«Todas las líneas teléfono están cortadas, más o menos, y es extremadamente difícil obtener información de las áreas afectadas, pero, por las informaciones que nos llegan, aldeas enteras han desaparecido y la cifra final de víctimas mortales será inmensa», dijo el encargado de la misión en Rangún de la OIM, Mac Pieczowski.
El representante de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Birmania (Myanmar) informó hoy de que aldeas enteras han desaparecido por los efectos del ciclón tropical «Nargis» y calcula que la cifra provisional de 15.000 muertos subirá en los próximos días.
«Todas las líneas teléfono están cortadas, más o menos, y es extremadamente difícil obtener información de las áreas afectadas, pero, por las informaciones que nos llegan, aldeas enteras han desaparecido y la cifra final de víctimas mortales será inmensa», dijo el encargado de la misión en Rangún de la OIM, Mac Pieczowski.
La representación de la OIM en Birmania, a la que hoy tenía previsto integrarse la jefa para el Sudeste Asiático del organismo, Irena Vojackova-Sollorano, ha enviado especialistas al estado de Mon para restablecer las comunicaciones, organizar los trabajos y examinar la situación con la Cruz Roja y las autoridades locales.
La Junta Militar birmana, que el lunes aceptó la ayuda que le ofrecía la comunidad internacional, ha indicado al menos 15.000 muertos y 30.000 personas desaparecidas.
La televisión estatal birmana informó de que 10.000 personas habían muerto en la población de Bogalay, a unos 90 kilómetros al suroeste de Rangún.
Los expertos de la ONU estiman que cientos de miles de personas han perdido sus casas, aunque alguna ONG calcula que la cifra de damnificados es de más de un millón.
El estado de emergencia impera en las regiones de Irrawaddy, Pegu y Rangún y los estados Karen y Mon desde el sábado pasado, al día siguiente de que el ciclón «Nargis» tocase tierra por el delta del río Irrawaddy.
La población de las áreas afectadas lleva desde entonces sin suministro de agua y electricidad, y los alimentos básicos escasean y sus precios se han disparado debido a la especulación y la alta demanda.
La Cruz Roja ya distribuye entre los afectados ayuda básica como plásticos con los que cubrir los tejados que arrancó el ciclón o pastillas para potabilizar agua, además de mantas y ropa.
EFE
