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Menú chileno para cerrar 2015: un café con Colombia y a la “parrilla” en Uruguay…

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La Selección culminará su año con dos partidos de distinta exigencia y motivaciones. En Montevideo le espera un rival enconado, que pondrá a prueba la jerarquía de la Roja y aquella guapeza que insinuó Jara en la Copa América.


La pausa será fugaz entre la primera y la segunda jornadas de las Clasificatorias Sudamericanas, ya que entre el 12 y 17 de noviembre se disputan la tercera y cuarta fecha del calendario que fija como objetivo supremo el Mundial de Rusia 2018. Los seis puntos de Chile lo posiciona entre los líderes, pero la programación de esta temporada supone afrontar exigencias de tono mayor ante Colombia y Uruguay, que debieran establecer una proyección más fina de sus posibilidades en el grupo de los aspirantes a llegar a la Plaza Roja de Moscú.

En la próxima fecha, la Selección espera a Colombia en el Estadio Nacional, respaldado en la seguridad que le dan sus dos victorias ante Brasil y Perú, y la irregularidad de un rival que en Santiago no muestra estadísticas atemorizantes. Asimismo, el líder Uruguay visitará a Ecuador en un duelo de pronóstico estrecho, al paso que el fixture anuncia el gran partido del continente entre una Argentina conflictuada por su nivel actual -un punto y muchas ausencias estelares- y un Brasil que necesita despegar tras el nocáut que le propinara Chile y un triunfo predecible ante Venezuela.

Mientras tanto, en la jornada final del año, Uruguay recibe a la Roja en el Centenario para reeditar un choque con rasgos de clásico, al paso que Colombia y Argentina avizoran otro partidazo en tierras del café y de García Márquez. Posiblemente el de rojos y celestes será un encuentro que, más allá del eventual liderazgo de ambos o uno de ellos, pondrá en juego una serie de factores circunstanciales que le agregan aún más morbo. Por ejemplo, el “caso Jara” y el reencuentro de dos equipos que sacaron chispas en la Copa América de Chile, en un juego que aún se recuerda por su fiereza y equilibrio en el juego, así como la expulsión de Edinson Cavani a causa de una agresión de parte del zaguero Gonzalo Jara y que provocó sanciones ulteriores por parte de la Conmebol.

Además, el plantel capitaneado por Claudio Bravo viene de ganar en Lima dejando un mensaje en el vestuario del Nacional peruano (“respeto al campeón de América”) que fue retrucado desde Montevideo con la dura afirmación de que “se agrandó la Cenicienta de América”, lo que sólo contribuye a mantener abiertas las cicatrices del partido anterior.

Como sea, refrendando su gran nivel de rendimiento liderado por Alexis Sánchez, la Roja puede llegar al Centenario con 9 puntos en busca de una ratificación que, por cierto, necesitará jerarquía y guapeza para someter -el manido verbo del técnico- la mítica garra de los charrúas. De seguro que en las próximas semanas será tema recurrente la presencia o ausencia de Gonzalo Jara, aún apuntado por el dedo acusador de una reprochable conducta antideportiva. Al fin, en Montevideo lo esperan con animadversión, pero Jorge Luis Sampaoli siempre garantizó que la “bravura” de Jarita y Medel no tenían sucedáneos en el recetario futbolístico de esta Selección.

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