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La piedra en el zapato del alcalde Pedro Sabat post terremoto

El jefe comunal sorprendió gratamente a los vecinos de la Villa Canadá cuando anunció el recambio de todos los techos por los daños que sufrieron tras el terremoto del 27 de febrero. Pero luego de los trabajos, adjudicados sin previa licitación a la constructora San Emilio, comenzaron a presentarse numerosos casos de intoxicación por monóxido de carbono. Esto, porque los escombros de las faenas habrían sido vertidos en los ductos de ventilación. Y quienes alertaron del hecho al municipio recibieron como respuesta el enojo del alcalde, quien los «castigó» dejando sus edificios sin techo durante un mes. Esta es la historia.


Los vecinos de la villa Canadá de Ñuñoa no ocultaron su satisfacción cuando la primera semana de marzo el propio alcalde, Pedro Sabat, les informó la decisión del municipio de cambiar la techumbre a los 14 edificios que la conforman y que resultaron dañados tras el terremoto del pasado 27 de febrero.

Pero el remedio fue peor que la enfermedad, porque lo que parecía una ejemplar muestra de eficiencia comenzó a desmoronarse cuando se iniciaron los trabajos por parte de la constructora San Emilio, que se adjudicó por decreto y sin previa licitación el proyecto por alrededor de 130 millones de pesos para llevar a cabo las faenas.

Los propios habitantes aseguran que pudieron ver cómo los trabajadores llenaban con escombros los ductos de ventilación de los inmuebles. El resultado: una seguidilla de casos de intoxicación  por la acumulación de monóxido de carbono al interior de los hogares.

«Villa Monóxido»

En su debut, el área de reportajes de El Mostrador TV recibió los testimonios de los vecinos afectados, los que fueron corroborados por voluntarios de Bomberos que concurrieron a atender una de las emergencias. Y las cámaras también constataron in situ que los ductos estaban absolutamente tapados.

¿Qué haría un ciudadano cualquiera si se percata que los trabajadores contratados por su comuna no hacen bien su trabajo? Seguramente alertar a su municipalidad de las anomalías para corregir la situación.

Eso fue lo que hicieron algunos de los vecinos de la Villa Canadá a través de dos cartas.  ¿El resultado, según los vecinos? El enojo del alcalde, quien durante una reunión con la comunidad –como lo muestran las imágenes- no halló nada mejor que “castigarlos” quitándoles los beneficios y dejándolos sin techo durante un mes. Todo se resolvió cuando los afectados le enviaron una nueva misiva pidiéndole que reconsiderara su decisión, en beneficio de los niños y adultos mayores que podían verse perjudicados.

La versión del municipio

Sabat evitó ser entrevistado para referirse a este caso y dijo de manera escueta que el asunto estaba en manos de los arquitectos y técnicos de la municipalidad.

En medio de forcejeos e intentos por apagar nuestra cámara, otros funcionarios edilicios aseguraron que los ductos habían quedado tapados por culpa del terremoto. Y pusieron énfasis en que ese ya no era problema del municipio y que incluso si lo fuera,  tampoco había presupuesto para brindar alguna solución.

El Mostrador TV trató también de ubicar al representante de la constructora San Emilio, Fernando Said, pero no fue posible porque la dirección de la empresa, estampada en el decreto que le adjudicó los trabajos, corresponde a un departamento de un edificio residencial de la calle Exequiel Fernández que nada tendría que ver con la mencionada empresa. Lo mismo ocurrió con otros domicilios de la constructora, indicados en los registros de Dicom, en los cuales no se ubicó a nadie de la empresa.

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