
El compañero Caszely
“La sorpresiva expulsión del Cuerpo Diplomático lo ratifica en su estirpe contestataria y anarquista. Por un par de inocuas opiniones sobre política española y chilena, la Cancillería se apresuró en ‘cortarle las piernas’, seguramente molesta porque uno de los suyos criticaba al gobierno de Maduro”, escribió el periodista Aldo Schiappacasse en la revista elagora.net.
El “Chino” salió de la diplomacia de forma tan sorpresiva, que casi nos hizo recordar su expulsión frente a Alemania Federal en el Mundial del ’74, producto del descriterio del árbitro turco Dogan Babakan.
La semana pasada, durante una entrevista con el diario El Mundo, Caszely deslizó críticas hacia el partido Podemos, de la izquierda española, como también al régimen de Nicolás Maduro.
«No me parece bien que Podemos hable de libertad y reciba bajo mesa dinero del gobierno de Maduro», dijo el ex delantero de Colo Colo. Estas palabras de inmediato encendieron las alarmas en la Cancillería chilena, la que anunció, horas después, su destitución como Agregado de Prensa en Madrid.
El periodista Aldo Schiappacasse, en una columna publicada ayer por la revista deportiva elagora.net, escribió sobre este caso:
“Carlos Caszely es el izquierdista chileno vivo más famoso en el mundo. Un revolucionario sin fronteras, que logró trascender al tiempo y la distancia gracias a su indomable espíritu».
“Para decirlo en buen chileno, al ‘Rey del metro cuadrado’ se le recuerda en el planeta no por el penal perdido (como injustamente lo hacemos en Chile), o por la primera tarjeta roja mostrada en un Mundial, o por los goles de fantasía anotados por Colo Colo o en la Selección. Ni siquiera por su mediático paso por España, donde aseguró que en el fútbol había ‘obreros y gerentes’ y que él, paradójicamente, era un gerente. Se le recuerda, respeta y promociona como un luchador, un zurdo, un izquierdista rebelde».
“Aunque nosotros, que lo hemos tenido cerca, relativizamos el concepto, claro».
«Caszely fue un izquierdista irreductible en dictadura y en la épica campaña del NO. Pero luego, cuando la Concertación le dio la espalda, buscó por otras vertientes políticas, cruzó toda la cancha y se acomodó al alero de Joaquín Lavín, para volver luego, redimido, a la última campaña de Michelle Bachelet, donde corría para Ministro de Deportes y debió conformarse con el secundario rol de Agregado de Deportes en Europa, devenido luego al menos glamoroso Agregado de Prensa en Madrid».
«Menudencias que dan lo mismo si se piensa que Caszely es destacadísimo protagonista del libro ‘Futbolistas de Izquierdas’, del español Quique Peinado. Allí comparte honores con Sócrates, Lilian Thuram, Vicente del Bosque y una decena de próceres que hasta dieron la vida en defensa de sus ideales socialistas. Bajo el título de ‘El tipo que le negó la mano a Pinochet’, la crónica particular narra la épica del goleador en los días de la Unidad Popular, la persecución en dictadura y el impresionante testimonio de su madre en la Franja del NO».
«En el documental ‘Los Rebeldes del Fútbol’, Eric Cantona lo convierte en uno de los cinco jugadores que desafiaron, pertinazmente, a la autoridad, junto a Didier Drogba, el argelino Rachild Mekhloufi y, otra vez, el brasileño Sócrates. Allí el intérprete de ‘Domingo por la mañana’ se muestra en su perfil más confrontacional y solidario, en una cinta que ha recorrido los más prestigiosos festivales internacionales».
“La sorpresiva expulsión del Cuerpo Diplomático lo ratifica en su estirpe contestataria y anarquista. Por un par de inocuas opiniones sobre política española y chilena, la Cancillería se apresuró en ‘cortarle las piernas’, seguramente molesta porque uno de los suyos criticaba al gobierno de Maduro. Porque de la fuerza política Podemos ni del Gobierno español salió queja alguna contra los dichos de Carlitos, que, seamos honestos, en España no provocaron ni cosquillas».
“Como él dijo al diario La Tercera, horas antes del despido, ‘diplomático no soy’. Si en el Ministerio no lo sabían, más vale que se hagan un sumario express por ingenuos y desubicados. Y Dios nos cuide si nuestra política exterior tiene ese grado de desinformación».
“Labrador de su propia leyenda, este capítulo será uno más en el libro de su rebeldía. Aquella que lo mantiene como personaje eterno en el mundo de los que no quieren pasar al olvido”.