
Grondona en evidencia: revelan escuchas telefónicas para arreglar partidos en favor de Boca Juniors
El fallecido «dueño» del fútbol argentino lo hizo todo bien para su conveniencia, menos colgar el teléfono a tiempo. Acaban de conocerse intercepciones donde se le oye instruyendo decisiones ilegales. El juez paraguayo Carlos Amarilla figura en primera línea de estos arreglos.
Hasta para morir fue oportunista.
Julio Grondona dejó este mundo hace casi un año, cuando todavía los rumores sobre la corrupción en la FIFA, la Conmebol y la Asociación Argentina de Fútbol (AFA) eran solamente sospechas -unas más fundadas que otras- que necesitaban ser probadas.
Ahora que toda la mugre de buena parte del fútbol mundial y sudamericano se convierte en hechos verídicos gracias al actuar de fiscalías y policías, uno de los padrinos del balompié internacional puede ahorrarse la vergüenza de enfrentar a los suyos, alivio escamoteado para Nicolás Leoz y todos los demás que están cayendo poco a poco.
Por ejemplo, Grondona no tendrá que dar la cara por la última revelación de sus prácticas ilegales: escuchas telefónicas divulgadas este domingo por el programa periodístico «La Cornisa», de la red América TV, y que revelan cómo Grondona arreglaba partidos, árbitros y evadía impuestos.
Los diálogos interceptados muestran a Grondona hablando con distintos personajes del fútbol argentino para amañar las cosas a su favor.
Una primera comprobación es cómo Grondona manipulaba junto a Alejandro Burzaco -ex CEO de Torneos y Competencias, hoy bajo arresto domiciliario en Bonzano, Italia, en el marco de la investigación por corrupción en la FIFA- horarios de partidos de la competencia trasandina.
La segunda revelación es que también designaba jueces para su conveniencia, tanto en el plano nacional como continental, coludiéndose para ello con el director de la Escuela de Árbitros de años atrás, el ex juez internacional Abel Gnecco.
Un ejemplo de ello es el partido de octavos de final de la Copa Libertadores 2013 entre Corinthians y Boca Juniors, cuyo resultado final 1-1 clasificó a los xeneizes. En las grabaciones se escucha a Gnecco pavoneándose por haber puesto al juez paraguayo Carlos Amarilla, quien aquella noche en el estadio Pacaembú no sancionó un penal para el local, luego de una clara mano del boquense Leandro Marín, y anuló mal un gol de Romarinho. En la grabación Grondona y Gnecco coinciden en que el árbitro guaraní «fue el mejor refuerzo que tuvo Boca».
Hoy el aún juez activo paraguayo salió a defenderse y dijo sobre aquellos polémicos cobros que «todos los árbitros cometemos errores, pero nunca con mala intención. Es la ley del fútbol».
De paso, procurando salir de la incómoda situación en que se encuentra, Amarilla pidió la apertura de una investigación con el propósito, según él, de aclarar su inocencia. «En el mundo de los arbitrajes no hay corrupción. Nosotros somos los hermanos pobres del fútbol. Trabajamos con el corazón y nos quieren embarrar. En 27 años de carrera nadie me puede señalar con el dedo», enfatizó, tratando desde ya con su discurso de alejar los dedos que empiezan a apuntarlo.
En todo caso, sus primeras declaraciones no le sirvieron de mucho. Y es que la Comisión de Árbitros de la Asociación Paraguaya de Fútbol emitió un comunicado notificando que Amarilla y Rodney Aquino, un asistente guaraní mencionado en las conversaciones intervenidas, «no serán tenidos en cuenta para su designación en los partidos del Campeonato Clausura”.
“Hasta tanto sean dilucidados los supuestos hechos denunciados mediáticamente en el estamento correspondiente y sin que esto sea considerado una sanción o pena alguna que afecte la dignidad de las personas que a continuación se citan, la Comisión de Árbitros ha determinado que los árbitros Carlos Amarilla y Rodney Aquino, en principio, no serán tenidos en cuenta para su designación en los partidos del Campeonato Clausura”, explica el comunicado.