dijo abandonar el lugar el 6 de ese mes, contradiciendo su previa declaración, sobre haberse ido el día cinco y no seis de diciembre del 2016, fecha en que desaparece la japonesa.
“No pensé que me iban a culpar por perderme cosas (…). En Interpol nunca imaginé que me acusarían de eso. No consideré imprescindible ser preciso”, lamentó.
En la línea de lo que ocurrió aquel día, Zepeda dijo que salió de la habitación en la madrugada para partir a Chile, con su noviazgo terminado.
“Narumi sabía que me tenía que ir, no podíamos prolongar algo que no iba a continuar. Fue una decisión mutua. Ella no quería que me fuera. Tenía que irme, pero no quería”, reconoció el joven. Sin embargo, según la fiscalía francesa, a esas alturas la víctima ya estaba muerta.
Contradiciéndose a sí mismo
En declaraciones anteriores, Zepeda había afirmado que había utilizado el GPS para llegar a la residencia de Narumi, mientras que esta vez negó que haya sido así, consignó Meganoticias.
Interpelado por ese dato, Zepeda se perdió en explicaciones sin responder directamente. Tras lo cual, le hacen ver otra incongruencia: había mencionado que se detuvo en una iglesia durante su viaje de Dijon a Besanzón, y ahora afirmó no haberlo hecho.
En función de esto, intentó explicar que existe un problema de traducción entre pasar frente a una iglesia o entrar en una iglesia.
“¡Nunca dije que estaba dentro, sino al frente! Y estaba buscando esta iglesia como un hito entre otros. Por eso paré. Y probablemente bebí un poco de agua y comí algo. La gente quería creer que me había quedado en esta iglesia, pero nunca dije eso”, aseguró.
Añadido a lo anterior, Zepeda reconoció haber llamado a la puerta de Narumi y entrar en su cocina, contradiciendo nuevamente su declaración previa. Esto, tras ser visto merodeando la residencia días antes de la desaparición de Kurosaki, entre el 1 al 4 de diciembre, ante lo cual dijo: “Solo años después lo recordé. En primera instancia mentí, porque me sentía acorralado”, aunque siguió negando ser la persona en las cámaras de seguridad.
También, se le consultó al imputado sobre sus razones para no escribirle a su exnovia con posteridad. Zepeda aseguró que “sé lo que le habría causado que haga eso. No quería volver. Tomé una decisión conscientemente”.
“Tomar contacto con Narumi no me iba a ayudar con la decisión de irme de Besanzón. En un momento, tras regresar a Chile, intenté llamarla por Line pero no tuve respuesta”, reveló.
Los pasajes a Lyon
Finalmente, Zepeda dio a conocer un dato que siete años después quiso dar: “Narumi me pidió comprarle un pasaje en bus a Lyon. Ella me compartió el número de su tarjeta para realizar la compra”. ¿Por qué no lo dijo antes?, le replicaron. “Si yo contaba eso lo usarían en mi contra”, afirmó.
Lo anterior, en relación a uno de los mails enviados por Narumi a su pareja en ese momento, Arthur Del Piccolo, a quien le señaló que “se iba a Lyon para renovar su pasaporte”. A él le pareció extraño, mientras que la fiscalía cree que el mensaje fue escrito por Zepeda.
Cabe recordar que la jurisdicción que le correspondía a la japonesa no era en Lyon, ciudad donde solo hay oficinas administrativas, sino en el consulado de Japón en Estrasburgo.
En el juicio, Nicolás reconoció que “es impresentable contar que Narumi me pidiera algo así, pero estoy acá para decir la verdad. Yo compré ese pasaje”.
Hasta ahora, la investigación sólo indicaba que esa transferencia fue hecha con la tarjeta de Narumi a través de una conexión wifi en un mall de Dijon, localidad en la que Nicolás había alquilado el auto, y desde donde iba y venía a Besanzón, aquellos primeros días de diciembre del 2016.
Las lapidarias declaraciones de su primo
Durante su extensa intervención, Zepeda respondió sobre la declaración de su primo Juan Felipe Ramírez, quien aseguró que el imputado le hizo preguntas sobre la muerte por ahorcamiento y asfixia.
“¿Qué debemos hacer si encontramos a alguien que se ha ahorcado? ¿Por qué muere una persona ahorcada? ¿Cómo saber si alguien murió ahorcado? ¿Cuánto tiempo se tarda en morir? ¿Una persona muere más rápido por estrangulamiento o degollado? ¿Qué pasaría si tocáramos a una persona con lesiones? ¿Cuándo ocurre el rigor mortis?”, fueron algunas de sus dudas.
“Realmente no sé qué pensar… No creo haber dicho esas cosas. Hago muchas preguntas, eso es cierto, es parte de mi forma de ser. Soy curioso. No hay ninguna pregunta tabú”, sostuvo Zepeda.
Pese a las solicitudes de la justicia francesa, el primo del chileno se negó a acudir a declarar ante el tribunal. Fue por este motivo que el presidente de la corte leyó íntegramente una primera declaración que Ramírez dio a la policía en enero de 2017.