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La vanguardia artística de la 26° Bienal de Sao Paulo desembarca en el MAC

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Una selección de 27 artistas de todo el mundo incluidos en el evento plástico brasileño inicia la temporada del Museo de Arte Contemporáneo. Su director, Francisco Brugnoli, cuenta la alternativas de la muestra y entra a la discusión por una bienal en Valparaíso.


La posición de Francisco Brugnoli es discutir. Mientras el Museo de Arte Contemporáneo (MAC), que dirige, ultima detalles para abrir una exposición con una selección de lo más destacado de la 26° Bienal de Sao Paulo, él también prepara la intervención que ofrecerá en el marco de la jornada de debate internacional sobre "Bienales y Curatoría". Ponencia justamente en torno a la situación actual en el mundo de este tipo de encuentros artísticos.



«Bienales y Curatorias», a realizarse el miércoles 30 de marzo en el Bellas Artes, será una suerte de antesala teórica para la selección de la Bienal de Sao Paulo, Contrabandistas de Imágenes, que trae a Santiago obras de 27 artistas elegidos por el alemán Alfons Hug, por segunda vez consecutiva encargado de definir los lineamientos curatoriales del encuentro en Brasil.



Globalización, teoría y pintura


Imagen de «Trabajadores que no pueden ser pagados, remunerados por mantenerse dentro de cajas de cartón» de Santiago Sierra

Contrabandistas de Imágenes, que abre la temporada 2005 del MAC ubicado temporalmente en la Quinta Normal, es la segunda entrega de la Bienal de Sao Paulo en nuestro país: el 2002 desembarcó la primera selección de la muestra brasileña siendo visitada por cerca de 17 mil personas. Mientras la vez anterior la exhibición contó con obras americanas y europeas, esta vez se incluye a los artistas desde países más distantes: Chen Shaofeng de China; Naoya Hatakeyama de Japón; Viktor Marushchenko de Ucrania y Pavel Pepperstein de Rusia.



«Aquí hay una señal respecto a la globalización. Toda globalización exige este intercambio cultural, porque todo trabajo de arte, es portador de signos de la realidad del artista, pero al mismo tiempo de la realidad deseada. Creo que es en el deseo de mundo donde nos podemos encontrar todos los artistas de este nuevo contexto globalizado», explica Brugnoli.



Además de abrir el espectro de países seleccionados, Contrabandistas de Imágenes trae también una reflexión teórica. En expresa oposición al discurso sociológico y político que según Alfons Hug impera en las bienales mundiales, se propuso reivindicar el valor simbólico y poético de la obra de arte, su autonomía como territorio libre, despojado de funcionalismos de cualquier tipo.


De «Diálogo con los campesinos de los Poblados Tiangongsi» de Chen Shaofeng

Según explica Brugnoli, lo que hace Hug es desplazar la mirada del discurso estético dominante de Walter Benjamin a la de Theodore Adorno. Pero si bien tal propuesta difícilmente será captada por el público general que llegue hasta el MAC, el director del museo asegura que sí podrá detectar una fuerte presencia de pintura. «Es un hecho bastante especial para el momento actual donde el experimentalismo tecnológico es muy fuerte», dice.



«Todo el desplazamiento a través de la pintura nos permite ver que la propuesta de Alfons Hugs, no se trata de una cierta forma de hacer pintura o una tendencia al interior de la pintura. Sino de mirar la pintura en sus distintas acepciones. Remirarla», explica Brugnoli y como artistas en esa línea se pueden nombrar a Chen Shaofeng, Sergej Jensen, Pablo Cardoso y Pavel Pepperstein.



Rosenfeld como eje



Para Brugnoli, sin embargo, la pintura no será lo más impactante. Antes que nada nombra a brasilero Paulo Climachauska quien instalará una perspectiva ilusoria que ocupa toda una pared que se ve al ingresar al museo. El inglés David Batchelor, por su parte, trae al MAC «The Spectrum of Brick Lane» (en la foto), una estructura de acero, cajas de luz, chapas de acrílico, vinil y luz fluorescente de 14 metros que ocupó el pabellón central de la Bienal de Sao Paulo.



Además, Contrabandistas de Imágenes contará con la presencia del alemán Julian Rosefeldt. «Uno de los ejes principales de la muestra, sino el más», dice Brugnoli. Trae su obra «Trilogía del fracaso Parte II: Hombre Doblado» una instalación fílmica. Es uno de los pocos artistas que estará en Santiago y el jueves 31 de marzo próximo dictará la conferencia «Arte, video y realidad: el video más allá de la realidad» en el Instituto Goethe.



En la selección también estarán presentes los dos artistas chilenos que participaron en la Bienal de Sao Paulo: el emergente Patrick Hamilton que presenta 22 fotografías de la serie Perfect & Imperfect Tools (2004). Y el consagrado Eugenio Dittborn, quien contará con una sala especial, donde exhibirá «La XXVII Historia del Rostro».



¿Bienal de Valparaíso?



Mientras se exhiba Contrabandistas de Imágenes, en Chile podría comenzar una nueva discusión. Una vieja, en realidad, pero que el encuentro «Bienales y Curatorías» espera traer al presente: ¿Revivir la Bienal de Arte de Valparaíso? La idea flota en el mundo plástico hace años y el próximo miércoles el académico e investigador Alberto Madrid contará la historia del encuentro artístico que se realizó en el puerto hasta 1994.


«Por qué quieren imitarme» de Martín Sastre

Ante esa idea, la posición de Brugnoli es discutir. Antes que nada, asegura que se levantan algunas «preguntas terribles». Y dispara: «¿Tiene el país el imaginario suficiente para eso? Aquí no se trata de que muchas personas que trabajamos en esto veamos que eso es posible y deseable, sino que los recursos que exige una bienal: ¿Cómo se obtienen? ¿Quién los aporta? ¿Qué voluntad hay de hacerlo?».



La otra, más compleja según el director del MAC, tiene que ver con el significado de una bienal más en el mundo. «El mundo está lleno de bienales y todas son la réplica del modelo inicial que es Venecia. La pregunta es: ¿es la bienal el modelo del encuentro nacional de arte? Cuando uno replica, replica y replica un modelo, lo que termina por hacer es disolverlo», dice.



En ese sentido, si bien Brugnoli cree que el ejemplo de la itinerancia de una bienal como la de Sao Paulo es una buena forma para resolver el problema, reconoce que siempre le ha seducido la idea de celebrar una en Valparaíso, especialmente dedicada a los países del Pacífico. Teniendo como antecedente los acuerdos APEC, «esa bienal del Pacífico ahora me parece mucho más deseable aún», dice.



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*Todas las fotos cortesía del Museo de Arte Contemporáneo.

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