En dos meses de gestión, Michael Müller ha hecho cambios significativos en el área de noticias bajo su mando. Aunque todavía la diferencia con el noticiero central de Canal 13 es amplia en términos de rating, al interior del departamento informativo esperan que, terminada "Brujas", el canal estatal aumente su audiencia.
A pesar de los despidos de comienzos de mes, el ambiente en el área de prensa de Televisión Nacional es tranquilo. Incluso optimista. La sensación general es que las decisiones importantes se están tomando y que por fin hay una mano firme que gobierne el timón.
Michael Müller asumió en mayo la jefatura del departamento informativo, luego de que se aceptara la renuncia de Verónica López. Las decisiones, desde su llegada, han sido numerosas, pero ninguna demasiado drástica. En un comienzo, se focalizó en la dinamización del noticiario central -que estaba marcado por un estilo de extensos reportajes- y en la reestructuración de los bloques noticiosos. Posteriormente acortó de modo radical la entrevista del domingo y creó un equipo de reportajes.
En general, la gestión de Müller se ha ganado el respaldo de los trabajadores. Uno de ellos cuenta que incluso los despidos han sido entendidos como un hecho "lógico y justificado", como parte de un plan que busca afinar el funcionamiento de una de las áreas clave del canal. "Quedó claro que se está poniendo orden", explica una fuente del interior del canal, y que "su gran aporte ha sido tomar decisiones inmediatamente, no alargar situaciones que no se pueden seguir alargando, sacar a la gente que está de más y poner a las personas que son un aporte. En general, la sensación predominante es que el cambio ha sido positivo", explica.
La maldición del rating
El gran desafío de Müller es hacer que la edición central de 24 horas repunte los 18 puntos que actualmente tiene en promedio, mientras Canal 13 no baja de los 25. Evidentemente, se trata de una situación dada, en principio, por la enorme disparidad entre la sintonía de la teleserie de la red estatal ("Los Capo") y la de la estación católica ("Brujas").
Se han hecho esfuerzos para remontar la diferencia, aunque con clara conciencia de que es prácticamente imposible ganar con tal desigualdad inicial. "Obviamente la idea es mejorar en términos de rating, pero es súper claro que hay cosas que son prácticamente imposibles de revertir. Si te entregan (la programación) con 30 puntos de diferencia, es obvio que es imposible ganarle al 13 mientras esté la teleserie al aire. Dentro de ese contexto se está tratando de hacer lo mejor y repuntar, pero siempre con los pies puestos en la tierra. No se aspira a ganarle al 13 por ahora. Es imposible" asegura un periodista del canal público.
No se trata de un derrotismo a priori, sino de realismo elemental. "Brujas" ha resultado ser la verdadera maldición para TVN en dos de sus áreas más importantes: la dramática y la de prensa. El dinero invertido en "Los Capo" incluyó cursos de italiano, cocina y baile; vestuario, investigación histórica, ambientación y locaciones, entre otros gastos que finalmente sumaron más de cuatro millones y medio de dólares. Monto que todo el resto de la programación -especialmente la del horario prime– debe costear.
A pesar de los números, la sensación es que el trabajo se está haciendo con mayor calidad, y con más espíritu de equipo que antes de la renuncia de López.
¿Y Amaro?
Para nadie es un misterio que el conductor de 24 Horas central, Amaro Gómez-Pablos, tenía gran cercanía con la ex directora de prensa, quien lo defendió frente a varios conflictos con la estación.
Si bien no hay antecedentes respecto de las evaluaciones que se hacen a nivel de directorio en relación al "rostro" del noticiario, en el departamento de prensa tiene fama de ser un hombre conflictivo. "En términos personales, él no tiene buena relación con la gente y no es muy querido. Tampoco es muy respetado en términos periodísticos porque se siente que no ha hecho mucho", explican al interior del área de prensa.
Otra fuente es incluso más drástica, y asegura que "Amaro ha defraudado a la gente que trabaja en prensa. Al menos para los periodistas y camarógrafos ha sido un bluff bien grande".
A esta aversión de varios compañeros de su equipo se suma que tradicionalmente es sobre los conductores de noticias que recae una buena parte del peso por el éxito o fracaso en sintonía. Hay coincidencia en que por ahora es imposible tener certeza de si el bajo rating es exclusivamente culpa de "Los Capo" o si Gómez-Pablos no es del gusto de los telespectadores.
Sólo cuando terminen las teleseries -y suponiendo un escenario menos catastrófico para TVN- podrá constatarse realmente si se ha consolidado o no el liderazgo que desde un comienzo se pensó imprimir al ex reportero de CNN. "En ese momento no deberías tener más excusas. Debiera acabarse la justificación. Se está esperando empezar de cero y de ahí competir de verdad", explican en el departamento de prensa.
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