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Lágrimas, alegría y fiesta tras aprobar proyecto de Constitución en Ecuador

El pabellón nacional, amarillo, azul y rojo, ondeó en las manos de los asambleístas del grupo oficialista, que impulsa el proyecto, poco antes de que se conocieran los resultados oficiales de la votación que se efectuó en la última sesión del foro.


La sala de la sesión del pleno de la Asamblea Constituyente de Ecuador se inundó la anoche de banderas, cantos y lágrimas, tras ser aprobado, de forma definitiva, el proyecto de nueva Carta Magna que ese foro elaboró en los últimos ocho meses.



La sede de la Constituyente, un gran complejo arquitectónico construido a un costado de la localidad costera de Montecristi, en la provincia de Manabí, acogió el jueves, por última vez, los intensos debates y discusiones entre el oficialismo y la oposición.



Los asambleístas del oficialismo, mayoría en la Asamblea, conformada de 130 escaños, tomaron las banderas y las agitaron con vehemencia tras el triunfo, mientras los de la oposición gritaban «No, No, No», para rechazar la votación del proyecto Constitucional.



Los gritos de Sí del oficialismo y los del No de la minoría retumbaron en la sala de sesiones, aunque los opositores fueron aplacados por los de la mayoría.



Una vez finalizada la votación y, resignados con la derrota, los opositores abandonaron la sala del pleno y dejaron a los oficialistas festejar el triunfo.



El pleno de la Asamblea, de pronto, dejó de ser un sitio de discusiones para transformarse en uno de celebración.



Los asambleístas del movimiento oficialista Acuerdo País, junto con sus aliados de otros grupos de izquierdas, no pararon de abrazarse y cantar la melodía que identifica al movimiento del presidente, Rafael Correa, principal promotor de la nueva Constitución.



«Alerta, alerta, alerta que camina, la espada de Bolívar por América Latina», arengaban los oficialistas bajo la mirada confundida de decenas de trabajadores que lucían pañoletas con la leyenda de la «Asamblea Constituyente».



El ex presidente de la Asamblea Alberto Acosta, de Acuerdo País, después de abrazarse con sus compañeros, sorprendió a un grupo de periodistas a los cuales agradeció por sus aportes.



Los festejos se trasladaron del salón principal a las afueras de la sede de la Constituyente, donde se había preparado un festival de fuegos pirotécnicos para cobijar la alegría de los asambleístas del oficialismo.



El juego de luces, que duró unos diez minutos, también avisó a la vecina población de Montecristi, de que el proyecto de nueva Constitución fue aprobada.



En la plaza central de Montecristi, miles de ciudadanos aguardaban las decisiones de la Asamblea, cuyas incidencias en la última sesión siguieron a través de la señal televisada, reproducida en una pantalla gigante.



La votación del proyecto de nueva Constitución duró unas diez horas en la última sesión de la Asamblea, que desde mañana entrará en un receso hasta que se realice el referendo, el próximo 28 de septiembre, cuando la población, en las urnas, apruebe o rechace la propuesta de Carta Magna.



La fiesta, poco a poco, se fue apagando hasta que la sede de la Asamblea quedó silenciosa, solamente alterada por sus empleados, que se apuraban a limpiar el lugar y dejarlo listo para la ceremonia de clausura de la Constituyente, que se celebrará este viernes.



El proyecto de la nueva Constitución se entregará mañana al presidente del Tribunal Supremo Electoral, Jorge Acosta, el cual debe organizar el referendo.



Por eso, varios asambleístas, del oficialismo y la oposición, advirtieron de que emprenderán, de inmediato, campañas por el Sí y el No, respectivamente, en el referendo.



<b<EFE

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