El jugador del Inter de Milán recibió un multitudinario homenaje del público, que coreó su nombre como reconocimiento a su descollante actuación.
Recién comenzaba el segundo tiempo, y el público no aguantó más: después del enésimo cruce para salvar una situación angustiosa, Gary Medel escuchó cómo la multitud formaba un coro para cantarle su admiración.
Sólo un error cometió el defensor del Inter de Milán en todo el partido que la selección chilena de fútbol le ganó a su similar de Brasil en el comienzo de las Clasificatorias para el Mundial de Rusia 2018: se dejó llevar por un adversario y eso permitió que el delantero Ricardo Oliveira tuviera tiempo y espacio para rematar.
Todo lo demás fue impecable.
Resultó sorprendente la facilidad con que anuló el juego aéreo de Hulk, el fornido y espigado ariete del “scratch”. Sus saltos coordinados y el buen uso del cuerpo hicieron recordar a los futboleros de tercera edad la forma en que Humberto “Chita” Cruz –grueso y bajito- se las ingeniaba para ganar a rivales altos y de temible cabezazo, como hizo repetidamente con el ecuatoriano Alberto Spencer, figuraza de Peñarol, y con el propio Pelé.
Oportuno en los cruces, ganador de frecuentes duelos individuales, fino en la salida, empujador desde el mediocampo en los minutos finales, Gary Medel rompió todos los moldes para convertirse en el astro más rutilante en una cancha plagada de estrellas.
