El cuadro del Campanil, que había caído en Asunción por 2-1 en el encuentro de ida, cumplió una pobrísima actuación en el partido de revancha. Cayó inobjetablemente por 3-2 frente al Nacional paraguayo y dijo adiós tempranamente a un torneo que está resultando de triste recuerdo para el fútbol chileno.
¿A qué puede aspirar un equipo que, necesitado de ganar, es incapaz de procurarse ni siquiera una sola oportunidad de gol en 90 minutos? ¿A qué otra cosa, como no sea su tempranera eliminación de la Copa Sudamericana, cuando su fútbol es tan chato y ramplón que se muestra como un equipo impotente para concretar una sola jugada asociada? Fue lo que mostró anoche la Universidad de Concepción frente al Nacional paraguayo, que se impuso con todos los merecimientos por 3 a 1 y, dejando en el camino al cuadro del Campanil, deberá enfrentar en segunda ronda a Liga Deportiva de Quito.
Existían en el cuadro penquista fundadas esperanzas en superar este escollo y clasificar. Después de todo, había caído estrechamente en Asunción por 2 goles a 1 y esa conquista, anotada en condición de visitante, podía valer oro en el caso de abrir la cuenta. La responsabilidad, incluso la desesperación que llega con el avance de los minutos, pasaría a poder de un Nacional que se había visto bastante discretito en el encuentro de ida.
Los antecedentes con que el cuadro paraguayo llegó a enfrentar este compromiso no eran tampoco de los mejores. Venía de ser vapuleado por Guaraní y su pobre cosecha de puntos (seis) lo tienen en la parte baja de la tabla del torneo local, con apenas una unidad por sobre el colista, Sportivo Luqueño. En suma, en teoría un rival absolutamente abordable.
Pero de la teoría a la práctica, de las expectativas a la realidad, suele haber un trecho largo. La Universidad de Concepción nunca demostró que podía ganar el partido y fue por completo anulado por un equipo paraguayo que se bastó con un impecable orden defensivo, una marca que no deja lugar a treguas, y un ataque sin grandes luces, pero que supo sacar partido de cada flaqueza defensiva del dueño de casa, que ciertamente no fueron pocas.
Es que la U penquista fue muy poquita cosa, futbolísticamente hablando. Era incapaz de hacer tres pases seguidos y, de esa forma, era presa fácil para un cuadro más bien modesto, pero aplicado. Su falta de fluidez llegaba a ser exasperante. Una y otra vez la pelota terminaba perdida por un pase desmedido o por el anticipo rival, sin que los jugadores nacionales atinaran a sacudirse de esa marca. A anticipar el anticipo.
Nacional ya era por lejos el menos malo de los dos cuando Riveros, a los 34 minutos, abrió la cuenta para Nacional con un tiro libre impecable. Y lo que ya era difícil se transformó en una misión imposible para esta Universidad de Concepción increíblemente pobre en recursos. Para clasificar necesitaba 3 goles y no se veía por dónde.
El correr de los minutos, la evidente impotencia penquista, hicieron que Nacional se tranquilizara definitivamente. Aunque no lo necesitaba, hasta se decidió a atacar un poco más, llegando al 2-0 con una jugada en que todos los jugadores penquistas que participaron parecieron dibujados, porque ninguno atinó a nada.
El descuento sólo llegó en el minuto 87, luego que el colombiano Buitrago inventara un penal que sólo existió en su imaginación. Manríquez lo cambió por gol, pero ya no quedaba tiempo ni siquiera para, a falta de fútbol, mostrar una actitud que hasta ahí no había existido.
Al contrario: ya en los descuentos, con un equipo chileno evidentemente resignado a su suerte, fue el cuadro paraguayo el que, nuevamente casi sin oposición, marcó un tercer gol que reflejó con una cuota un poco mayor de justicia la diferencia que había existido entre uno y otro.
Una Copa Sudamericana que está resultando para el fútbol chileno, y como en otras ocasiones, de triste recuerdo. La Universidad de Concepción sumó una eliminación sin pena ni gloria a las ya experimentadas por Wanderers y Huachipato, dejando sólo a Universidad Católica en carrera.
Pormenores
Copa Sudamericana. Primera fase.
Estadio: Germán Becker, de Temuco.
Público: 3 mil personas, aproximadamente.
Arbitro: José Buitrago (Colombia).
U. DE CONCEPCION: C. Muñoz; Gómez, Días, F. Muñoz, Flores; Lepe (56´ Ponce), Portillo (46´ Berríos), Manríquez; Reynero, Vargas, Huentelaf (46´ Churín).
NACIONAL: Don; Coronel, Piris, Velásquez, Mendoza; Melgarejo (84´ Bustamante), Argüello, Orué, Riveros; Teixeira (79´ Truco), Montenegro (91´ Colman).
GOLES: Para Nacional, 34´ Riveros (tiro libre), 78´ Montenegro y 92´Argüello. Para Universidad de Concepción, 87´ Manríquez (penal).
Tarjetas amarillas: Flores (UC), Velásquez, Melgarejo y Teixeira (N).
Tarjeta roja: 51´ Flores, por doble amarilla.
