Según Carlos Bravo, responsable de temas nucleares de Greenpeace, los trabajadores de la central han asegurado que ignoraron la emisión de partículas radiactivas hasta el mes de abril, cinco meses después del suceso.
La Fiscalía de Tarragona abrió una investigación para establecer si hay indicios de delito en la emisión de partículas radiactivas que se produjo el pasado mes de noviembre en la central nuclear de Ascó.
Fuentes judiciales informaron de que dichas actuaciones permitirán saber si existen responsabilidades en la emisión de partículas radiactivas y en la posterior gestión del incidente.
La decisión del Ministerio Público es un paso más en el caso de ese escape de partículas, que ya ha costado el cargo a dirigentes de la central y ha supuesto la realización de análisis radiológicos a centenares de personas para saber si hay algún tipo de contaminación, aunque hasta ahora han sido todos negativos.
Las diligencias abiertas de oficio por la Fiscalía se unen a la denuncia que las organizaciones medioambientales Greenpeace y Ecologistas en Acción han presentado por la fuga de radiactividad y en la que piden acciones penales.
Según Carlos Bravo, responsable de temas nucleares de Greenpeace, los trabajadores de la central han asegurado que ignoraron la emisión de partículas radiactivas hasta el mes de abril, cinco meses después del suceso.
Las autoridades han practicado análisis a unas 850 personas, en su mayoría trabajadores o individuos que han estado en contacto con la central, con resultados negativos en cuanto a la detección de contaminación.
La previsión es que los análisis sigan hasta completarlos a unas 1.600 personas.
EFE
