Coti Sorokin y su banda Los Brillantes hicieron bailar a los asistentes al concierto celebrado en un autocine a orillas del Río de la Plata en las afueras de Buenos Aires, con un estricto protocolo sanitario para evitar la propagación del coronavirus
Desde sus autos y al aire libre, los argentinos disfrutaron el sábado del primer concierto con público de Sudamérica desde el inicio de la cuarentena en marzo, en una noche en que los bocinazos reemplazaron a los aplausos y las luces de los celulares fueron cambiadas por las de los coches.
Coti Sorokin y su banda Los Brillantes hicieron bailar a los asistentes al concierto celebrado en un autocine a orillas del Río de la Plata en las afueras de Buenos Aires, con un estricto protocolo sanitario para evitar la propagación del coronavirus.
«Estamos queriendo seguir haciendo música», dijo Coti, conocido por canciones como «Antes que ver el sol», «Nada fue un error» y «Otra vez», al presentar la canción «Por ahí», a la que llamó su «himno de la cuarentena», ya que lo compuso, grabó y editó durante el aislamiento.
Con capacidad para 60 autos y con tres pantallas en una radiante noche del invierno boreal, Coti dio un concierto de alrededor de una hora y media ante un público entusiasmado que festejó con luces y bocinas cada uno de sus temas.
«Es algo emocionante tenerlo acá, poder verlo, tener contacto real, no virtual, con el escenario al río en un día fresco pero hermoso. Es muy lindo, es un planazo», dijo Nicolás Magaldi, un conductor de televisión de 33 años que asistió al concierto con su mujer y su pequeño hijo.
En un momento del recital, Coti bajó del escenario y tocó frente a los autos, respetando el protocolo de la municipalidad de San Isidro, un coqueto vecindario de los suburbios de Buenos Aires donde se realizó el concierto, que estableció que no haya contacto entre los músicos y el público y que los asistentes permanezcan en sus vehículos, previo control de la temperatura.
El organizador del evento, Marcelo Mazzini, dijo a Reuters que su intención es reactivar la golpeada industria del entretenimiento, luego de que el coronavirus forzara la suspensión de todos los recitales con público.
«Es el primer autoconcierto de Argentina y de Sudamérica (…) Cuando llamamos a Coti para contarle de la idea, se emocionó de poder volver a tocar y subir a un escenario después de cinco meses estando en la casa y no poder hacer nada. Yo creo que es un puntapié para que sucedan muchos más», afirmó.
A pesar de tener que estar dentro de los autos, los asistentes celebraron la posibilidad de disfrutar un evento de música en vivo, en un país que transita una de las cuarentenas más largas del mundo y registra unos 471.800 casos y 9.740 muertos por COVID-19.
«Lo estamos viviendo con mucha alegría. Me parece que de a poquito estamos volviendo con todos los cuidados y cumpliendo el protocolo (…) A disfrutar todos de la música y de este evento que me parece súper especial en el momento que estamos viviendo», dijo Soledad Villarreal, una modelo de 40 años.